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Red Internacional
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CORONAVIRUS. 5000 trabajadores paran la producción de Mercedes en Vitoria-Gasteiz ante la inacción de la empresa

La plantilla de la fábrica de Mercedes en Vitoria-Gasteiz ha parado la línea la línea de producción. Con 5.000 trabajador@s, la empresa se negaba a cerrar y mantenía un foco de contagio. Esta plantilla nos muestra cómo protegernos del coronavirus ante la codicia de la patronal.

Lunes 16 de marzo de 2020

Rebelión obrera en la Mercedes de Vitoria - YouTube

Al grito de ¡Cierre ya! y con aplausos, la plantilla de la fábrica de Mercedes en Vitoria-Gasteiz, la más grande de Euskadi con 5.000 puestos de trabajo, ha parado la cadena de montaje con sentadas, contra la decisión de la empresa de no cerrar la fábrica ante la crisis del coronavirus. Si en la mayor fábrica de una de las ciudades epicentro del coronavirus no paraba la producción, era la propia plantilla quien iba a decir basta.

El Comité de Empresa, tras días reclamando a la dirección el cierre por cuestiones de salud y recibiendo negativas, finalmente ha hablado con todos los sectores de la fábrica para imponer el cierre con un paro general al comienzo del turno de mañana del lunes 16, el cual durará por el momento 8 días.

Tal y como nos cuenta Roberto Pastor, secretario general de la sección sindical CCOO en Mercedes-Benz Vitoria, no se estaban cumpliendo las medidas de seguridad, ni la distancia entre personas y la decisión de no cerrar provenía de las oficinas de la dirección, perfectamente seguras y aisladas, mientras los trabajadores estaban apiñados en la planta.

Más adelante la empresa dará detalles del cierre que ha hecho efectivo la plantilla. Asimismo, la irresponsabilidad y avaricia de las patronales del automóvil se está viendo truncada a base de cierres. En algunos casos, por efecto dominó de una planta a otra al faltar piezas y en otros, como éste, por la acción de la propia plantilla organizada. Así, en los días siguiente, se avecinan otros posibles cierres de grandes factorías, como Opel o PSA.

Sin embargo, no sólo en el sector del automóvil se extiende la indignación entre quienes siguen teniendo que ir a trabajar en sectores no esenciales para combatir el virus y sienten que “les llevan al matadero” para seguir engordando los bolsillos de los capitalistas.

Ha sido la organización de la plantilla la que ha permitido imponer las medidas sanitarias que la empresa no quería aplicar, un ejemplo que debe generalizarse a otros sectores, que también denuncian desde una mayor precariedad cómo están trabajando y hacinándose de camino al trabajo en condiciones peligrosas ante la pandemia.

Tal y como declara la sección sindical de ELA en su comunicado, "No entendemos que se esté llamando a la ciudadanía a recluirse en casa y en la empresa más grande de Euskadi se deje en manos de la suerte que podamos contribuir a una situación desastrosa en esta crisis”.

Y es que al mismo tiempo que se generalizan medidas represivas en nombre de la cuarentena, millones de personas siguen exponiéndose a riesgos innecesarios para seguir produciendo. Pero la plantilla de la Mercedes marca el camino, así como hicieron estos días anteriores, los trabajadores de otras fábricas en Italia ante la inacción de la patronal.


Jorge Remacha

Nació en Zaragoza en 1996. Graduado en Historia en la Universidad de Zaragoza. Milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español y en la agrupación juvenil Contracorriente.