El próximo 8 de marzo se realizara el “Paro Internacional de Mujeres”. ¿Cuál es el rol de la Federación Universitaria de Córdoba? ¿Cómo se prepara el movimiento de mujeres en la UNC?
Martes 28 de febrero de 2017
Desde que se conformó el colectivo #NiUnaMenos en el año 2015 hasta la fecha, el movimiento de mujeres irrumpió en las calles visibilizando los terribles casos de femicidios. Se instaló un debate sobre los derechos que debemos conquistar y el rol del Estado frente a estas demandas.
Este enorme impulso se continuó expresando el año pasado, durante el mes de octubre, planteándose la necesidad de que se convoque un paro de mujeres a nivel nacional. Esto logró visibilizar no sólo el último eslabón de la violencia machista, sino también demandas propias de las mujeres trabajadoras: denunciar la discriminación en el trabajo, la doble y hasta triple jornada laboral, la pelea histórica por guarderías, días femeninos reconocidos, entre muchas otras.
Pero bajo el impacto de las masivas movilizaciones dadas desde el 2015 - no sólo a nivel nacional, sino también en otros países - para este 8 de marzo estamos preparando un Día Internacional de las Mujeres distinto. Será un #ParoInternacionalDeMujeres, que ya se está convocando en más de 30 países de Asia, Europa y América, el que hará que la tierra tiemble, siguiendo los caminos mostrados recientemente por las mujeres de Polonia, Estados Unidos y varios lugares de Europa, entre otros.
Ante una nueva oportunidad histórica para las mujeres y los sectores de la diversidad sexual, se nos plantean algunos interrogantes: ¿qué herramientas debemos tomar en nuestras manos y de qué manera debemos organizarnos las y los estudiantes, para realmente hacer que la tierra tiemble por las demandas de las mujeres? ¿Es posible que, si los estudiantes jugáramos este rol, conquistemos más derechos tanto dentro del ámbito universitario como por fuera?
Las mujeres en la UNC nos organizamos
Con el objetivo de visibilizar la violencia de género en la UNC y también tratando de encontrar respuestas concretas que aporten a combatir este flagelo, es que desde Pan y Rosas junto a compañeras independientes que se encuentran organizadas en las secretarias y comisiones de mujeres, impulsamos una campaña para crear el primer índice de violencia de género en la UNC. Organizar un relevamiento, mediante encuestas, nos permitiría profundizar tanto en problemáticas específicas como generales en torno a la violencia hacia las mujeres en nuestros lugares de estudio.
Esta iniciativa es un primer paso de organización desde abajo, mediante reuniones abiertas en donde pensamos en común este relevamiento, para culminar en una enorme asamblea de mujeres que se apropien de sus espacios de organización y discuta un protocolo que realmente sea una herramienta para avanzar en derechos.
De cara al 8 de marzo estas secretarías y comisiones pretenden recorrer lugares de trabajo para acercarse a las mujeres trabajadoras del transporte, salud y escuelas. Verdaderamente vemos la necesidad de aportar a la pelea por un paro efectivo, uniéndonos a nuestras compañeras y compañeros trabajadoras. Recorrimos también cada curso, difundiendo la movilización haciendo participar a todos, armando instalaciones donde cada estudiante pudo decir por qué apoya los reclamos de las mujeres movilizadas.
Un debate abierto a las actuales conducciones de la Federación y de los Centros de Estudiantes
Estamos convencidas de que si desde apenas algunas secretarías y comisiones podemos hacer está experiencia de organización junto a decenas de estudiantes, es posible imaginar cómo sería si desde nuestros centros de estudiantes y nuestra Federación exista una verdadera apuesta a la movilización de las mujeres este 8 de marzo, o a reclamar a las autoridades universitarias lo que nos corresponde. En este marco, nos parece necesario abrir un debate hacia la nueva conducción de la Federación Universitaria, como ya lo venimos haciendo.
Lamentablemente, hoy, en el contexto de un nuevo paro internacional de mujeres, nuestra Federación Universitaria responde de la misma manera que lo ha hecho en distintas luchas, no sólo frente a las demandas del movimiento de mujeres. Sabiendo que las tres organizaciones que la conducen participarán de esta movilización, resulta incomprensible el por qué no se desarrollan todas las instancias para que se movilice hasta el último estudiante, al igual que ellos. Pero la responsabilidad de la conducción de nuestra Federación va mucho más allá de actuar como una suma de corrientes. En este sentido, la FUC no debería limitarse solo a exigir asuetos administrativos que dependerán de cada unidad académica (es decir que no está garantizada su aplicación), sino que debe aportar propuestas reales para garantizar una enorme participación de las mujeres. Ya que es claro que sólo adhiriendo o pronunciándose no conseguiremos avanzar y conquistar derechos concretos.
La FUC que necesitamos es aquella que organice grandes asambleas de mujeres y disidentes sexuales para proponerles dar batalla contra la violencia de género en nuestras aulas y pasillos, que levante demandas como son las guarderías para que todas las compañeras que son madres puedan cursar y continuar con sus estudios, becas para las compañeras que lo soliciten en casos de violencia. Como así también, que pelee por lugares claros donde hacer sus denuncias y sean contenidas por un equipo técnico de profesionales, y que convoque a asambleas inter-facultades para avanzar en la implementación de un protocolo que se encuentre a la altura de las necesidades de las estudiantes que han sufrido violencia de género dentro de la universidad.
Es necesario que la FUC se transforme en una herramienta para garantizar la unidad entre las estudiantes, incluso para fusionarnos a las mujeres de los barrios populares y las mujeres trabajadoras. Es a este camino al que apostamos desde Pan y Rosas, y es a dar juntas esta pelea a lo que invitamos a todas las compañeras a sumarse.