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Red Internacional
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GOBIERNO MACHISTA. A tres años de la ley de aborto en 3 causales: ¡Las mujeres seguimos abortando en la clandestinidad!

Este mes se cumplen tres años de la ley de interrupción voluntaria del embarazo en 3 causales, sin embargo, la objeción de conciencia, junto al desempleo y la carestía de la vida que azota a millones, ha empujado a las mujeres con menos recursos a realizarse abortos clandestinos e inseguros. Frente a un nuevo 28 de septiembre, día internacional por la despenalización y legalización del aborto, organicémonos por el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito.

Viernes 25 de septiembre de 2020

El día 23 de septiembre del año 2017 entró en vigencia la Ley de interrupción del embarazo en 3 causales. Según cifras oficiales del Minsal, desde septiembre de 2017 a junio de 2020, 1524 mujeres decidieron interrumpir su embarazo; de ellas 577 lo hicieron porque peligraba su vida, 674 porque el feto era inviable y 273 por la causal de violación. Esto en un universo de 60.000 y 70.000 abortos inducidos al año (1), número que es estimado, ya que como el derecho al aborto no es legal, no existen estudios precisos que den cuenta de esta problemática de salud pública.

No es casual que las cifras de abortos realizados por la causal de violación sea menor, ya que es la que presenta mayor objeción de conciencia con un alto porcentaje de médicos que se niegan a practicarlo. Según datos del Minsal, el 89% de los médicos en Chile es objetor de al menos una causal. Un 18% es objetor de la causal "Por riesgo de la vida de la madre", un 25% de la causal "Por inviabilidad del feto" y un 46% de la causal tres que es "por violación", quedando solo un 10% de médicos no objetores de ninguna de las tres causales. Esto aún cuando un 68% de las personas en Chile está de acuerdo con que una mujer acceda a un aborto, considerando opción libre y la posibilidad en caso de violación, según lo informado por la Encuesta Ipsos en la plataforma Global Advisor.

A esto se suma que en plena pandemia hay denuncias de falta de entrega efectiva y gratuita de anticonceptivos. Según la médico Natalia Sánchez del Hospital Regional de Antofagasta "en el hospital no se entregan anticonceptivos, eso solo se hace en los consultorios, pero hay que pensar en la red de salud pública en su conjunto, y hoy en Chile como en Latinoamérica no estamos dando abasto, lo que ha significado que al menos un 50% de las mujeres ha tenido alguna dificultad a la hora de conseguir sus anticonceptivos, lo que evidentemente aumenta el riesgo de embarazos no deseados. Ahora, en Chile, ¿quién responde por eso? Cuando solo existe el aborto en 3 causales, que además está franqueado por la objeción de conciencia, que en comunas como Antofagasta y Calama llegan hasta un 70% de los médicos ginecólogos", asegura la profesional.

Además se debe considerar que la mayoría de las mujeres no tienen los bienes económicos para acceder a un aborto en clínica privada o en el extranjero, ya que están precarizadas, siendo un sector importante dentro de los millones que hoy se encuentran sin empleo.

Frente a lo anterior y de cara a un nuevo 28 de septiembre, día de la despenalización y legalización del aborto, es necesario que retomemos las calles como lo hemos hecho cada 8 de marzo, en cada femicidio, retomando el camino de la huelga general como lo hicimos en el estallido social, por el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito, para que ninguna mujer deba padecer las consecuencias de un aborto clandestino, y por una Asamblea Constituyente libre y Soberana, para defender de conjunto el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y vidas.

(1) Cálculo basado en la tasa global de fecundidad de 1.94 hijos por mujer en edad fértil, prevalencia de 64% de uso de anticonceptivos y las más de 33.000 hospitalizaciones por aborto. Citado en CASAS, Lidia, VIVALDI, Lieta (2013), “La penalización del aborto como una violación a los derechos humanos de las mujeres”, en: VIAL, Tomas (Ed.), Informe Anual sobre Derechos Humanos en Chile 2013 (Santiago, Universidad Diego Portales), p. 92.