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1 ° de Mayo, la lucha por recuperar los sindicatos y por la independencia de los trabajadores

Martín López

1 ° de Mayo, la lucha por recuperar los sindicatos y por la independencia de los trabajadores

Martín López

Ideas de Izquierda

Ante un escenario inflacionario y de mayores tensiones a nivel internacional, en el cual la burocracia sindical ha actuado como cómplice del gobierno alejado completamente de las necesidades urgentes de la clase trabajadora y los sectores populares, luchar por recuperar los sindicatos, la independencia política y la autoorganización es una tarea fundamental.

"Podemos aprender que la fuerza libertó a los primeros colonizadores de este país, que sólo por la fuerza fue abolida la esclavitud, y así como fue ahorcado el primero que en este país agitó la opinión contra la esclavitud, vamos a ser ahorcados nosotros. Mi mayor deseo es que los trabajadores sepan quiénes son sus enemigos y quiénes sus amigos"

La cita anterior corresponde a George Engel, uno de los mártires de Chicago que fue condenado a muerte por participar en la huelga obrera del 1° de mayo de 1886 que buscaba conquistar la jornada de 8 horas de trabajo. Este evento cuatro años más tarde sería proclamado en el Congreso Socialista Internacional como fecha conmemorativa y día de movilización de las fuerzas de las y los trabajadores a nivel internacional, de fraternidad universal y de propaganda de las ideas socialistas.

Han pasado 137 años desde aquella huelga en que la clase obrera implantó como bandera de lucha la conquista por reducir la jornada laboral y la lucha contra la patronal, contra aquellos enemigos que en la historia se han opuesto a que las masas obreras tengan derecho a conquistar mejores condiciones de vida y el derecho al ocio, han pasado 133 años desde que el 1° mayo se había convertido en el día internacional de lucha de las y los trabajadores contra la clase capitalista.

Durante el siglo pasado, la conmemoración de este día internacional en Chile estuvo atravesado por huelgas, manifestaciones y la última vez que tuvo un carácter de lucha y organización fue en 1984 como parte de las protestas nacionales contra la dictadura.

Desde la llamada vuelta a la democracia, la conmemoración del 1° de mayo se volvió un hito folclórico, principalmente por el rol de conciliación que han jugado las burocracias sindicales, y en este nuevo día internacional de la clase obrera las direcciones sindicales de los principales organismos obreros como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), las federaciones y confederaciones de diferentes ramas productivas no han hecho más que profundizar el consenso y la conciliación con los grandes empresarios. Lo que ha tomado cuerpo a través del Consejo Superior Laboral del ministerio del trabajo, institución donde las direcciones de la CUT junto al presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, y representantes del Estado, han dialogado, discutido y acordado los proyectos relacionados al sueldo mínimo y la jornada laboral.

A pesar del giro a derecha de Boric, las direcciones sindicales siguen siendo los otros “ministros” de gobierno

Cuando asumió Grabiel Boric, las direcciones de los principales sindicatos del país apostaron a las ilusiones y expectativas de la clase obrera y los sectores populares en este nuevo gobierno.

El gobierno actual buscó integrar a dirigentes y ex dirigentes sindicales (Manuel Ahumada como Seremi del Trabajo en la región Metropolitana y Bárbara Figueroa como embajadora en Argentina) así como también a dirigentes de movimientos sociales. Como parte de una especie de “ampliación del Estado” [1] como respuesta a la crisis política que puso en cuestión el régimen a través de la rebelión en Chile.

Desde ahí vimos cómo diferentes dirigentes sindicales de facto se han comportado como “otros ministros” más de gobierno, respaldando con más o menos detalles cada una de las políticas de Boric en lo que concierne a la materia salarial que está lejos de acabar con los golpes que la inflación ha dado a las familias trabajadoras, y la reducción con flexibilidad de la jornada laboral a 40 horas.

Es más, a pesar del giro del gobierno tomando la agenda reaccionaria y securitaria de la derecha, fortaleciendo a las policías y su impunidad, la burocracia sindical sigue fiel a este gobierno sin abrir cuestionamientos.

