Violaciones de derechos laborales, represión y 245 familias en la calle, son algunos de los saldos de la una huelga que ha recorrido toda la pandemia. Las y los trabajadores tenemos el desafío de sumar fuerzas para su triunfo.
Lunes 5 de julio de 2021
Entre tres presuntos procesos judiciales abiertos contra la Secretaria General del SutNotimex, amenazas de muerte y la permanente negativa por parte de las autoridades federales y la dirección de la Agencia de Noticias, este domingo 4 de julio, Notimex cumplió 500 días de huelga.
Fue el 21 de febrero de 2020 que las y los trabajadores estallaron la huelga por violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo, 245 despidos injustificados, entre ellos de una trabajadora embarazada, recorte de prestaciones y violaciones a la libertad sindical, medidas que fueron justificadas bajo la "austeridad republicana" y el supuesto combate a la corrupción.
Como protesta y para visibilizar el conflicto las y los trabajadores asistieron por la mañana de este domingo a realizar una "mega pinta" en la plancha del Zócalo de la CDMX, con el mensaje de "500 días de Huelga en Notimex. ¡Solución Ya!".
La acción que fue acompañada por trabajadores del SUTIEMS, la Agrupación Nuestra Clase, el Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas, Pan y Rosas y la Batucada Combativa, las cuales se pronunciaron por la unidad de las luchas, denunciaron la represión, la cual enmarcaron en la violencia que aqueja al gremio periodístico y a las mujeres en México, e hicieron un llamado a las centrales sindicales que se reivindican democráticas a movilizarse y poner sus fuerzas por el triunfo de esta lucha.
Más tarde, los huelguistas realizaron una conferencia de prensa en la que Adriana Urrea, secretaria general del SutNotimex, hizo hincapié en denunciar el costo creciente para el erario público que significa la huelga, por la falta de solución al conflicto laboral debido a la negativa de la directora general de la Agencia y los funcionarios integrantes de la Junta de Gobierno, sumando solo en salarios caídos más de 25 millones de pesos. Ello junto a la violación al derecho de huelga por Sanjuana Martínez, que mantiene operaciones ilegales, sigue cobrando su salario y ejerció completo el presupuesto del 2020.
A la par, la periodista reiteró el peso de Notimex en la producción de información en México y exponiendo la persecución política de la que son víctimas y los al menos siete intentos de rompimiento de Huelga por parte de la Dirección General, llamó a la unidad y la conformación de un frente por la defensa del gremio de la comunicación ante la violencia, junta a las y los trabajadores que defienden sus derechos laborales.
La huelga en encrucijada
Tal como es relatado por las y los trabajadores de Notimex, las violaciones a Derechos Humanos y laborales no cesaron en esa primera etapa del conflicto, sino se han repetido con el uso de otras instancias públicas, como la Fiscalía General de la República (FGR), la Guardia Nacional, la Comisión Federal de Electricidad, manteniendo una campaña de hostigamiento contra las y los huelguistas, a la cual se sumó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que se pronunció en respaldo a Sanjuana Martínez, criminalizando a las y los trabajadores, víctimas de la violencia por parte de la directora.
Estás acciones demuestran que –a pesar de las fracciones en disputa dentro del partido del gobierno y de que su posicionamiento frente a la huelga pueda tener matices– el conjunto del gobierno federal ha cerrado filas en este ataque contra las y los trabajadores, contado con el respaldo explícito de su titular, con las declaraciones de López Obrador que, ante cualquier cuestionamiento sobre Sanjuana Martínez, ha aludido a su labor periodística para defenderla y se ha negado a escuchar directamente a las y los trabajadores y establecer las instancias claras para resolver la huelga.
Previo a las elecciones las y los huelguistas mantuvieron durante un mes un plantón en Palacio Nacional, justo frente a la casilla de votación de AMLO, con la exigencia de establecer una fecha para que la Junta de Gobierno, máximo órgano de Notimex, sesione y establezca una salida al conflicto. Durante ese mes el hostigamiento de la policía fue constante y las trabajadoras recibieron amenazas de muerte.
Aunque el viernes 4 de junio desde presidencia se comprometieron a llamar a la Junta de Gobierno exigiendo que el plantón de la huelga fuera retirado, la reunión fue suspendida tras las elecciones, sin que hasta el momento se haya establecido ninguna reunión posterior.
Mientras la negociación se suspendió, rompiendo los compromisos establecidos por la presidencia, la persecución política ha ido en aumento, demostrando que la represión sigue siendo, como en los anteriores gobiernos, la respuesta a las luchas de las y los trabajadores y que, a través de la huelga de Notimex buscan aleccionar también a otras luchas, con el fin de que no emerja la expresión activa del cuestionamiento de franjas de trabajadores que están presenciando como la crisis económica es descargada en sus espaldas, afectando sus condiciones de vida.
A 500 días, la represión y la negativa a resolver mantiene la huelga en una encrucijada, volviendo insostenible la confianza que la dirección del SutNotimex muestra aún hacia la voluntad de negociación del gobierno federal, cuando en sus declaraciones descarga únicamente la responsabilidad de los ataques a los trabajadores en Sanjuana Martínez, Directora General, sin tomar en cuenta las políticas federales, que al igual que en Notimex, descargaron la “austeridad republicana” en los trabajadores, con despidos y recortes en prácticamente todas las dependencias públicas. Es decir, si bien la lucha en Notimex es ya icónica, no responde a una política aislada de una funcionaria pública.
Frente a ello, es indispensable señalar directamente la responsabilidad directa del Ejecutivo y el conjunto de instancias del gobierno federal en esta huelga, que, además, ha enfrentado la pandemia actual en cuatro campamentos, obligando a quienes defienden sus derechos laborales y humanos a exponer su salud y su vida.
Confianza en nuestras propias fuerzas, unidad y movilización
Si la solución a este conflicto no puede venir de la “buena voluntad” del gobierno, las demandas y triunfo de esta lucha solo podrán arrancarse confiando en la fuerza de las y los trabajadores y su movilización, en unidad con otros sectores en lucha, que comparten el mismo objetivo.
La represión –que alcanzó las amenazas de muerte contra las y los periodistas en lucha– exige de manera urgente la expresión del más amplio repudio social, que con una amplia campaña por los derechos democráticos y en repudio de la violencia sume el pronunciamiento de intelectuales, artistas, deportistas, periodistas, sindicatos, organizaciones de derechos humanos y políticas.
A la par, no basta con pronunciamientos, los sindicatos reivindicados democráticos, como la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) –a la que el SutNotimex pertenece–, la Nueva Central de Trabajadores (NCT) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), tienen que desplegar sus fuerzas reales para el triunfo de esta lucha, nutriendo la movilización y respaldando el fondo de huelga, para que la lucha no sea quebrada por falta de recursos para sostenerla.
Para ello se vuelve indispensable que en sus espacios sindicales se discuta entre la base trabajadora la solidaridad hacia esta lucha, llevando propuestas como: el aporte de 20 pesos por trabajador al fondo de huelga; la construcción de un paro de un día o incluso algunas horas en solidaridad y; una movilización unificada que sostenga como demanda central la solución a la huelga, además, del acompañamiento a los campamentos y a otras acciones convocadas por el sindicato en lucha, como a la que han llamado este miércoles 7 de julio a las 6 am en Palacio Nacional.
Pongamos toda nuestra fuerza por el triunfo de esta lucha, porque si gana la huelga del SutNotimex ganamos el conjunto de la clase trabajadora y gana la defensa del derecho a la protesta y la libertad de expresión.