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PERÚ. 45% de la población peruana vive con las necesidades básicas insatisfechas

Entrevista al Director de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres y Defensa Nacional en Salud y SAMU, Manuel Fernando Agreda Sánchez.

Jueves 22 de junio de 2017

Imagen: Manuel Agreda en Huamachuco realizando el cierre de una formación brigadista.

Conversamos con el responsable de la Oficina de Epidemiología e Información de La Libertad, Manuel Agreda Sánchez, referente nacional en el área y docente de post grado en la Universidad Cesar Vallejo, quien lleva 27 años trabajando para el Ministerio de Salud (MINSA).

Las conclusiones que nos llevamos del encuentro se pueden resumir en los siguientes puntos cardinales:

● El 45% de la población vive con las necesidades básicas insatisfechas
● El 90% de los trabajadores se atienden a través del MINSA (es decir: 85 % de la población se atiende mediante el MINSA)
● EsSalud sólo atiende al 1% de la población necesitada
● El sistema de salud es insuficiente, está fragmentado y segmentado

LID: ¿Cómo funciona el sistema sanitario del Perú actualmente?

MA: Tomaré como ejemplo La Libertad, por su representatividad y por nuestro trabajo. En nuestra región viven casi dos millones de habitantes, es la segunda región más poblada del Perú. Tenemos 308 establecimientos sanitarios, es decir: 308 para atender a 2 millones de personas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) te pide UN médico cada MIL habitantes, en cambio nosotros tenemos UN médico por cada DIEZ MIL habitantes, tenemos una brecha de nueve médicos. Bajo esa circunstancia, igualmente nosotros mantenemos el nivel poblacional de salud en la región, con indicadores epidemiológicos controlados. Y no solamente faltan médicos, faltan enfermeras, faltan profesionales de la salud.

LID: ¿Cómo hacen para mantener ese nivel?

MA: Nosotros también nos preguntábamos cómo vamos a hacer con tan pocos recursos, todos los días… Bueno, las estrategias que utilizamos y lo que uno aprende es que si piensas mantenerte con el presupuesto del Estado, no vas a hacer nada, no vas a lograr nada. Entonces hemos ido construyendo diferentes alianzas con los distintos actores que impactan en la salud de la población y eso es lo que nos diferencia, lo que hemos logrado a través de los años, gracias al trabajo intersectorial, con agendas transectoriales, políticas regionales, pactos territoriales, etc.

Si vemos las estadísticas, por ejemplo Costa Rica invierte más del 10% de su PBI en salud, nosotros llegamos al 5.4% del PBI para salud. Esa diferencia, si observamos las dos poblaciones, notamos que en Perú ya pasamos las 30 millones de personas y en Costa Rica su población es de 4.9 millones de habitantes. Todavía nosotros mantenemos bolsones de pobreza extrema.

Hay un 33% de personas que no están recibiendo ningún tipo de seguro, en completo estado de vulnerabilidad.

Si lo analizamos como país, por ejemplo en necesidades básicas satisfechas, quiere decir educación, salud, protección, vivienda, nosotros tenemos todavía casi catorce regiones del país (hay 24 en total) que no las cumplen, lo que representa un 45% de la población con necesidades básica insatisfechas.

Pero al igual que en Argentina, nuestro país tiene absolutamente todos los recursos naturales para generar la riqueza suficientes para la población. Y así tenemos gente que no termina la escuela secundaria. Aquí hay brechas entre territorios, como las hay entre países. Somos un país bien rico, pero las inequidades y la injusticia social existen. Y la administración sobre todo, al igual que las leyes y normas que están, no se cumplen.

Existen tres entes que administran la salud de los peruanos: Seguro Social de Salud (EsSalud), el Sistema Integral de Salud (MINSA) y el Sector Privado. Aun así, al trabajador peruano le cuesta de su bolsillo entre el 37% y el 40% de los gastos de salud, aunque pague una cuota todos los meses.

El gobierno de PPK prefiere invertir en préstamos para empresarios en vez de darle el dinero al MINSA.

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MA: El 90% de los trabajadores están en MINSA, tenemos un sistema de salud fragmentado -desde la salud de las fuerzas armadas, EsSalud, pasando por la Cruz Roja y los privados- y también segmentado en niveles de atención.

Hay algo particular aquí también, para poder entender cómo funciona esto en el Perú. Nosotros somos Gerencia Regional de Salud, por ejemplo, como en Chiclayo y en otras regiones como en Piura y Cajamarca existen como Direcciones Regionales y Direcciones de salud, cada departamento tiene su autonomía al respecto, esto produce la fragmentación de estrategias también.

Tenemos cuatro niveles de atención: el NIVEL I, II, III y el III Especializado (o IV). En el Nivel I tenemos al 97 % de nuestros establecimientos de salud MINSA, es decir, puestos de salud y atención materno-infantil, del 70% de nuestra población. En el Nivel II entre el 20 % al 25%, con los centros y hospitales de apoyo. En el Nivel III tenemos los hospitales especializados que ocupan el 5% aproximadamente y el nivel III-E el 1%, que corresponden a los Institutos Especializados en Cáncer, Ojos, etc.

