La crisis capitalista que nos azota requiere de una mirada al pasado para comprender la naturaleza del fenómeno, buscando en las tendencias inherentes del capital, su desarrollo en esta época imperialista y como esta, se relaciona con un programa político correcto para una época determinada. A 80 años de su muerte, creemos que la crisis capitalista obliga a releer a Trotsky a la luz de los hechos presentes, crisis recurrentes, convulsiones económicas y guerras comerciales, de las que el revolucionario ruso teorizó y desarrolló gran parte de su vida militante -conocida como “época de crisis, guerras y revoluciones”-. entregando aportes como la teoría de la revolución permanente y el programa de transición, escrito en los años del más profundo estancamiento capitalista.
En este artículo, buscamos desarrollar los hechos materiales sobre los cuales Trotsky teorizó el programa de transición, observando las tendencias objetivas del capitalismo en la primera mitad del siglo 20, con ello, pasaremos a mostrar las similitudes con la situación económica mundial actual, mostrando la vitalidad de la teoría de Trotsky para pensar una salida a la crisis en favor de las mayorías.
La dinámica de los 30 y el interregno económico
Trotsky definió al capitalismo en los años 29 y su dinámica, como un Equilibrio Estable-Inestable, que se rompía con múltiples crisis y se volvía a construir de forma que las nuevas fuerza productivas no eran un punto de equilibrio estable mayor al anterior, es decir, la órbita de la riqueza generada estaban por debajo de sus predecesoras. En la época del líder bolchevique (antes de la segunda guerra mundial) el capital supera sus crisis ensanchando sus contradicciones, abriendo mayores grietas para nuevas crisis.
El periodo entre 1914-1940, fue un interregno económico, donde se agotaba el capital inglés, y el capital estadounidense (y sus nuevas fuerzas productivas) no eran lo suficientemente fuertes para evitar ese agotamiento [1], de ahí que el capital se estancaba.
Si observamos el producto per cápita de las principales potencias, podemos ver que hay un estancamiento en toda la década del 30.
Producto percápita evolución 1929-1939
Fuente: International data from Maddison, Angus. "Historical Statistics for the World Economy: 1–2003
Efectivamente, el capitalismo había alcanzado un punto en el que no acrecentaba su riqueza material. Las contradicciones de la época imperialista y el monopolio, le impedían seguir creciendo, los mercados chocaban entre sí (guerras comerciales durante toda la época del 20 y 30), actitudes bélicas de los países, bloqueos comerciales y proteccionismo [1], tan así es la situación en el periodo 1920-1940, que la única forma de generar nuevas fuerzas productivas que dieran paso a un nuevo proceso de acumulación, fue en base a la destrucción del capital fijo sin precedente alguno (la segunda guerra mundial, ver gráfico) y a la industria de las armas, es decir, tuvo que destruir las bases que le impedían al capital expandirse, destruir las bases monopólicas existentes para crear otras nuevas.
En la discusión con Kondrátiev [2], Trotsky da una explicación a la teoría de las ondas largas de Kondrátiev, no mecánica, ni determinista, explicando que la curva de desarrollo capitalista no solo se caracteriza por ciclo regulares (que llevarían a una repetición de este), si no, de una dinámica de estos ciclos, “Donde los ciclos industriales y comerciales son de diferente carácter en diferentes periodos”- cuestión que se constata si uno mira la curva de desarrollo del capital (ver figura anexo)-, Continúa, “Si el auge restaura con un excedente la destrucción o la austeridad del periodo precedente, entonces el desarrollo capitalista está en ascenso”, si por el contrario, plantea que, “La crisis abre un periodo de fuerte contracción de fuerzas productivas que sobrepasan la intensidad del auge, entonces estamos en un periodo de estancamiento”....
A partir de este análisis, concluye que hay épocas enteras del capital con curvas de desarrollo ascendente, que se caracterizan por crisis débiles, (a lo que Kondrátiev llama “ondas largas”) y en su vértice opuesto, están los periodos de estancamiento, que se caracterizan por crisis con carácter de catástrofe social.
Lo llamativo, es que esta caracterización, correcta desde nuestro punto de vista (ver gráfico de producto per cápita y los estancamientos en las crisis de 1929 y 2009 en el anexo), lleva a conclusiones políticas superiores. Trotsky nota a que a lo largo de la historia del capitalismo moderno, la transición de un periodo de auge a uno de estancamiento viene acompañado por un periodo de grandes convulsiones entre las clases y sus Estados:
“Las revoluciones y guerras se esparcen entre la línea de demarcación de dos épocas diferentes de desarrollo económico, por ejemplo la unión de dos segmentos diferentes de la curva capitalista. Analizar toda la historia moderna desde este punto de vista es realmente una de las tareas más gratificantes del materialismo dialéctico” (Trotsky, 1923)
Es innegable, por lo visto anteriormente, que el periodo 1914-1940, fue esta etapa que Trotsky caracterizó como de estancamiento y convulsiones, dada las contradicciones capitalistas que se terminaron de resolver el inicio de la segunda guerra mundial, abriendo un nuevo periodo de auge.