Incluso algunos sectores de la burocracia sindical, como la Federación de Trabajadores del Cobre, sobre todo aquellos dirigentes que representan el zonal Norte de CODELCO y la Confederación de Trabajadores del Cobre, los dirigentes contratistas de la CTC, giraron a derecha con el gobierno subiéndose junto al alcalde de Calama de la FRVS a exigir el fortalecimiento de carabineros como otras medidas contra la delincuencia, siendo parte de la orquesta que oculta en los hechos los problemas profundos, estructurales y desiguales contra las familias trabajadoras y populares, que como producto de la decadencia y la propia naturaleza del capitalismo en crisis lleva a la descomposición social, toman en sus manos la política del régimen anti pobres que el día de mañana se transformarán en los mecanismos contra cualquier movilización que vuelva a cuestionar el régimen político.

Para qué hablar del respaldo al antidemocrático nuevo fraude constituyente del “Acuerdo por Chile” que busca mantener intacto los pilares de la herencia de Pinochet. Así, podríamos seguir enumerando como las direcciones sindicales de las principales centrales obreras siguen como furgón de cola de Boric y del proyecto de la burguesía de recomponer este régimen en crisis.

El surgimiento de la burocracia sindical como garante de la hegemonía burguesa

La formación de la burocracia sindical no es una cuestión que surge por el azar, es producto de la ofensiva que tuvo la burguesía a inicios del siglo pasado, como respuesta al ascenso y emergencia del movimiento obrero estatizando los sindicatos, el Estado no actua sólo por sus métodos de coerción, sino también buscó organizar del consenso en la perspectiva de limitar a la clase obrera que venía dando muestras de sus fuerzas.

En aquel tiempo revolucionarios como Trotsky y Gramsci, alertaron sobre las consecuencias de la estatización de amplios organismos de masas de la clase trabajadora, combatiéndolas hasta el final, fueron arduos defensores de la independencia política de las y los trabajadores en contra de toda cooptación e integración de los sindicatos por parte del Estado de los capitalistas.

Durante los años ‘30 Trotsky explicaba que:

Hay una característica común en el desarrollo, o para ser más exactos, en la degeneración de las modernas organizaciones sindicales de todo el mundo; su acercamiento y su integración al poder estatal. Este proceso es igualmente característico de los sindicatos neutrales, socialdemócratas, comunistas y anarquistas. Este solo hecho demuestra que la tendencia a integrarse al Estado no es propia de tal o cual doctrina sino que proviene de las condiciones sociales comunes para todos los sindicatos [2].

Pero aquella degeneración, necesitaba de un grupo que fuese el agente de garantía del acercamiento al poder estatal para tutelar el dominio político, económico y con ella la hegemonía de los capitalistas. Y como no podía surgir por fuera de aquellos organismos de masas, surgió dentro del seno de la propia clase obrera, en ese sentido Antonio Gramsci planteaba que «Las clases dirigentes-dice Gramsci para Italia-ponen en práctica un vasto plan de corrupción y de disgregación interna del movimiento obrero usando como señuelo, ante los dirigentes oportunistas, la posibilidad de que una aristocracia obrera colabore con el gobierno en una tentativa de solución “reformista” del problema del Estado» [3].

En las últimas décadas con el salto en la estatización y retroceso de los sindicatos, la burocracia sindical ocupa un lugar primordial como garantes de la fractura de clase y de la hegemonía burguesa, también han surgido burocracias dentro de los “movimientos sociales”, que han jugado el rol de cooptación y regimentación al interior de estos movimientos, que actúan separando la lucha por derechos “sociales” del conjunto de las demandas de la clase trabajadora.

La lucha contra la burocracia sindical y por la independencia política de la clase obrera es una pelea estratégica

Según lo señalado anteriormente, la burocracia cumple un rol fundamental para garantizar y organizar la hegemonía burguesa en las organizaciones de las y los trabajadores, poniendo cada vez más límites a la independencia política de nuestra clase, lo que es un factor a la hora de combatir contra los capitalistas y las miserias a las que nos arrojan.

En ese sentido Trotsky señalaba que el capitalismo:

Cada vez está menos dispuesto a admitir sobre nuevas bases la independencia de los sindicatos. Exige que la burocracia reformista y la aristocracia obrera, que picotean las migajas que caen de su mesa, se transformen en su policía política a los ojos de la clase obrera. [4]

Una de las tareas fundamentales para las y los revolucionarios es dar el combate dentro de las propias organizaciones obreras para recuperarlas de la mano de las direcciones que funcionan como avanzada de la burguesía, ya que estos organismos pueden ser medio de los que se haga la clase trabajadora para enfrentar a sus enemigos, o por el contrario, ser medios de los que se haga la burguesía y el Estado para controlar al movimiento obrero.

