Dos importantes huelgas de hambre se están realizando en el país. La primera, de los presos políticos mapuche, y la segunda de los ex presos políticos de la Dictadura.
Natalia Cruces Santiago de Chile
Miércoles 29 de abril de 2015
Los presos políticos mapuche llevan 36 días en huelga de hambre, en medio del silencio de los medios de comunicación oficiales y del empeoramiento de sus condiciones de salud, debiendo ser traslados Miguel Toro y Cristian Levinao al hospital de Angol en medio de fuertes medidas de seguridad. Además se suma que tres de los presos, Pablo Melinao, Luis Marileo, Miguel Toro y Claudio Huentecol amenazaron con comenzar una huelga de hambre seca.
Entre sus demandas está que se cambie la medida de prisión preventiva que los mantiene presos y el traslado de otro de ellos. La huelga se enmarca en un fuerte clima represivo y de criminalización de las demandas mapuche, donde el Gobierno viene realizando una serie de querellas por atentados y donde los empresarios señalan estar armados y dispuestos a todos. Los presos políticos mapuche declaran estar dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias.
Por otro lado, los ex presos políticos de la Dictadura llevan 18 días en huelga de hambre. Esta protesta se ha extendido a nivel nacional a distintas ciudades, con cerca de 70 personas cuyo promedio de edad es de 70 años. Se encuentran realizando la acción en ciudades como San Felipe, Rancagua, Osorno, Santiago, entre otras. También los huelguistas están amenazando con huelga seca, de no ser respondidas sus demandas, entre ellas mejorar las pensiones e indemnización.
Los ex presos políticos señalan que fueron víctimas de la represión política y la tortura, recordemos que solo el informe Valech reconoce cerca de 40 mil personas que fueron detenidas y que sufrieron apremios ilegítimos.
Ambas huelgas de hambre dan cuenta de las políticas que el Estado y sus partidos de turno han tenido hacia estos temas: en el caso mapuche, la criminalización y represión constante, con jóvenes mapuche asesinados, presos políticos y militarización de La Araucanía. En cuanto a los ex presos políticos, la transición se basó en la impunidad y la reconciliación nacional, además de la reparación limitada, por lo que tampoco sus demandas han sido consideradas.