A modo de paréntesis, recientemente el economista Maximiliano Rodriguez, polemizó con nosotros [3], argumentando que Trotsky se había equivocado en los años 30 (particularmente en el programa de transición), dado que en el capitalismo “predomina el desarrollo de las fuerzas productivas” y “no el estancamiento”- como según él plantea Trostky-, y más aún, nos invita a comprobación empírica, “Basta tomar cualquier serie económica”, esto, más que un análisis de alguien que parte del materialismo dialéctico, parecen las palabras de un economista burgués, negando la dialéctica de auge y estancamiento del capital, en ciclos con crisis débiles y ciclos con crisis profundas, que como veíamos, abre periodos de estancamiento, convulsiones y transformaciones profundas del capital, que es justamente el periodo en que Trotsky desarrolló gran parte de su teoría.
Estados Unidos : Depresión y Auge 1929-1942
Fuente: https://www.measuringworth.com/datasets/usgdp/
Regresando al tema, en el gráfico anterior se observa como el inicio de la guerra saca a Estados Unidos de la órbita de estancamiento; País que inició el auge imperialista de la postguerra.
La discusión principal de este artículo, es pensar si la crisis subprime del año 2009, abrió un periodo de crisis, convulsiones, estancamiento, es decir, el periodo que Trotsky caracteriza como “transitorio” hacia nuevas bases económicas y sociales, y en ese sentido, discutir cómo puede ser útil el programa de transición escrito por Trotsky en esta época.
La crisis de 2009 y las tendencias del capitalismo
La crisis de 2009 abrió un nuevo periodo del capitalismo, década que fue caracterizada por la burguesía como “la década perdida”, o “la era del estancamiento secular” como la llamó el economista Lawrence Summers.
La salida a la crisis de 2009 fue el enorme salvataje de los Estados a las empresas por medio de la adquisición de deuda, deuda que no resolvió la enorme masa de sobreproducción, sino que busco que el capital pudiera continuar expandiéndose sobre sus misma bases materiales actuales, es decir, no resolvió la contradicción fundamental del capital ,-lo que sí hizo la guerra a finales de los 30 para cerrar el periodo de crisis y estancamiento abierto en 1929-, lo que intentamos decir, es que la situación actual se inició post 2009, como tendencia general del capital al estancamiento y crisis constantes, con un mundo que poco a poco fue entrando en tensiones comerciales (2017 China-Estados Unidos), empobrecimiento a las mayorías trabajadoras, revoluciones en medio oriente, y recientemente rebeliones (Francia, Chile, Ecuador, Estados Unidos).
Los mismos agregados económicos observados en la década del 30, dan una situación económica similar, estancamiento expresado en el producto per cápita y en el índice de producción industrial de Estados Unidos [2].
Producto per-cápita 2009-2019 (Potencias imperialistas)
Fuente : Banco Mundial
Índice de producción industrial Estados Unidos 2008-2020
Fuente: FRED
En los años 30 en medio de la crisis, se ponía de manifiesto la decadencia capitalista con empresas que iban a la quiebra, se destruía el salario y la vida de las masas se pauperiza. El estancamiento y las constantes crisis impedían mantener condiciones mínimas de producción. Este contexto, le plantea a los partidos revolucionarios desarrollar un programa acorde a las miserias de las masas, este programa estaba ligado a establecer nuevas bases económicas y materiales (dado que las de aquel entonces se destruían) en favor de las mayorías, es decir, directamente relacionado a las tareas socialistas dada la profunda crisis del capitalismo, a esto se le conoció como el Programa de Transición elaborado por Trotsky.
Actualmente, ante la decadencia capitalista expresada en millones de despidos en el mundo- como en E.E.U.U que para abril de este año, cerca de 20,5 millones de trabajadores y trabajadoras habían quedado desempleadas (la cifra más alta presentada desde la gran depresión)- es necesario preguntarnos en qué sentido la experiencia de los partidos revolucionarios y el programa de transición, nos sirve como teoría viva para entregar una salida a la crisis capitalista, que nos permita desarrollar una formulación científica para la superación de todas las miserias que se han profundizado en todo el mundo.
La profundización de la crisis actual, conlleva preguntarnos qué salidas se pueden abrir en defensa de la clase trabajadora; las luchas por demandas mínimas, como la defensa de los puestos de trabajo- que como desarrollaremos en el siguiente apartado, aumentarán significativamente- o la lucha por salarios dignos (que inclusive fue consigna de la rebelión popular) que actualmente se han disminuido a través de la Ley de Protección al Empleo (LPE), de conjunto los niveles de desempleo y salarios más bajos podrían ser una constante en el periodo que se abre para el capital en Chile y el mundo.
