El próximo 29 de diciembre se tratará en la cámara de senadores el proyecto que ya obtuvo media sanción en diputados por la interrupción voluntaria del embarazo. Una vez más se discute en el Senado pero se gana en las calles.
Sábado 26 de diciembre de 2020
Después de obtener media sanción en la cámara de diputados, el proyecto de ley del oficialismo será tratado el 29 de diciembre. Afuera, en las calles, nos preparamos para una nueva vigilia como ocurrió el 10D desde las 14 horas.
A pesar de la pandemia muchas pibas de la marea verde se volvieron a movilizar el 10 de diciembre y se preparan para hacerlo el martes próximo, porque se sabe desde el 2018, que si se llegó hasta acá es por haber ocupado las calles e instalado un debate, que aunque tiene larga historia, los partidos tradicionales lo han cajoneado y evitado siempre.
Lo otro aprendido, es que en el Congreso y en especial en la Cámara de Senadores está lleno de dinosaurios que defienden los intereses de los sectores más antiderechos y reaccionarios, como las jerarquías clericales que hoy vuelven a incidir en el debate, como en 2018.
Por ese motivo, la sanción de la ley no está asegurada y el oficialismo (a pesar de tener mayoría parlamentaria) no puede garantizar siquiera el quórum propio para la apertura del debate. Es que son muchos los “celestes” que ocupan bancas por la oposición de derecha de Cambiemos, y también por el FDT, que no sólo será el bloque que más votos en contra aporte según las últimas estimaciones, sino que además tendrá a su jefe de bloque, Mayans, a la cabeza de dirigir la negativa antiderechos. Esta situación, como contamos desde Izquierda Diario, es la que también abrió la puerta para el rumor de posibles cambios a la ley durante el debate en el recinto.
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Ese mismo Senado, hace unos díasvotó un recorte a las jubilaciones y Asignaciones Universales por Hijo (AUH) , que perciben más de 2 millones de mujeres con hijes a cargo, en su mayoría jóvenes de los sectores más postergados. La deuda que contrajo Macri en su gobierno, hoy es aceptada por Alberto Fernández, que se propone profundizar el ajuste que pide el FMI.
En Argentina se estima que los índices de desocupación en las mujeres llegan al 9.5 % y muchas de ellas viven en la pobreza o tienen trabajos precarios, situaciones que se acrecentaron como consecuencia de la crisis profundizada por la pandemia.
¿Aborto legal y los curas a laburar?
El proyecto de aborto legal que se tratará en el Senado viene acumulando limitaciones, ya que a pedido de las cúpulas de las Iglesias y grupos antiderechos, se incorporó la objeción de consciencia individual y se habilitó a los establecimientos de salud a contar con personal que en su totalidad sea objetor. Esas limitaciones, que impulsó el propio oficialismo “verde” será un obstáculo para el acceso al aborto legal, seguro y gratuito incluso en el caso de que el proyecto sea ley, ya que habrá instituciones e incluso localidades o provincias enteras (como ya pasa en Uruguay) que podrán declararse objetoras.
Las pibas tenemos memoria y no nos olvidamos que los gobernadores tanto del PJ/Frente de Todos como de Cambiemos, junto a la casta judicial, obligan a parir nenas. Por eso nosotras seguimos gritando en todo el país, que son niñas y no madres.
Por eso, si avanza la objeción de conciencia vamos a ver cada vez más ejemplos como estos, ya que con esta limitación, el personal médico y las instituciones podrán negarse a realizar el IVE, restringiendo así el acceso a este derecho elemental en distritos enteros. Y como si fuera poco, las iglesias y los sectores antiderechos siguen presionando por incorporar aún más limitaciones.
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No podemos dejar que los antiderechos avancen, porque como ya se escuchó en los debates anteriores, por ejemplo en palabras del diputado del Frente de Izquierda Nicolás Del Caño, la clandestinidad nunca salvó ninguna vida, sino que se lleva la vida de las mujeres más pobres del pueblo trabajador, a las que se les busca imponer un único rol social como madres.
Esas mismas iglesias que hacen de todo contra nuestros derechos, son las que reciben financiamiento millonario por parte del Estado, gracias a una serie de leyes y decretos de la última dictadura militar, sin que ningún gobierno constitucional las haya derogado. La culpa no es del chancho, sino del que le da de comer, o en este caso de los dos.