Para esto, la autoorganización es un factor clave, la que desde el marxismo refiere a los procesos de articulación y acción política gestados sin limitarse a la institucionalidad establecida, desde donde exprese la iniciativa de las masas sin limitarse a los márgenes que le impone el régimen político. Esto es la organización en manos de los propios trabajadores y sectores oprimidos, desde las bases, de forma democrática, sin ningún corporativismo, creando organizaciones de combate que también puede avanzar a convertirse el día de mañana de conjunto en un órgano de poder de la clase obrera.

Ya hemos visto como las direcciones de las principales organizaciones obreras han sido parte de la operación del desvío post rebelión en Chile [5], y se han puesto detrás sus políticas como describimos en un principio. Las que son parte del proyecto de recomposición que busca la burguesía para darle una salida a la crisis política que atraviesa el país.

Es necesario organizarnos y luchar por recuperar los sindicatos bajo un programa que responda a las demandas urgentes en la actual situación, para que la crisis la paguen los grandes empresarios y no la clase trabajadora. Un programa que parta por congelar los precios de los servicios esenciales a los valores previos a la escalada inflacionaria, subir los sueldos automáticamente según la inflación, aumentar el sueldo base mínimo a $750.000, y la nacionalización de las empresas de servicios esenciales como luz, agua y gas, bajo gestión de las y los trabajadores y usuarios.

Estas medidas deben ir acompañadas de retomar la lucha por las demandas de la rebelión, para acabar con toda la herencia de la dictadura, partiendo por acabar con las AFP, salud y educación pública y gratuita, aborto legal, seguro y gratuito, nacionalización de los recursos estratégicos bajo gestión de las y los trabajadores en conjunto con las comunidades para poner las riquezas al servicio de las necesidades de las grandes mayorías obreras y populares.

Construir una herramienta política y revolucionaria de la clase obrera, un partido obrero revolucionario que luche en la perspectiva de conquistar nuestra independencia política y fortalecer nuevas formas de organización, es una tarea política preparatoria fundamental para cuando se abran nuevos ciclos de luchas de clases y buscar vencer.


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NOTAS AL PIE

[1Al respecto señala Gramsci que “los elementos sociales de nueva formación, que anteriormente no tenían ‘vela en este entierro’ […] por el solo hecho de unirse modifican la estructura política de la sociedad”. “El Estado moderno sustituye al bloque mecánico de los grupos sociales con su subordinación a la hegemonía activa del grupo dirigente y dominante, por consiguiente deroga algunas autonomías que sin embargo renacen en otra forma, como partidos, sindicatos, asociaciones de cultura” (Gramsci, Antonio, “Algunas notas generales sobre el desarrollo histórico de los grupos sociales subalternos en la Edad Media y en Roma”, Q25, §4, Cuadernos de la cárcel Tomo 6, México, Era, 2000, pp. 181-182).

[2Trotsky, León, “Los sindicatos en la época de la decadencia imperialista”, ob.cit., p.126

[3Gramsci, Antonio “La situación italiana y las tareas del PCI (Tesis de Lyon)”, ob. cit., p. 233.

[4Trotsky, León, “Los sindicatos en la época de la decadencia imperialista”, ob.cit., p.129.

[5Esto lo vimos con Bárbara Figueroa del Partido Comunista quien el 2019 era la dirección de la CUT, siendo parte de la operación de salvar a Piñera y el régimen después de que se avizoraba la posibilidad de tirarlo abajo con la fuerza demostrada el paro del 12 de noviembre de aquel año, después de aquella jornada la central sindical entró con todo al desvío y la institucionalización de la movilización. Ahora la CUT con el Partido Socialsita a la cabeza, al igual que grandes federaciones confederaciones de sectores importantes como la minería, han adoptado su rol de cómplices en la recomposición que busca llevar hasta el final la clase enemiga de las y los trabajadores post rebelión a través de su -cada vez más- estrecha relación con el gobierno de Gabriel Boric y sus políticas.
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Martín López

Trabajador del Litio