En este año la Biblioteca Central de la UNAM cumplió 62 años de servicio para la comunidad universitaria. Y los trabajadores enfrentan distintos problemas para mejorar sus condiciones de trabajo.
Jueves 18 de octubre de 2018
Además de coordinar el Sistema Bibliotecario y de Información de la UNAM (SIBIUNAM), la Dirección General de Bibliotecas de la UNAM, tiene a su cargo directo, la operación de la Biblioteca Central, con acervos bibliográficos multidisciplinarios que incluyen 270 mil títulos en 527,000 volúmenes en la colección general, 450 mil registros de tesis y 3,586 títulos de Revistas y sus servicios son abiertos para toda la comunidad universitaria.
La biblioteca central se ha distinguido por su receptividad a las innovaciones, tecnológicas y de procesos técnicos centralizados, es la pionera en crear y establecer servicios bibliotecarios que requiere la comunidad universitaria.
Debido al desarrollo de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), éstas han impactado y modificado la manera en cómo se ofrecen los servicios actualmente en las bibliotecas. Por ello, la adopción de dichas tecnologías ha originado que las demandas y exigencias de los usuarios sean más específicas y los servicios en las bibliotecas sean más ambiciosos. De esta manera las bibliotecas han dado un enorme salto en su funcionalidad.
Uno de los servicios que ofrece la Biblioteca Central, es el catálogo automatizado (OPAC’s) que agiliza la respuesta de consulta de tal manera que el usuario que tiene acceso al catálogo en línea conocerá de manera inmediata si el material de su interés se encuentra en la biblioteca, así como la cantidad de ejemplares que existen y su disposición.
Otro ejemplo es el área de “circulación”, donde dependen la mayoría de las actividades y tareas de la biblioteca para el uso de la colección, en el cual, se implementó un sistema de automatización, como es el préstamo del material, el resello, la devolución y la cancelación de la multa, el registro de usuario, elaboración de etiquetas, estadísticas de uso de cada libro, reporte de usuarios morosos, etc. Esta aplicación de la tecnología ha agilizado las actividades y reducido los tiempos de operación.
No obstante, al implicar dichas tecnologías en el ámbito laboral supone una desaparición de actividades, optimización de otras y creación de nuevas funciones. Por ello, es importante la actualización permanente del personal bibliotecario y de la información, ante la constante incorporación de nuevas herramientas tecnológicas, todo esto con la finalidad de proporcionar un mejor servicio.
Los trabajadores frente a las TIC
Sin embargo, todos estos servicios bibliotecarios y de información que ofrece la Biblioteca Central a cerca de 8 mil usuarios por día dependen de los trabajadores de base que se enfrentan a distintos problemas laborales para hacer posible su funcionamiento.
Es importante crear e implementar nuevos servicios para que los usuarios tengan una gama de posibilidades de acceso a la información en cualquier formato, como la App que se pretende establecer en la biblioteca central y en las bibliotecas que conforman el SIBIUNAM. Los trabajadores administrativos de base, nunca hemos estado en contra de la aplicación de las TIC, sólo que deben ser informados e incluidos, pues somos nosotros el primer contacto de la comunidad universitaria que acude a la biblioteca central.
Frente a las nuevas tecnologías, los trabajadores exigen el respeto y cumplimiento a su CCT e información sobre los nuevos servicios que se implementen en la biblioteca, y así poder atender de manera oportuna a nuestros usuarios.
Por otra parte, las autoridades de la Biblioteca Central y Rectoría, no sólo tienen que implementar las TIC, sino también tomar en cuenta que desde hace más de 13 años en la biblioteca central, no se realiza un inventario en el acervo bibliográfico. Sería muy fructífero actualizar el catálogo (OPAC) de la biblioteca que no está acorde con los ejemplares que se tienen en las estanterías. De la misma manera son ya varios años, donde se ha solicitado se realice un descarte de manera responsable y funcional, para desahogar las estanterías que albergan la colección ya que se encuentran a su 100% de capacidad. Ya no hay espacio para las nuevas adquisiciones.
Los bibliotecarios debemos de influir y tomar el futuro de los servicios bibliotecarios dentro del ambiente tecnológico y global de la información, conservando lo esencial de los procedimientos. Estamos dispuestos a afrontar las nuevas tecnologías y a integrarlas a nuestras actividades de trabajo, en un ambiente tecnológico. Pero para ello es esencial exigir a las autoridades la adquisición e impartición contínua de nuevos conocimientos y habilidades para seguir siendo una parte vital en proveer los servicios y dejar satisfechos a nuestros usuarios.
Por ello es necesario la actualización de los cursos de capacitación que imparte la CMPCA de la UNAM, porque sus contenidos han sido rebasados por la implementación de las TIC, por lo que se requiere un nuevo Programa integral en los contenidos, que sean acordes a las nuevas tecnologías.