Este 4 de diciembre vuelve a homenajearse a Manuel José García Caparrós y a otros tantos jóvenes andaluces asesinados y represaliados durante la Transición a manos de las fuerzas de Seguridad del Estado. La familia de Caparrós sigue buscando justicia por su hermano.
Roberto Bordón @RobertoBordon13
Jueves 3 de diciembre de 2020
4 de diciembre, una fecha histórica para Andalucía, una fecha clave para el andalucismo. Aquel 4 de diciembre de 1977, se produjeron manifestaciones masivas en todo el territorio exigiendo autonomía y libertad para Andalucía. En un contexto de luchas como era el de la Transición (más allá de lo que diga el relato oficial), la muerte de un joven obrero de 18 años -trabajador de Cervezas Victoria y sindicalista de Comisiones Obreras- sacudirá el escenario político andaluz y se convertirá en un símbolo de la lucha del pueblo andaluz contra la represión del Estado.
Manuel José García Caparrós fue asesinado tras una carga de la policía por los disparos de una pistola reglamentaria. Quien apretó el gatillo física y políticamente sigue siendo una incógnita. 43 años después de su asesinato, la familia sigue buscando justicia. Ignorados continuamente por los distintos gobiernos, recientemente sacaron un comunicado donde exponían como tanto el gobierno del PSOE-UP en la Moncloa y el del PP-Cs con apoyo de Vox en la Junta de Andalucía han ignorado sus peticiones a pesar de haber enviado mensajes de apoyo de forma oportunista para lograr buena imagen.
Denuncian que, si bien el PP siempre se ha negado a apoyarles, el gobierno del PSOE-UP directamente ni se planteó acceder a la petición de acceso a la Comisión de Encuesta de enero de 1978, donde esperan poder encontrar los documentos necesarios para hacer justicia. Como afirma la familia, en el relato oficial “los muertos hicieron la democracia”, pero esta “democracia” ya no se acuerda de víctimas como Caparrós.
4 de diciembre de 1977
En plena Transición, se produjo el debate territorial sobre como debía configurarse el Estado español una vez llegada la democracia. La configuración actual de las Autonomías no fue como tal el punto de partida, sino que se fue forjando en aquellos años.
En el caso andaluz, el llamado andalucismo de la segunda ola, de gran éxito en aquellos años planteó la necesidad de que el Estado español reconociese la nacionalidad histórica andaluza y por tanto que se reconociera su derecho a la autonomía y a un mayor grado de autogobierno como se había hecho con otras nacionalidades históricas como Cataluña o Euskadi. La llamada vía rápida a la autonomía.
Esto fue rechazado inicialmente por el gobierno de la UCD. El 4 de diciembre de 1977 se convocó una manifestación en toda Andalucía, exigiendo el reconocimiento de la nacionalidad histórica, el autogobierno y la libertad, siendo uno de los lemas: Libertad, Amnistía y Estatuto de Autonomía.
En Málaga la movilización reunió a 200mil personas en un clima tenso debido a que la Diputación de Málaga era la única que se negaba a permitir que ondease una bandera andaluza, a pesar de que el pleno había aprobado su colocación. El presidente de la Diputación se mantuvo firme en aquel gesto.
Sin embargo, un joven, Juan Manuel Trinidad Berlanga, decidió enfrentarse a la autoridad y escalr la fachada del edificio para colocar la Arbonaida, es decir, la bandera andaluza. Esto fue respondido por parte de las autoridades con una carga policial donde las fuerzas de seguridad realizaron disparos con pistolas reglamentarias que acabaron con un macabro resultado: dos jóvenes de 15 años heridos y un joven sindicalista de 18 años muerto.
El joven Manuel García Caparrós yacía herido mortalmente cerca del puente de Tetuan, en lo que ahora se conoce como la Alameda de Colon. No llegó vivo al hospital y no se supo que agente había sido el autor del asesinato. En el lugar de su muerte, apareció un altar improvisado para presentar los respetos ante el sacrificio del joven y a su familia, miles de personas acudieron a presentar sus respetos.
Su funeral se convirtió en un acto de masas contra represión del Estado y la lucha por la libertad, a pesar de que inicialmente la familia no había deseado tal acción. Al día siguiente de su asesinato, se convocó una huelga general en toda Andalucía para continuar la lucha, enfrentándose miles a las fuerzas de seguridad del Estado. El joven se había convertido en un mártir de la lucha del pueblo andaluz.
Pocos días después, la escoria fascista de Fuerza Nueva, el brazo militante de la ultraderecha española destruía el altar de la esquina de la Alameda de Colon, un acto que provocó una ola de indignación en toda Andalucía. Durante los días siguientes al asesinato de Caparrós y a la acción fascista de Fuerza Nueva, hubo una serie de movilizaciones contra la represión policial.
Finalmente, el 28 de febrero de 1980 se realizaría el referéndum sobre la autonomía andaluza y en 1981 se constituiría la Comunidad Autónoma Andaluza. Esta segunda fecha quedaría colocada como día oficial de Andalucía por las fuerzas políticas que han gobernado Andalucía desde entonces, básicamente el PSOE-A.
Algo rechazado por los sectores del andalucismo pues borra el legado de los jóvenes que como Caparrós dieron la vida por la libertad del pueblo andaluz y cuya historia ha sido muchas veces olvidada. Es por ello, que para quienes recuerdan el sacrificio de Caparrós es el 4 de diciembre el verdadero día de Andalucía y la fecha que debe ser recordada y estudiada por los jóvenes andaluces.
La búsqueda de justicia
Han pasado 43 años desde aquel fatídico 4 de diciembre donde el Estado le arrebató la vida al joven Caparrós por participar en una movilización. Desde entonces los distintos dirigentes políticos han tratado de esquivar el asunto, baste mencionar que hasta 2013, el joven mártir no fue declarado hijo predilecto de Andalucía. Aún hoy, sus hermanas no han descubierto quien fue el agente que segó la vida del joven Manuel José, ni qué político fue quien ordenó la intervención policial. Como muchos otros episodios oscuros del origen del régimen del 78, la verdad se oculta y los responsables no son juzgados por sus crímenes hacia la clase obrera.
Este año la familia Caparrós ha anunciado en un comunicado que realizarán un acto privado en el Jardín de la Memoria de Málaga donde el joven descansa junto a las tumbas de sus padres. A diferencia de otros años donde se realizaban concentraciones en la esquina donde fue asesinado el joven, han decidido no hacerlo este 2020 debido a la actual pandemia.
Esto no significa que hayan dejado de buscar justicia, ya que en su comunicado la familia es muy crítica tanto con el gobierno central como el andaluz debido a sus negativas a apoyarles en el acceso a documentos y ayudas para descubrir la verdad sobre el asesinato de su familiar. Tal es el bloqueo que la Junta de Andalucía se ha negado a dar una subvención a la Asociación García Caparrós con la que esperaban crear materiales didácticos con los que educar a la juventud andaluza en los centros escolares sobre los episodios de la Transición como el que marcó tan terriblemente a su familia. Es decir, el dar a conocer a las nuevas generaciones la verdadera cara de la Transición, la existencia de miles de represaliados y de una gran cantidad de muertos a manos de las fuerzas de seguridad del Estado.
Aunque la familia no ha convocado en sí una concentración como otros años, varias organizaciones como el PCPA, Nación Andaluza e IZAR sí la han convocado en el histórico lugar donde fue asesinado Manuel José García Caparrós para seguir exigiendo justicia por el joven.
Roberto Bordón
Andalucía