En este apartado queremos poner a modo de ejemplo como este periodo de estancamiento toma su forma en el trabajo en Chile.
Desempleo (o consecuencias) en tiempos de covid-19 en Chile
La profundización de la crisis que ya venía desarrollándose previamente con la llegada del coronavirus ha sido brutal, teniendo un fuerte impacto en el desempleo en el país, actualmente según datos del INE, la tasa de desocupación nacional se ubica en un 12,2% (trimestre abr-jun 2020), es decir cerca de 996.906 mil personas desocupadas, esto sin sumar a quienes se encuentran bajo la ley de “protección” del empleo u ocupados ausentes por razones asociadas a covid-19, que abarca 859.130 trabajadores y trabajadoras aproximadamente, si esto se sumara a la población desocupada, la tasa de desocupación sería del 22,8%.
Bajo esta lógica ¿Podría aumentar el desempleo de forma estructural en Chile?, y la respuesta es sí, de hecho, bajo la incorporación de la Ley de Protección del Empleo (LPE) muchos trabajadores se encuentran suspendidos y/o con disminución de salario, donde inclusive, el 47% de las empresas que se encuentran acogidas bajo la ley de protección del empleo despedirá a los trabajadores post pandemia, inclusive un 6% de las empresas acogidas dan cuenta que no re incorporarán en un futuro a los trabajadores (fuente: Banco Central).
Así también, incorporación a la fuerza de trabajo del mercado laboral de quienes se encuentran inactivos, y que no entran a la categoría de desocupados para el INE debido a los requisitos para ser categorizados, es decir, estamos hablando de una cifra real de desempleo de más del 30%, lo que provocará un aumento de quienes se encuentran desocupados. La situación de las micro y pequeñas empresas en Chile es brutal, en el caso de las micro empresas, un 27% cerró, el 18% desvinculó caso de las pequeñas empresas, el 20% tuvo que cerrar, el 30% desvinculó trabajadores y el 29% pactó suspensión de contrato bajo la Ley de Protección del Empleo (Encuesta covid-19).
El modelo exportador agotado: como clave económica para pensar el futuro del capital en chile en medio las convulsiones económicas actuales
Hace unos meses atrás, planteamos [4] que gran parte de la profundidad de la catástrofe social dependía del rol de las exportaciones, y que estas (hasta esa fecha), no habían disminuido considerablemente. Hasta el presente mes agosto de 2020, vemos que al contrario de una disminución, las exportaciones se han venido fortaleciendo, dado la recuperación de China y el precio del cobre.
Si observamos las exportaciones en millones de dólares, vemos que aunque estas han disminuido, no han tenido una caída abrupta, particularmente por el precio del cobre, que en los últimos meses se ha ubicado sobre los 2,8 dólares la libra.
Fuente:Aduana
En el mismo gráfico, observamos que las importaciones se han desplomado abruptamente, lo que implica que las empresas que comercializan productos importados están sintiendo con mayor fuerza el impacto de la crisis, así mismo, los empleos altamente calificados han sufrido la caída más fuerte, 7,5% de estos empleos se ha destruido.
Por otro lado, vemos como el metal rojo alcanzó en el mes de marzo un mínimo de US$2 por libra, actualmente ha tenido un positivo su repunte de un 44%, alcanzando actualmente los US$3 siendo un factor fundamental de la recuperación económica China post peak del covid19, sumado a una muy leve reactivación de inversiones mineras en Chile, un punto importante es, ¿se sostendrá esta tendencia?, la incertidumbre del escenario a nivel global es un factor importante a considerar, inclusive a la solidez de los mercados especialmente en países dependiente como Chile.
Así, el mantener un nuevo ciclo de crecimiento en Chile y con ellos iniciar un nuevo ciclo de inversión que empuje al capitalismo chileno, depende fundamentalmente de un nuevo impulso del modelo exportador, de la mano de China y Estados Unidos, cuestión que parece ser más coyuntural, que tener solidez en el largo plazo, ya que que recientemente el precio y las exportaciones han aumentado debido a la caída de los inventarios [5] y no debido a una expansión de capital en los países motores del capital mundial.
Pensamos, que el mundo está viviendo un interregno económico con algunas características del periodo entreguerras, con un estancamiento y crisis, sin encontrar un nuevo motor mundial que inicie un nuevo proceso de acumulación.
Si tomamos los ciclos económicos para pensar esto, la reciente recuperación de China es débil en comparación con la contracción producida por la crisis, es decir, débil para hablar de un nuevo periodo de “ascenso capitalista” por el lado Chino (el primer trimestre se contrajo -9,8%, y creció el segundo trimestre 11,5%, es decir, un crecimiento conjunto de 1,7%).