Es decir, nuestra mayor cantidad de presupuesto se va en el NIVEL I de atención. En otras palabras, el 85 % de la población se atiende mediante el MINSA, incluso los que poseen EsSalud que van con demandas allí, lo cual nos sobrepasa. Pero en cambio, en EsSalud es al revés, atienden sólo el 1% de la población más necesitada.

El presupuesto de EsSalud es mínimo para el primer nivel de atención y su nivel de atención especializado –con su presupuesto- ¿a qué porcentaje de la población afecta? Entre el 1 y 2 % también. Y este es un organismo mixto, privado y del Estado.

LID: Es decir que ustedes desde el MINSA a veces tienen que recurrir a otros actores para cubrir las demandas inevitablemente

MA: Así es, si necesitamos el apoyo de otros actores los convocamos. Uno busca garantizar la salud y también respetar su cultura en la población. Por ejemplo, hay grupos étnicos que sus gestantes están acostumbradas a realizar un parto vertical, nosotros garantizamos su atención como ellos lo hacen.

LID: ¿Qué sucede hoy con los suministros de medicamentos?

MA: El Seguro Integral de Salud, es quien provee de medicamentos para la atención de los asegurados, éstos medicamentes son adquiridos por el Ministerio de Salud, pero hoy la deuda del SIS al MINSA es elevada y nuestros establecimientos de salud están por colapsar económicamente, por ejemplo: un establecimiento de salud tiene que cobrarle ese monto cubierto al Estado, no al paciente, el SIS revisa las fichas, si hay un pequeño error, en el llenado de las mismas, por más mínimo y propio de la formalidad y papeleo que sea, no se paga esa ficha. No la paga, es una atención que se pierde o que no se da.

LID: O sea, el Estado no está pagando los medicamentos que hacen falta de sus propios establecimientos...

MA: No sólo medicamentos, sino también los insumos y la atención propiamente dicha por los profesionales, si el MINSA no paga a los establecimientos de salud esto los perjudica demasiado, se producen déficits en los presupuestos que resultan mal utilizados por estas razones.

Razones puramente burocráticas, a nosotros el Sistema Integral de Salud nos debe una millonada de plata. Entonces los hospitales ya no quieren atender, ya no hay más medicamentos en algunos sectores. No hay reembolso, se pierden insumos constantemente.

LID: ¿Qué puedes decir en relación a los trabajadores mineros? ¿Hay algún tipo de política en su región al respecto?

MA: No la hay, lo que sucede es que como son manejados por empresas privadas, bien cerradas, ellas lo manejan con el sector privado. Pero esta parte de la salud no la vemos nosotros como MINSA, no nos permiten el control. Utilizan consultorios privados, es decir, nosotros auditamos a los centros de salud privados pero no podemos llevar un control de la salud de los trabajadores mineros.

Podemos destacar dos problemas característicos en la minería: los mineros informales y los profesionales que migran hacia el sector privado.

La minería informal ha crecido bastante, no sólo es un problema para los mineros, producen daños al medio ambiente, daños a la población cercana, contaminan por ejemplo los campos o los ríos, las napas de agua. El derrame casual o no de cianuro en el río mata todo lo que hay en el agua y por ende en los sistemas de riego para la agricultura. Hemos tenido la oportunidad de ir a investigar un caso concreto, una situación de problema con los informales, que causó 20 mil truchas muertas en un criadero de las mismas y toda la región de cultivo, allí ya no crece nada.

Por otro lado, aquí un médico capacitado en atención de pacientes en emergencias pre hospitalarias, SAMU, gana 2800 soles, 850 dólares aproximadamente, mensuales, estamos gestionando para que les aumenten mil soles más por lo menos. Entonces un médico de SAMU que trabaja en la parte pre-hospitalaria, que no está en un hospital con las emergencias, que trabaja en una casa o en lugar fuera y tiene a todo el mundo ahí observándolo, familiares, periodistas, ladrones, de todo… y esa gente está bien formada, les cuesta de su propia plata capacitarse en eso –porque tienen que estar actualizados y cada curso de dos días cuesta 1200 soles aproximadamente-.

Entones ese médico, bien formado, capacitado y mal pagado, recibe una oferta de trabajo de una empresa minera que le dice “te pago el triple”, con los ojos cerrados se van y nosotros perdimos recursos capacitados y seleccionados, tenemos que volver a contratar a otro profesional y capacitarlos con nuestro presupuesto y también con sus recursos propios.

LID: ¿Ustedes terminan instruyendo al personal de las privadas?

MA: Exactamente, es un problema que vivimos debido a los bajos sueldos a nivel del sector público de los profesionales de la salud.

Comentarios finales

Los datos que nos aporta Manuel hablan por sí solos. La desigualdad en Perú es un ejemplo más del derrumbe del capitalismo y su forma de organizar el Estado. Que nos encontremos con un médico cada 10 mil personas es un despropósito, una muestra de la desidia de la clase política.

Como administran la vida sentados desde sus grandes escritorios de fina madera, hacen caso omiso a la batalla que cada día deben dar la mayoría las madres peruanas al requerir de un profesional de la salud, es casi imposible para las poblaciones más empobrecidas acceder a un dentista o a un traumatólogo (especialidades básicas para la medicina moderna y sus recursos reales). Todos los días la clase política peruana se pasea por los pasillos de los palacios de justicia, acumulando historial de corrupción, apelando con sus privilegios a las leyes que ellos mismos dictan para salir lo menos damnificados.