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Red Internacional
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ANIME. 25 aniversario de Ninja Scroll: El vanguardismo de la animación erótica y despiadada

Este 2018 se cumplen 25 años de la obra emprendida por Yoshiaki Kawajiri, la cual hoy es material de culto de los amantes de la animación japonesa.

Domingo 29 de abril de 2018

La industria de la animación japonesa se ha extendido exponencialmente durante los últimos años. Las historias y personajes que envuelven a las distintas historietas y animaciones niponas, ya no son sólo el patrimonio de un limitado cúmulo de personas interesadas, sino que hoy se han vuelto ícono de antiguas y nuevas generaciones que crecieron al calor de intrigantes relatos que perduran a través del tiempo.

Naruto, Dragon Ball Z, Samurai X, Sailor Moon, o Shingeki No Kyojin –por nombrar algunas- han hecho eco de la potencia y calidad de su trabajo, por medio de las nuevas tecnologías y redes que permiten extender su reputación, por los rincones más misteriosos del planeta.

Sin embargo, esto no sucedió de la noche a la mañana. Es parte de un desarrollo ascendente en la maduración de nuevas técnicas de la animación y una forma distinta de percibir y pensar el mundo.

Ninja Scroll o Jubei Ninpucho (1993), obra maestra del genio Yoshiaki Kawajiri (Wicked City, Animatrix), se enmarca como parte de este esfuerzo, por romper la burbuja nipona del arte animado para la entretención, en busca de cautivar a un público que mira los nuevos fenómenos audiovisuales, de manera apasionada y diferente, impactando incluso en occidente.

La absorbente trama de una época de ninjas y samuráis

La película narra las peripecias de Jubei Kibagami, un espadachín trotamundos que va de pueblo en pueblo haciendo pequeños trabajos y encargos de distinto tipo para personas humildes y clanes prácticamente arruinados. La trama, se contextualiza en el traspaso de un sistema de gobierno feudal (Tokugawa) a uno monárquico burgués (Meiji) expresando las contradicciones de un proceso vivo de la sociedad nipona.

Sin embargo, esa estable forma de vida que lleva Jubei, se verá directamente afectada por distintos personajes que se harán presentes a través de la historia, entre ellos Dokuan, un timador que tiene como encargo acabar con un grupo de seres sobrenaturales conocidos como “Los demonios de Kimón”, y Kagero, una joven ninja catadora de veneno que se le ha encomendado investigar el caso de una brutal epidemia que ha barrido con un número importantes de pueblos y localidades de la zona.

Es así como sus vidas se cruzarán, comenzando así una carrera imparable por conseguir sus objetivos aunque siempre interconectados por sus distintos intereses, en el caso de Jubei conseguir el antídoto de un poderoso veneno suministrado por la mordedura de una serpiente, estando en batalla.

La obsesión por lo bello, lo crudo y lo obscuro

Por otra parte los ocho demonios de Kimón, cada uno con una habilidad especial(Cuerpo de piedra, controlador de abejas, maestra de la pólvora entre otras habilidades), y liderados por un antiguo enemigo del protagonista, no descansarán hasta ver muerto a Jubei, quien en una de sus tantas batallas asesina a uno de los demonios. Así también, Jubei se interpondrá en sus planes de traer las tinieblas al Japón de la mano del Shogun de las tinieblas, un miembro del clan Toyotomi, y ex colaborador del antiguo régimen del Edo, quien busca crear su propio ejército de ninjas, para destruir el gobierno y hacerse del poder.

Un río de sangre y violencia frenética se destapará, creando una atmósfera de oscuridad, adornada por brutales e inteligentes batallas, donde el amor entre Jubei y Kagero será el motor, de una guerra sin tregua por conseguir –a su manera- la libertad.

El erotismo, la violencia y un nuevo tipo de animación que irrumpe en occidente

Sin duda uno de los grandes méritos de Ninja Scroll, es apostar a una nueva forma de entender el mundo de los samuráis a través de la animación, dejando de lado esa concepción del clásico justiciero intachable, por el de un ninja que vaga por el mundo, abriéndose paso a las calamidades que le depara cada momento. Es en este sentido que la sexualidad y la violencia cumplen un rol troncal en la historia, que se abre explícitamente a mostrar víceras, y laceraciones sin escrúpulos, al igual que explora sugerentemente el erotismo de un periodo especial, marcado por la delgada línea entre el honor y la vergüenza.

A su vez la hermosa animación que envuelve a la obra, es capaz de encandilar a la audiencia, por medio de la precisión e inteligencia con la que se va desarrollando la historia, donde se refleja por una parte la cultura japonesa entrecruzada con la magia de lo sobrenatural, y por otra, su estética donde la violencia y la crudeza son sinónimo de belleza.

Y si bien han habido series y secuelas que siguen la trama de Ninja Scroll, la importancia y trascendencia de su nacimiento hace 25 años es incomparable, siendo reconocida tanto por el público seguidor como por la crítica especializada.

La historia del trotamundos Jubei Kibagami y su inacabable lucha en contra de los ocho demonios de Kimón, se han instalado en el mundo de la animación, como piedra angular de las nuevas obras de oriente que se abren con aceptación y regocijo en distintos lugares de occidente. Un gran nudo en la garganta que deja la boca abierta, y la pena desoladora de una “bala distante”, que consagra una obra que merece ser vista por todo quien se adentra en el delirio de aquello que súbitamente nos maravilla, por la brutalidad o por la pasión de cada giro.