Los trabajadores y trabajadoras del tercer sector tenemos muchos motivos para organizarnos y luchar. Por eso os invitamos a participar de la asamblea educativa este jueves.
Miércoles 2 de diciembre de 2020
Desde la Red de trabajadorxs Precarixs queremos invitar a los educadores de varios ámbitos; ocio, tercer sector, educadores... para llevar a cabo una asamblea donde poner voz a la precariedad y poder construir una organización que enfrente la precariedad y reivindique poder trabajar sin ningún riesgo.
Desde esta asamblea se quiere denunciar los abusos cometidos por las empresas que ponen en juego la vida de lxs trabajadorxs y de las personas usuarias para defender sus beneficios. Es por eso que os invitamos este jueves 3 de diciembre a las 19 h a participar de la asamblea virtual donde se podrá debatir y proponer como enfrentamos la pandemia conjuntamente con otros sectores que también están afectados por la crisis a la que nos llevan los capitalistas. Nuestras vidas valen más que sus beneficios.
En los últimos años ha quedado de manifiesto que el tercer sector es el último peldaño del estado del bienestar, un sector principalmente privatizado por empresas "sociales" que mueven millones de euros. Somos el sector más precario con diferencia entre el sector sanitario o educativo; con salarios bajos, externalización del servicio, sin conciliación de horarios, pésima atención a los usuarios, etc.
Centros que sobrepasan de mucho su capacidad, contratos precarios y carencia de recursos han sido la respuesta de las entidades privadas avaladas por las instituciones del Estado y la Generalitat de Catalunya. Un polvorín que ha aprovechado la prensa y la extrema derecha, como el partido de Vox, para criminalizar a los menores no acompañados. Tanto lxs trabajadorxs como lxs usuarixs (menores, gente mayor, salud mental, diversidad funcional…) no podemos seguir aguantando tanta precariedad, como recientemente han manifestado los educadores de Girona que actualmente siguen en lucha. Es por eso que desde Izquierda Diario queremos resaltar los 5 motivos que merecen ser secundados para pelear por una huelga.
1 Acabar con la precariedad laboral en el sector
La Generalitat ha querido recompensar con una paga compensatoria aquellos servicios esenciales que en la pandemia estuvieron activos. La compensación ha sido ínfima y no tapa la precariedad de este sector. Además que en muchos servicios esta compensación no ha llegado nunca. Aun así el convenio ha quedado paralizado por una patronal que quiere negociar el convenio a la baja, y eso que los salarios de los educadores llevan desde el 2010 prácticamente congelados y se calcula que se ha perdido un 30% del poder adquisitivo, ya que la subida de los sueldos solo ha sido de un 3%.
Desgraciadamente la precariedad no se queda aquí, puesto que es habitual que las entidades realicen prácticas abusivas como contratos de prácticas, cobrando un 75% del salario hasta un máximo de 2 años. También sufrimos impagos y atraso de los salarios como pasa con los trabajadores de la Fundación Battuta y de Eduvic. Esta precariedad no se da solo en el aspecto salarial sino que también la encontramos en los aspectos relacionados con las ratios, totalmente desproporcionados. Aspecto que además se agudiza cuando un trabajador está de baja, puesto que no hay sustituciones. También sufrimos horarios imposibles, nos hacen trabajar más horas, no pagan pluses de peligrosidad o de disponibilidad, etc.
2 Por un servicio de calidad con los usuarios
La precariedad laboral va ligada con la oferta del servicio. Uno de los sectores donde se puede ver más claramente esta relación son los servicios en atención a la infancia como los CRAEs, centros de acogida o piso tutelados. La falta de inversión en infraestructuras o recursos, añadido a un personal precario lleva al hecho que la función educativa quede en un segundo plano y la contención sea la prioridad de los centros. Horarios estrictos, sobre población, falta de atención e imposibilidad de vinculación provoca en los menores sucesos como, agresiones, depresión en los menores e incluso abuso infantil.
3 La educación social no puede ser un negocio
El tercer sector se ha convertido para muchas empresas en un negocio muy provechoso, hasta el punto que empresas como las de Florentino Perez han entrado en el sector. Fórmulas establecidas como adjudicaciones desde los presupuestos públicos, sin ningún control público de decenas de millones de euros ha hecho que estos últimos años las fundaciones/empresas se lucren, con salarios desproporcionados para los altos cargos y adjudicaciones fraudulentas. Las Fundaciones reciben aproximadamente por la atención y cuidado de la infancia protegida entre 3.500€ y 5.500€ por mes y niño, dependiendo del tipo de Centro Residencial y característica del niño/a. La mayoría de este presupuesto no se ve reflejado en el servicio, como denuncian diferentes sindicatos.
4 Por un servicio 100% público
En la actualidad es imposible imaginar que en la educación pública y la sanidad publica, la mayoría de sus empleados trabajen por empresas privadas, hecho que en el tercer sector es normal. De hecho la definición "tercero sector" es una falacia camuflada, según el Centro de Estudios de Temas Contemporáneos de la Generalitat de Catalunya, la palabra surge para definir las entidades no gubernamentales y no lucrativas, en contraposición al "primer sector" o sector público (gubernamental y no lucrativo), y al "segundo sector" o sector de la empresa privada. Es decir externalizar el servicio, en fundaciones "no lucrativas" (donde realmente hay lucro) para reducir el coste de un servicio público que tiene que garantizar el Estado.
En lugar de estas privatizaciones camufladas con “fundaciones no lucrativas” la administración pública tiene que asumir todas las funciones bajo la gestión de los mismos trabajadores del sector.
5 Democratizar el tercer sector
Es necesario luchar por un equipo educativo democrático donde las decisiones del servicio sean tomadas por el conjunto de lxs trabajadorxs, mecanismo totalmente necesario para poder pensar intervenciones sociales, pero también unos anticuerpos para acabar con la corrupción del servicio y las puertas giratorias que existen de políticos a fundaciones y viceversa.
Para hacer esto, es clave acabar con las empresas privadas que se lucran y que todo el presupuesto sea gestionado por todxs lxs trabajadorxs del sector de forma transparente y en beneficio de los usuarios y de quienes trabajamos en él.