Las y los trabajadores del sector universitario nucleados en el sindicato UCU (University and College Union) votaron masivamente a favor de la medida de fuerza. En la consulta sobre salario y condiciones laborales el 81,14% votó a favor de ir a la huelga con una participación de voto del 57.71% y un 88.75% votó trabajar a reglamento, lo que incluye no tomar exámenes ni corregir y limitar las tareas administrativas. Además, en la consulta sobre el régimen de pensiones un 84.88% votó a favor de ir a la huelga con una participación de voto del 60.23% y el 90.14% votó a favor del trabajo a reglamento.
Miércoles 26 de octubre de 2022 23:14
No es de sorprender, mientras que los docentes universitarios han visto reducido su salario en un 25% desde 2009, los vicerrectores y altos cargos de las universidades han estado cobrando sueldos de seis cifras. La oferta final del 3% hecha por la Asociación de Empleadores de Universidades y Colegios (UCEA) está muy por debajo de la inflación (que se sitúa en el 11,8% del IPC en junio de 2022). Esta oferta significa otro recorte salarial en términos reales para el personal, ante la crisis y el alto costo de vida que se está viviendo en el Reino Unido.
Durante todo el periodo de votación, del 7 de septiembre al 21 de octubre, se organizaron eventos públicos, charlas y una activa campaña para llegar a la membresía a fin de lograr al 50% de participación de voto, ya que según las leyes (anti)sindicales las votaciones deben contar con una participación del 50% para que sus resultados sean legalmente válidos.
La estrategia de la campaña fue vincular en un solo conflicto cuatro aspectos que despiertan sensibilidad: los salarios, la precarización, la carga de trabajo e igualdad. El personal universitario exige un trato justo para el personal de todo el sector de la enseñanza superior y una solución integral para la forma en que se han socavado sus condiciones de trabajo durante la última década. La combinación de la erosión salarial, la carga de trabajo inmanejable y el uso generalizado de contratos inseguros han hecho que el entorno de trabajo sea más estresante para el personal, en particular durante y luego de la pandemia.
El salario en el sector cayó un 17,6% en relación con la inflación entre 2009 y 2019. Según la oferta de los empleadores y los datos de inflación más recientes, esa cifra es ahora de aproximadamente el 25%. Entre otras cosas, UCU exige un aumento salarial del 12% o del Índice de Precios al Consumidor (IPC) más el 2% en todos los niveles salariales, para mantener el coste de la vida y recuperar los salarios perdidos en años anteriores.
Otro tema que causa malestar es la precariedad laboral. Según un informe llevado adelante por UCU, “El trabajo precario en la enseñanza superior”, alrededor de un tercio de todo el personal académico está empleado con contratos de duración determinada; esta cifra se eleva a casi la mitad en el caso de los académicos dedicados exclusivamente a la enseñanza (44%) y a más de dos tercios (68%) en el caso del personal dedicado exclusivamente a la investigación. La precarización sigue siendo moneda corriente en la enseñanza superior.
El tercer reclamo del sector es por 35 horas semanales en todas las instituciones de educación superior sin pérdida de salario. Una encuesta realizada por UCU sobre la carga de trabajo de 2021 arrojó que el personal académico trabaja una media de 51,3 horas ETC a la semana (es decir, más de 2 días no remunerados cada semana).
La cuarta demanda es poner fin de la injusticia salarial y superar las diferencias salariales por motivos étnicos, de género y de discapacidad. La brecha salarial entre personal negro y blanco es del 17% y la diferencia salarial por discapacidad es del 9%. La diferencia salarial que media entre hombres y mujeres es del 16% y, al ritmo actual, no se cerrará esta brecha hasta dentro de 22 años.
Además del universitario, en el sindicato UCU se nuclean los docentes del sector de educación terciaria, cuyas huelgas por el coste de la vida entran en su cuarta semana. Miembros de UCU de 22 centros de enseñanza superior de Inglaterra están realizando huelgas de tres días (72 horas) por semana. Se trata de la mayor oleada de huelgas de la historia de la enseñanza superior. Desde 2009, los salarios en la enseñanza superior han quedado rezagados en un 35% respecto a la inflación.
Por último, la carga de trabajo, la desigualdad salarial y la precarización están directamente interrelacionadas y se agravan mutuamente. Las mujeres, las personas negras y las personas con discapacidad ven su carga de trabajo en aumento de manera desproporcionada y está en su mayoría con contratos eventuales.
Mientras el flamante primer ministro millonario anuncia más recortes, nuevos sectores de trabajadores se suman a la ya larga lista de huelgas por el salario y condiciones laborales.
Aún no se han dado a conocer las fechas de la huelga, pero el resultado de la votación parecería estar anunciando una huelga militante.