En la lucha por el Acuerdo Marco con Codelco el 2015, el minero subcontratado fue abatido por un disparo de una pistola de 9mm del sargento Marco Guerrero Martínez, afuera de la división El Salvador.
Martes 24 de julio de 2018
Era la madrugada del 24 de julio y recibimos la noticia, habían matado un "viejo" en un duro enfrentamiento con Fuerzas Especiales, que se empeñaba en desalojar una toma de faena en la División El Salvador de Codelco. 21 días de movilizaciones y esa noche la represión policial se dejó caer con 127 tiros de escopeta de 12mm, 87 granadas de mano, 105 cartuchos lacrimógenos de 37mm, 4 kilos de polvos químicos y al menos 33 balas de 99mm, una de estas última fue la que robó la vida de Nelson.
El crimen contra el obrero se efectuó en el contexto de lucha de los trabajadores subcontratistas de Codelco, donde los miembros del sindicato Geovita se encontraban batallando contra la cuprífera por exigir renovación del Acuerdo Marco del 2015. Conflicto que fue fuertemente reprimido por fuerzas especiales (FFEE).
Luego del asesinato, la Confederación de Trabajadores del Cobre encabezada por el Partido Comunista, que manifestaba "tener un pie en el gobierno y el otro en la calle" decidió quedarse en el bando contrario de los trabajadores y bajó las movilizaciones por un protocolo de acuerdo que significó una dura derrota para el conjunto de la clase trabajadora.
Significó un duro golpe para uno de los sectores más de vanguardia de los trabajadores, que desde el 2007, con 37 días de combativas huelga, protestas, cortes de ruta, tomas de faena, la movilización de las familias trabajadoras y la solidaridad de las comunidades, habían conseguido negociar todos los trabajadores contratistas contra la empresa mandante, pasando por alto la letra del Código Laboral de la dictadura que los obligaba a negociar solo con su empresa contratista.
Fue la antesala de la Reforma Laboral que actualmente faculta a las mandantes para contratar a otras empresas y así reemplazar a los trabajadores contratistas en huelga. Quisieron borrar toda la experiencia de organización de los contratistas, desarticularon los sindicatos con miles de despidos en la minería, descargando sobre los hombros de los trabajadores la baja del precio del Cobre. La Nueva Mayoría no sólo logró desarticular a los trabajadores e implementar una reforma que hizo retroceder los derechos colectivos que habían conseguido con lucha, también pavimentó el regreso de Piñera y una legalidad al servicio de la patronal.
En tanto, el #Milicogate dejaba en evidencia como un régimen político hecho a las medida de los empresarios, usaba a las Fuerzas Armadas para reprimir y asesinar a quienes producen las riquezas que desfalcan políticos e instituciones corruptas. Millones de dólares del sudor de obreros, que podrían haber financiado el Acuerdo Marco y educación gratuita universal, hospitales, viviendas y salud.
El Acuerdo Marco de 2013, sigue vigente pero no lograron actualizarlo el 2015 según las necesidades reales de los trabajadores contratistas, quienes representan el 70% de la dotación de la cuprífera estatal y los sectores más precarizados.
La justicia empresarial desistió de investigar asesinato de Nelson Quichillao en marzo de este año. Desde el mundo sindical, la decisión de la fiscalía fue tratada como un duro golpe para los trabajadores, ya que una vez más el asesinato de un trabajador queda en la completa impunidad.
A los casos de Nelson Quichillao se suman los de Rodrigo Cisternas (obrero forestal) el 2007 y Juan Pablo Jiménez (dirigente sindical subcontratado de Azeta) el 2013.
Es vital aprender de estas derrotas, recordar a estos trabajadores contratistas, su confianza en las fuerzas de la clase obrera y su voluntad de lucha por transformar la realidad.
El movimiento de mujeres, que en el mundo se alza contra la desigualdad, podría darle óxigeno al movimiento contratista y reponer la demanda por igual trabajo igual salario, ya que el régimen de subcontratación golpea a las mujeres doblemente. Así, derribar el Chile patronal que heredamos de la dictadura, golpear juntos con estudiantes y el pueblo Mapuche a los patrones de Chile que se enriquecen a costa de la vida de miles de personas y de la devastación del medio ambiente.
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