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Red Internacional
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Chile

Huelga minera escondida. 34 días de huelga en Escondida y la necesidad de fortalecer la unión de los trabajadores

La huelga de los trabajadores del Sindicato N°1 de Escondida ya cumple 34 días. A pesar de los intentos de retomar negociaciones en mesas con la empresa, esta última sigue respondiendo con intransigencia sin retroceder en su posición respecto a la reducción y desaparición de los beneficios ganados por los trabajadores en acuerdos anteriores.

Martes 14 de marzo de 2017 16:26

Más de 30 días en huelga llevan los más de 2.500 mineros de Escondida, quienes mantienen paralizada la producción de una de las mineras más grande del mundo productoras de cobre; sin duda, por su peso económico, productivo y organización sindical, la más trascendental para la clase trabajadora en un Chile atravesado por negociaciones en la minería este 2017.

El impacto económico ya se está sintiendo para la firma anglo-australiana Bhp Billiton, que ha tenido pérdidas de más de US$480 millones; así como también lo siente el Producto Interno Bruto(PIB) del país, donde los economistas empresariales han calculado que las expectativas de crecimiento para el primer trimestre han caído golpeando entre un 1,5 y 2%.

El proceso llevado adelante por los mineros, pero extendido por la intransigencia empresarial, también ha sido atravesado por ataques desde los medios de comunicación tradicionales y por la criminalización que la empresa ha querido difundir hacia el resto de la población.

Los mineros son del pueblo

Los medios empresariales y los dueños de la compañía cuprífera, se han encargado durante toda la huelga de desprestigiar la lucha de los mineros. Por un lado, la prensa tradicional sigue poniendo al centro que la pelea central de los trabajadores son los bonos ’millonarios’, pero nada dicen de que lo que realmente se juega en esta lucha para las y los mineros es poder mantener las conquistas de las negociaciones anteriores. Lo que está en juego es tirar por la borda más de 10 años de lucha y reivindicaciones de los mineros, cuando Bhp Billiton quiere arrebatar más de 13 beneficios que los mineros han conseguido para ellos y sus familias; entre ellos los de salud, educación, vivienda hasta las horas de trabajo.

Por el otro lado, está la empresa que desde el primer día ha querido deslegitimar la huelga, tratando a los trabajadores de vándalos y encapuchados que queman los recintos. Hasta el momento son acusaciones que no se pudieron comprobar. Aunque nada dicen de lo criminal que ha sido la política de la empresa de haber dejado a más de 1.200 familias en la calle los últimos años, con el fin de reducir costos de producción, aumentar más la competitividad de la minera a nivel internacional, la que a costa de despidos logró aumentar sus ganancias el año 2016; para ellos vale más llenar sus bolsillos que el pan de miles de familias trabajadoras. Así, Escondida, sigue la misma línea que las demás mineras y el Consejo Minero, que se posicionan como el rubro con mayores despidos y recortes desde el año 2014.

Por esto, es que sigue siendo fundamental el resultado de esta huelga. Si triunfa la empresa, los empresarios aumentarán su desidia y harán pagar a todos los trabajadores más allá del rubro de la minería las reducciones de costos. Si ganan los 2.500 trabajadores, se sentará el precedente de que los trabajadores podemos organizarnos y defendernos de los ataques empresariales. Por eso los mineros y su lucha, es la lucha de todo el pueblo trabajador.

Mesas sin resultados por la intransigencia empresarial

Desde que empezó la huelga han sido dos las oportunidades concretas de retomar las conversaciones entre la empresa y el sindicato para llegar a un acuerdo. A estas, los trabajadores han accedido sin problemas, al contrario, este se desata al momento de negociar, dado que los dueños de Escondida no quieren acceder a la demanda de los trabajadores cupríferos. Ante cada mesa la empresa no retrocede y los trabajadores bien se han mantenido por no perder lo que han conquistado.

El último acercamiento se dio esta semana, donde nuevamente Escondida afirmó públicamente que ha cedido a ciertas demandas; sin embargo, el Sindicato denunció que esta no quiere avanzar, ya que se siguen atacando las horas de descanso para los trabajadores, se mantiene la inestabilidad de los beneficios de salud, educación, vivienda y no se muestra por parte de la empresa interés en que las conquistas de los trabajadores sea igual para los mineros antiguos y los nuevos. Por lo tanto, es la empresa y su intransigencia la que mantiene una huelga que los medios día a día intentan responsabilizar a los mineros de no abrirse a un acuerdo.

La Santa Trinidad de los empresarios contra los trabajadores

El Gobierno, el Consejo Minero y Bhp Billiton, son quienes se encuentran en pie de no acceder a las demandas de los mineros de Escondida. Por una parte, el Gobierno, en voz del Ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, levanta las alarmas de los efectos económicos de la huelga de los trabajadores, intentando poner a la opinión pública en contra de los trabajadores; si se mantiene la huelga la economía del país se ve afectada y para ellos las excusas de llevar adelante cualquier ley que contemple presupuesto.

El Consejo Minero, que funciona como el cerebro de una colectividad de empresarios mineros, sigue estando a la cabeza de todas las políticas de ataques contra los trabajadores de esta industria. Son los abanderados de todos los planes de reducción que estos últimos años han sido sinónimo de despidos, precarización del trabajo, trabajo más pesado y extenuante hasta muertes de trabajadores de la minería durante el año 2016.

Y Bhp Billiton sigue sosteniendo la bandera de la intransigencia sin querer retroceder en su política de arrebatar los beneficios a miles de familias.

Ante la Alianza empresarial hay que fortalecer la unidad de los trabajadores

Si el Gobierno y los empresarios se encuentran unidos contra los mineros de Escondida, los trabajadores debemos responder con la misma fuerza. Por ello, se mantiene como una necesidad fortalecer la unificación de la clase trabajadora, como ya se demostró con la marcha que tuvo entre sus filas a los trabajadores de Molyb que se encontraban en huelga, trabajadores ferroviarios, de la fábrica de explosivos Orica, profesores y el Frente de Trabajadores Mineros.

En momentos donde la ley respalda poder quebrar la huelga mediante reemplazos, hay que dar más pasos a las acciones en su conjunto de los trabajadores y el pueblo trabajador. Que desde las organizaciones obreras se comiencen a elaborar un plan de lucha por el triunfo de los mineros del cobre en Escondida, un plan que contenga realizar paros en solidaridad o retrasos del comienzo de las jornadas laborales. Si los empresarios junto al Gobierno son fuertes, la clase trabajadora y minera lo pueden ser aún más, somos nosotros quienes movemos el mundo con nuestra producción no aquellos dueños de las compañías que desde sus sillas planean seguir atacándonos a favor de sus intereses.

Por esto, las jornadas de lucha nacional que se darán los días 17, 21 y 26 de marzo deben llenar las calles y acciones de los trabajadores y el pueblo en su conjunto, para fortalecer su organización para el triunfo de los trabajadores.