Conclusiones
El panorama futuro sin una salida concreta a la situación económica de las y los trabajadores. La crisis subprime del año 2009 abrió un nuevo periodo en el capitalismo, lo que finalmente terminó con los Estados entregando salidas a las empresas a través de la deuda, esto propició a que el capital continuara su expansión sobre sus mismas bases materiales. Frente a esto, nos preguntamos si la crisis subprime abría un periodo transitorio hacia nuevas bases económicas y sociales como planteaba Trotsky. El desarrollo de este artículo, nos invita a pensar en qué sentido, la época de convulsiones sociales del capital, tienen su expresión en el presente, y desde ahí, como el programa de transición del líder revolucionario nos puede ser útil en la actualidad.
El periodo post 2009, abrió una serie de crisis y estancamientos del capital, como las tensiones comerciales el 2017, el crecimiento del empobrecimiento de las y los trabajadores, revoluciones en el medio oriente o rebeliones, tal y como la que vivimos en Chile a partir de octubre del año 2019, donde se abrieron grandes cuestionamientos al sistema capitalista y dejando ver, como las demandas que se abrieron, terminan tocando las relaciones capitalistas en una época de decadencia, esto queda expresado actualmente, con los millones de despidos en todo el mundo, y en Chile particularmente, donde se planean miles de despidos más. Así también, queda en evidencia que, a pesar de que las exportaciones han disminuido en términos monetarios, esto no ha sido tan abrupto -lo que queda reflejado en el precio del cobre debido a la recuperación de China-, pero también vemos que en esta tendencia una incertidumbre total, más en un país como Chile, donde las importaciones se han desplomado de forma abrupta en empresas que comercializan productos importados, y por último, el aumento del desempleo va cada vez más en ascenso. Por consiguiente, es necesario tocar cada matriz de las relaciones capitalistas para pensar el trabajo y el empleo en el marco de una crisis que pauperiza la vida de las masas, y como, frente a esto pensamos una planificación económica frente a la situación actual.
El gobierno de Chile, ha intentado sostener la crisis en base a proyectos para fortalecer a los grandes grupos económicos como lo fue la LPE, lo que sin más, se espera que un gran porcentaje de las empresas que se encuentran bajo la ley de protección del empleo, cuando este plazo termine, las y los trabajadores no serán contratados, agudizando aún más los altos índices de desempleo actual, la pauperización de las y los trabajadores profundizado en los países capitalistas, las políticas de salvataje del gobierno a los grandes grupos económicos (LPE) conlleva a una agudización entre las contradicciones entre capital y trabajo.
Las condiciones de estancamiento, imprimirán que estas características tengan carácter permanente para la vida de los trabajadores y el mundo, ¿acaso la lógica del Programa de Transición no recobra vida nuevamente?, los miles de desempleados requieren pensar una nueva planificación económica, por un salario acorde a la canasta familiar, reajustable en base a los niveles de producción discutidos en base a la organización de los trabajadores (media móvil de salarios), para que todos podamos trabajar y vivir, y que se ponga la producción en función del trabajo y no de las ganancias (recientemente vimos como los accionistas de LATAM retiraban ganancias mientras despedían a miles), con planes de obras públicas que llevan a esto. Además de la necesidad de terminar con los monopolios que pauperiza a los sectores medios, la necesidad de un banca central única para ayudar a los pequeños productores que están arruinados, que vemos que son expoliados por la banca monopólica con créditos a intereses ridículos (que entregan con nuestro propio dinero por medio de las AFP). En definitiva, es momento de repensar un programa en lógica transitoria para este periodo de decadencia capitalista.
Citas
1) Joshua, Isaac; La crisis del 29 y el emerger norteamericano.
2) Trotsky, Leon; La curva del desarrollo capitalista.
3) Rodriguez ,Maximiliano; Marxismo y política transicional 2, ideas socialistas 12 de julio 2020
4)Informe económico y proyección para 2020 de la crisis: ¿Puede la economía chilena ir a una situación de crisis cómo en 1982?, ideas Socialistas 26 de abril de 2020
5)Inventarios de cobre caen a un mínimo de 14 años y el precio del metal queda a un paso de recuperar los US$3 la libra, La Tercera, 27 de agosto 2020
Anexo
Índice de producción industrial 1932
Fuente :Ocampo Suárez-Valdés, Javier; Peribañez Caveda, Daniel. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Oviedo, ed. Historia econonómica mundial y de España. ISBN 978-84-8317-595-8.
Fuente:Torrero Mañas, Antonio. La crisis financiera y sus efectos sobre la economía española. Instituto Universitario de Análisis Económico y Social.
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