Durante estos tres días, decenas de migrantes han sido libreados pero 377 siguen detenidos tras la redada más grande en una década en los Estados Unidos.
Viernes 9 de agosto de 2019
La redada más grande en la última década y la más grande en un solo estado en la historia de los Estados Unidos tuvo lugar en 7 fábricas del ramo de la alimentación en 6 localidades del estado de Mississippi.
680 migrantes fueron detenidos porque según las autoridades del ICE (Inmigración y Control de Aduanas) detectaron irregularidades en la planilla de trabajadores de estas fábricas.
De los 680 migrantes detenidos de estos 122 fueron mexicanos y 34 ya fueron liberados el día de ayer. De los 88 mexicanos que quedan detenidos, 57 son hombres y 34 son mujeres.
Las imágenes que detonaron la rabia de miles de personas tanto en Estados Unidos como en México fueron los hijos de migrantes que el lunes asistían a su primer día de clases y que saliendo de estas se encontraron con la noticia de que sus padres habían sido detenidos por el ICE.
Tras este escándalo dónde decenas de niños se quedaron sin dónde ir, el ICE tuvo que liberar a padres y madres solteras y en varios casos en que ambos padres habían sido detenidos liberar a uno.
El ICE dijo que estas liberaciones fueron por “razones humanitarias”, ese es el cinismo de las autoridades estadounidenses que por razones humanitarias realizan una redada masiva a días del asesinato de varios mexicanos en El Paso a manos de un supremacista blanco, dándole continuidad a la xenofobia desde las instituciones estatales.
La sorpresa del ICE
El ICE indicó que el motivo de la redada masiva fue darse cuenta de la irregularidad de las contrataciones y el número de indocumentados que había en estas fábricas.
Parece que el ICE acaba de descubrir lo que por décadas le ha garantizado buen parte del sostenimiento de la economía estadounidense: la mano de obra migrante.
Lo más terrible del sueño americano, las familias migrantes tienen que cruzar todo México o buena parte de México, arriesgarse a cruzar la frontera de manera ilegal encontrar techo y trabajo precario y muchas veces por debajo de lo que se le paga al resto de trabajadores para que a la primer redada el patrón te deseche y te entregue al ICE.
Además de los ataques racistas que ha habido recientemente en varias ciudades, configuran el lema de la campaña de Donald Trump: “Make América great again”, es la derecha y los empresarios quienes se ven favorecidos con este discurso de odio que intenta ubicar al migrante que busca una mejor vida para su familia y no a los usureros de Wall Street y las grandes trasnacionales americanas.
Del tamaño del ataque debe ser el tamaño de la respuesta, esto ya no es un problema que le atañe únicamente a las organizaciones de apoyo a los migrantes y de derechos humanos, es necesario que los trabajadores de cada fábrica y centro de trabajo vean este como su centro organizador más fuerte para que desde ahí emane la solidaridad.
Así como los empleados de WaltMart amenazan con irse a huelga para que la cadena deje de vender armas, los trabajadores nativos deben impulsar acciones de solidaridad desde sus centros de trabajo como el paro en caso de redada, basta de separar familias y tratar a los trabajadores migrantes como criminales.
Los verdaderos criminales son quienes se ven favorecidos de esta política xenófoba y racista que impulsa la casa blanca, los trabajadores nativos y migrantes somos quienes seguimos pagando su crisis y que encima nos quieren ver divididos, es momento de decir basta y responder como un solo puño.