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Son las mismas instituciones que reproducen la idea de que la sexualidad de las mujeres solo debe estar puesta en función de la reproducción y que el disfrute de la sexualidad y el deseo sea solo beneficio masculino, por esa además del aborto legal, nuestra pelea es también por la implementación de la Educación Sexual Integral en todos los establecimientos educativos para cuestionar para terminar con todos estos mandatos patriarcales.
Desde el movimiento de mujeres y la diversidad seguimos peleando por la separación de las iglesias del Estado y levantamos bien alto nuestro pañuelo naranja. Este pañuelo se volvió símbolo de nuestra lucha contra los sectores eclesiásticos que históricamente estuvieron del lado de la reacción, oponiéndose al matrimonio igualitario, al divorcio y a todos los derechos que conquistamos como movimiento en las calles.
Como dijo Myriam Bregman, legisladora por el PTS - FITU en Caba, cuando intervino en las reuniones informativas por la IVE en las comisiones del Congreso Nacional “Si esta vez #SeráLey es por nuestra lucha y movilización”.
Con la fuerza de la marea verde y las trabajadoras, para enfrentar a los antiderechos y al ajuste
Lo que se logró hasta acá y el posible avance en términos de derechos que se conquiste, es producto de la enorme lucha de la marea verde que inundó las calles, las escuelas, las facultades, los establecimientos de trabajo y hasta los grupos de amigas que fueron convenciendo a sus familias.
En cambio, todo lo que se retroceda en nuestra demanda, será producto de las negociaciones que comandan los partidos tradicionales (como el Frente de Todos y Cambiemos) junto a los gobernadores, jerarcas de las iglesias y grupos antiderechos. Y eso, se pagará con las vidas de las mujeres. Como ya vimos en la negociación del gobierno con las cúpulas eclesiásticas, habilitando la objeción de conciencia en los establecimientos de salud (algo muy parecido a la objeción de conciencia “institucional”) como parte de los articulados de la IVE.
O en el ajuste que se está preparando a pedido del FMI contra las jubiladas y las titulares de cobro de la AUH, porque los platos rotos en esta crisis las mujeres también los pagamos con la pobreza, la desocupación, y la falta de acceso a derechos elementales como la vivienda y el trabajo. Solo podemos confiar en nuestra propia fuerza organizada de manera independiente y en las calles, única vía para conquistar plenamente todos los derechos que nos faltan.
Cómo desarrolla en un reciente artículo Andrea D’Atri, todas estas maniobras del gobierno a favor de los sectores más reaccionarios, son producto de una política que tiene como estrategia la presión, el lobby parlamentario, con el intento de generar expectativas y confianza en instituciones ajenas al interés de millones de mujeres, jóvenes y trabajadoras que luchan por su futuro y el de sus familias.
Por todos estos motivos, se vuelve una necesidad unir la potencia de las pibas que peleamos por el aborto legal y la separación de las iglesias del Estado, con la fuerza de las trabajadoras que enfrentan el ajuste del gobierno a pedido del FMI.
Como vemos en las mujeres de LATAM que enfrentan los despidos, o en las valientes mujeres que resisten desalojos como en Guernica y pelean por tierra, vivienda y trabajo, o en las trabajadoras de la salud que desde la primera línea de la pandemia reclaman por mejores salarios y condiciones laborales, como también las jóvenes trabajadoras precarizadas que en todo el país se organizan por trabajo con derechos.
Con esta poderosa alianza podemos superar a las tibias conducciones de los centros de estudiantes y las traiciones de los sindicatos burocráticos. Transformar esas herramientas, hoy pasivizadas, en verdaderas organizadoras de las mujeres y disidencias para pelear por el aborto legal, derrotar las alianzas del Estado con las iglesias y enfrentar la crisis económica en curso y los ajustes que quieren descargar sobre nuestras familias.
Por eso, este martes, volvemos a salir a las calles desde Pan y Rosas y el Frente de Izquierda, junto a la marea verde para pelear por todos estos desafíos y para que sea ley.
Te invitamos a sumarte a la vigilia con nosotrxs