Candidatos a gobernar el Estado de México presentaron su declaración "3 de 3". En un intento por aparecer como "transparentes", destaca la fortuna reportada por el candidato del PRI, Alfredo del Mazo.
Martes 4 de abril de 2017
Delfina Gómez de Morena, Alfredo del Mazo del PRI y Juan Zepeda del PRD presentaron su declaración 3 de 3 ante el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y Transparencia Mexicana. Destaca en particular lo reportado por Alfredo del Mazo, quien informó que percibe un aproximado de 400 mil pesos mensuales y que posee 6 propiedades con un valor de más de 34 millones de pesos.
Esta declaración, que se realiza desde hace un par de años a partir de una “iniciativa ciudadana”, incluye una declaración patrimonial, una declaración de intereses y un comprobante de pago de impuestos. Claramente estos documentos son fácilmente alterables, a lo que se suman bienes que no estén a nombre del candidato, recurso ampliamente socorrido por políticos y gobernadores de todos los partidos, tal y como hemos visto en casos como el de Roberto Borge o Javier Duarte, por mencionar tan sólo a algunos.
De cualquier modo, es impresionante la forma en que los políticos tradicionales se enriquecen a costa de ocupar cargos públicos.
El ejemplo de Del Mazo es una clara muestra, el priista declaró un ingreso anual de 4,571,956 de pesos (casi 400 mil pesos mensuales), obtenidos por su cargo público (diputado), por “rendimiento de valores o contratos bancarios, plusvalías de participación accionaria e ingresos por préstamos”, y “otras actividades”. Es decir que además de ser un político sirviente de los empresarios es directamente un miembro de la clase empresarial, como muchos otros políticos.
Además en su declaración reportó que el ingreso anual de su esposa asciende a 720 mil pesos. Y por si fuera poco cuenta con 4 departamentos, un terreno y una casa, con un valor de más de 34 millones de pesos. Señaló que uno de los terrenos y un departamento fueron una "donación" y reportó dos vehículos con un valor de más de un millón cien mil pesos. Su cónyuge además tiene otros dos automóviles y 4 departamentos. Asimismo, reportó obras de arte, joyas y menaje de casa, con valor de más de 5 millones de pesos.
En un país donde la "clase política" se distingue por su cinismo en cuanto a la corrupción (comenzando con el propio presidente de la república), esta declaración no es una garantía para evitar ni el enriquecimiento ilícito ni el tráfico de influencias, pero sí que demuestra cómo es que los políticos viven como grandes empresarios en medio de lujos y despilfarro, mientras que es el pueblo pobre y trabajador quien tiene que cargar en sus espaldas el costo de la crisis y soportar además las deficiencias en servicios y el atropello de sus derechos.
Javier Duarte, hoy prófugo de la justicia, también llegó a presentar esta declaración. Sin duda los partidos al servicio de los empresarios se las ingenian para burlar fácilmente este tipo de requerimientos.