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Red Internacional
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Paro Portuario. 6 enseñanzas que nos deja el paro portuario de fin de año

El paro portuario de fines de 2018 fue una lucha que enfrentó al magnate Von Appen, la represión de Carabineros y la traición del dirigente Roberto Rojas apenas partía el conflicto. Cambió la historia del puerto y nos deja enseñanzas importantes: la democracia de bases, la lucha en las calles, la unidad con estudiantes y el cuestionamiento a la concesión a privados en el puerto.

Miércoles 2 de enero de 2019

Un conflicto que muestra, potencialmente, lo que puede lograr la clase trabajadora en Chile

Fueron 35 días de uno de los combates obreros más importantes del último tiempo. Miles seguimos el conflicto queriendo que triunfaran. Aunque no consiguieron que el dueño de la concesión portuaria TPS, Von Appen, cediera, si lograron la demanda obligando al gobierno y a poner parte del dinero que exigían. ¿Qué enseñanzas nos deja el paro portuario?

1) Necesitamos sindicatos sin burócratas, revocabilidad de los cargos y decidir todo en asamblea. Ante el mutismo y la ausencia del presidente del sindicato, Roberto Rojas, los trabajadores portuarios decidieron organizar una especie de "comité de huelga" desde las bases, con voceros y delegados para analizar hacia donde va el conflicto y para qué a través de las asambleas como instancia de discusión resolutiva. A pesar de que tuvo que aparecer por la presion de la lucha de clases a los 18 días del conflicto, Roberto Rojas no logró legitimarse ante los trabajadores. Sin embargo, el dueño de TPS exigió que fuera Rojas quien negociara y no los comités de huelga que representaban mejor a los trabajadores portuarios eventuales en conflicto. Es importante que ante la existencia de este tipo de dirigentes, en este caso un cómplice de Von Appen, los trabajadores se hayan organizado para superarlo y barrer con sus métodos burocráticos y de matonaje que se oponen a la unidad de los trabajadores. Pero la censura que había contra ese dirigente no ha continuado, en cualquier momento querrá recuperar su peso. Por eso refundar el sindicato con métodos democráticos es una tarea aun.

2) Las demandas se conquistan con lucha y en las calles a través de la unidad con la juventud y los sectores populares. Los portuarios, tal como hizo el movimiento de los “chalecos amarillos” del pueblo francés, demuestra que la única vía para conquistar las demandas de los oprimidos es la lucha en las calles. Los portuarios han sacado la conclusión de que en ningún momento se debe abandonar la medidas de paralización, como el bloqueo de accesos, que fue levantado a instancias de los dirigentes. Ni siquiera para "mostrarse abiertos al diálogo" podemos bajar éstas medidas, que son las que demuestran quiénes son los que producen la riqueza y es la única manera de derrotar seriamente al empresario. Pero esto también requiere de algo fundamental: el apoyo del resto de los trabajadores de otros sectores y la unidad efectiva con el movimiento estudiantil. En los alrededores del puerto marcharon universitarios y juventud en solidaridad. En la UPLA y la UV estudiantes paralizaron y se tomaron sus espacios para solidarizar con los trabajadores. Esta unidad empezó a traducirse en coordinación y en la amenaza de un paro regional que podría paralizar la ciudad.

3) Hay que disolver las Fuerzas Especiales de Carabineros. La tercera semana asaltaron el local sindical de estibadores portuarios, quienes opusieron una feroz resistencia, la policía destruyó gravemente la sede y difundió noticias falsas (como que los trabajadores tenían explosivos), querían alentar montajes. El 17, un auto gris luego protegido por la policía, atropelló impunemente a activistas. En medio de esto se hicieron públicos los videos del asesinato de Camilo Catrillanca y vuelve el odio generalizado contra la policía. La policía chilena no representa ningún interés obrero o popular. Su función es reprimir y en el camino roban al Estado, realizan montajes, asesinan y en el pasado torturaron a miles. ¿Por qué debería continuar una institución como esta? Hay que enfrentarla y pelear por su disolución, empezando por las Fuerzas Especiales que sólo tienen la función de reprimir manifestaciones sociales.

4) ¡Hay que poner fin al trabajo eventual y a todas las formas de contrato precario! Contratación indefinida y sueldos nunca inferiores a $450.000. Si bien los trabajadores portuarios ganaron algo, el respaldo legal para reducir los turnos y pagar de sueldo una miseria se basan en la figura de “trabajo eventual” que se hace por flujo de descargas. Esto le permite al empresario abaratar costos y despedir libremente. Es decir, la precarizacion e inestabilidad laboral siguen en el puerto. Las ganancias demuestran que existe presupuesto suficiente para mantener a todos los trabajadores con contrato indefinido. La lucha que se estaba gestando de los portuarios a nivel regional daba para acabar con el trabajo eventual. Hay que poner fin a este tipo de contrato que perjudica gravemente a la vida de las familias portuarias. Al mismo tiempo, necesitamos aumentar nuestras expectativas: vamos por una jornada laboral de 6 horas, 5 días a la semana y sin rebaja de sueldo para que todas y todos trabajen.

5) ¡Fuera Von Appen de los puertos! ¡Expropiación de las concesionarias y gestión de los puertos por trabajadores y sectores populares! El grupo Von Appen, dueño de la concesión portuaria (empresa TPS) obtiene ganancias por sobre los 136 mil millones de dólares. La demanda portuaria salarial equivale al 0,95% de esas ganancias. Producto de la baja del comercio (por el escenario externo capitalista) habían disminuido los turnos. ¿Por qué los trabajadores tiene que aceptar tal menosprecio laboral por parte de un intermediario privado que nunca quiere perder? El paro portuario cuestionando la concesión portuaria abre la pregunta ¿Es necesario un intermediario privado que gana millones y paga miserablemente a sus trabajadores? Nosotros creemos que no. Vamos por la estatización del puerto, pero bajo gestión de los propios trabajadores portuarios.

6) Estas enseñanzas no "flotan en el aire", no se pelearán solas. Necesitamos un partido revolucionario que desarrolle en la práctica estos procesos y que se niegue a entregar la organización de los trabajadores a las burocracias sindicales. Que se disponga a desarrollar la lucha de clases hasta conquistar todas nuestras demandas y enfrentarse al gobierno y sus empresarios, que defienda estas enseñanzas y las generalice para el resto de la clase trabajadora en Chile. Es la contribución con la que queremos aportar quienes militamos en el PTR.

Estas enseñanzas no pueden representar sólo en un buen recuerdo. Queremos que tenga continuidad y pueda generalizarse para el resto de las y los trabajadores en Chile. Estas enseñanzas marcan un ejemplo para lo que se vendrá en el 2019 con un gobierno con una crisis adelantada y que de igual forma intentará aplicar sus reformas neoliberales y para defender a los mismos empresarios de siempre.