El 21 de agosto la Junta de Gobierno de la UNAM publicó la convocatoria para recibir propuestas de candidatos a suceder a Enrique Graue como rector de la Universidad. El 12 de octubre será la fecha en que la junta dará a conocer la lista preliminar de aspirantes que ella misma elige y a partir del 23 de octubre entrevistará a los seleccionados, de entre los que saldrá el próximo rector.
Viernes 8 de septiembre de 2023
Es esta Junta de Gobierno, un círculo cerrado de solo 15 personas, la que nombra al rector que conduce la UNAM, sin tomar en cuenta a más de 370 mil alumnos, 42 mil profesores y 30 mil trabajadores administrativos. La supuesta participación de la comunidad universitaria se reduce a la posibilidad de enviar opiniones por escrito hasta el 3 de noviembre.
Puede verse claramente que se trata de una elección absolutamente antidemocrática, que responde únicamente a las negociaciones y componendas entre diversos grupos de poder de la llamada casta dorada, los burócratas de los altos puestos de administración de la universidad.
Seguirá gobernando la “casta dorada”
Los grupos de mayor peso en el gobierno universitario son los “médicos”, los “científicos”, los “abogados” y los “ingenieros”, según las áreas que dirigen y de las que viene su poder dentro de la estructura de gobierno de la UNAM.
Estos grupos además están integrados por personajes ligados a partidos políticos del régimen y muchos usan los puestos directivos en la UNAM como medio para impulsar su carrera política. El grupo que más tiempo ha mantenido la rectoría es el de los médicos, con personajes abiertamente ligados al PAN o al PRI, como el ex rector José Narro, secretario de salud en el gobierno priista de Peña Nieto tras dejar su cargo como titular de rectoría, por ejemplo.
Es posible, como destacan algunos medios, que sea otro grupo de poder el que ocupe esta vez la rectoría de la UNAM, pero eso no solucionará la forma antidemocrática en que se conduce la universidad, la situación de miles de docentes que trabajan en condiciones laborales precarias, los ataques al CCT del STUNAM, el avance de enfoques neoliberales en la investigación y las medidas “elitizantes” de admisión de estudiantes.
Los grupos de poder de la casta dorada en la UNAM operan estas medidas contrarias a la democratización, la gratuidad y publicidad de la educación universitaria porque se benefician de esas condiciones, gracias a ellas cobran sueldos elevadísimos, hacen carrera política y dominan el gobierno en la universidad. Basta la frase “Nos pueden llamar casta dorada y ni modo”, cínica declaración de Luis Álvarez Icaza (identificado con “los ingenieros”) en entrevista con Excélsior, para darse cuenta que de la mano de esos personajes no hay cambio posible, sean del grupo que sean.
Por una democratización de la UNAM en favor de estudiantes, profesores y trabajadores
Quienes conformamos la agrupación Desde las Bases STUNAM, nos posicionamos en favor de un gobierno de la UNAM de carácter democrático, por un gobierno compuesto proporcionalmente por estudiantes, profesores y trabajadores, electo mediante votación directa de los cientos de miles que conformamos la comunidad universitaria.
Estamos en favor de una universidad realmente pública, abierta a todos los hijos del pueblo trabajador que quieran acceder a la educación superior y cuya educación e investigación esté puesta al servicio de las necesidades populares.
Consideramos que para avanzar hacia este horizonte sería necesario recurrir a lo mejor de la tradición del movimiento estudiantil y de las luchas de las y los trabajadores de la UNAM, tanto docentes como administrativos, que han permitido sostener el carácter público y gratuito de la universidad. Esta tradición incluye desde luego la más reciente lucha docente por estabilidad y derechos laborales, lo mismo que las peleas de los trabajadores administrativos por defender su materia de trabajo y su Contrato Colectivo, como sucede con los compañeros bibliotecarios.