Durante la tarde del miércoles 11 de octubre, coincidente con las vísperas de la conmemoración de la llegada de colonos a América, el monumento a Cristóbal Colón apareció sorpresivamente bañado de pintura rosa.
Viernes 13 de octubre de 2017
Al igual que en el caso de los bustos militares, medios hacen referencia a un ‘atentado’ y mediante fuerzas represivas como carabineros, se organizan pericias para descubrir a los responsables. El Labocar definió investigar para determinar si existe relación entre ambos incidentes.
Mientras tanto, el Municipio hizo referencia a la responsabilidad de terceros en el daño a distintos monumentos,además del paso del tiempo, por lo que iniciarán un plan de limpieza y conservación.
La apología a monumentos militares, represivos y violentos
Citamos un artículo anterior referido a la decapitación de los bustos militares en Arica:
“Resulta muy común ver estatuas de figuras militares en lugares públicos, pero estas sólo son una constante de simbología y propaganda represiva que evoca, disfrazada de ‘monumento histórico’, a un hecho que instaló fronteras burguesas y una idea contradictoria de estado-nación en una ciudad cuya historia cultural y de vida traspasa los límites aduaneros. En este sentido, ¿qué es ‘delictual y antisocial’ al quebrar estos símbolos? ¿A quién o qué se ataca?.
La intervención en monumentos históricos que reivindiquen represión y violencia burguesa puede ser considerado como una expresión artística, de protesta, de resistencia o todas las anteriores, pero no un hecho delictual, ya que esta intervención a la simbología de guerra y nacionalismo no se compara ni se acerca a la violencia que ha ejercido históricamente el aparato represivo del estado a los pueblos originarios, afrodescendientes, migrantes y trabajadores”
Tiempos como los que evocan el 12 de Octubre, de guerra y genocidios, no deben seguir siendo reivindicados disfrazándolos de ‘monumentos históricos’ cuando en realidad son apologías a la represión.
Fer Morales
Antropóloga Social y poeta Slam