La juventud jugó un papel decisivo en los momentos más violentos y crudos de la dictadura militar. Los hermanos Rafael y Eduardo Vergara, junto a Paulina Aguirre son un claro ejemplo de efervescencia combativa que deben conocer las nuevas generaciones, aquellas que saltaron los torniquetes y luchan cada día por una sociedad diferente, sin explotación, ni opresión.
Lunes 29 de marzo de 2021
Se cumple otro aniversario más del asesinato de los militantes revolucionarios del MIR, Rafael y Eduardo Vergara Toledo a manos de Carabineros un 29 de marzo de 1985, luego de ser interceptados en un callejón de la población Robert Kennedy, ubicado en la comuna de Estación Central. A su vez se conmemora el asesinato de la también militante mirista, Paulina Aguirre Tobar, quien abatida por agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), en el sector de El Arrayán, la misma noche que los hermanos Vergara Toledo.
No cabe duda que los crímenes de lesa humanidad y múltiples violaciones a los Derechos Humanos perpetrados en dictadura, son heridas que aún permanecen abiertas en la memoria de miles de personas, quienes debieron sufrir en carne propia o por medio de algún familiar, amigo, o camarada, hechos horribles como son la desaparición, la tortura, o la muerte. Heridas que en gran medida permanecen abiertas por la impunidad de los responsables, pero también frente a la violencia con que el Estado actuó y aún sigue actuando en contra de aquellos que se organizan y se manifiestan con el orden de la clase dominante, junto con su modelo económico y político, heredero de la dictadura con sangre y fuego.
Sin embargo las antiguas generaciones siguen con esperanza los nuevos procesos abiertos durante las últimas décadas, como es el caso del estallido social del 2019, que con una juventud sin miedo, y representante del enorme fervor, que tanto en el pasado, como en la actualidad logran con un enorme entusiasmo la vida de amplios sectores.
Eco de esto podemos visualizarlo en los padres de Rafael y Eduardo, Manuel Vergara y Luisa Toledo, quienes hasta el día de hoy mantienen su convicción en una sociedad diferentes.
“Nosotros hemos juntado el pasado y el presente. Admiramos a los jóvenes de ayer, así como a los de hoy, que son muy parecidos al Rafa, al Eduardo y al Pablo. Creo que una de las cosas más importantes de la juventud es que los jóvenes son críticos de todo lo que pasa alrededor, tienen ideales y quieren cambiar las cosas, tal como querían el Rafa y el Eduardo, por eso es muy similar lo que está pasando ahora con lo que pasó en dictadura. Nosotros creemos en los jóvenes, creemos que en ellos están los cambios”, señala Manuel para Radio Universidad de Chile.
¿Qué hacer con el legado de la juventud combativa y revolucionaria?
A 36 años de los crímenes en contra de Rafael y Eduardo Vergara Toledo, y Paulina Aguirre Tobar, resulta fundamental poder estudiar seriamente los importantes cambios ocurridos durante la dictadura de Pinochet, que a la par de una represión y violencia sin precedentes hacia la clase trabajadora junto a sectores populares organizados, y los partidos de izquierda, trajo consigo una extraordinaria juventud que es la que debemos reivindicar, tanto para las luchas actuales, como para las venideras.
Por tanto, es indispensable analizar críticamente procesos como los de la Unidad Popular, los movimientos revolucionarios y de izquierda, y su respuesta durante las circunstancias políticas a las que debieron enfrentarse. Y en este sentido promover el debate de ideas que nos permita realizar un balance concienzudo sobre qué estrategia defender y que alternativa construir frente al modelo capitalista que rige sobre nuestras vidas, afectando y condenando a la miseria a decenas de miles de personas, y en particular una juventud cada vez más precarizada, y a la que pareciera negársele el futuro.
Por todas aquellas y aquellos que han luchado, luchan, y seguirán luchando contra las miserias de este sistema de explotación que nos embrutece diariamente, y por aquella juventud que al calor de la rebelión del 2019 salto los torniquetes cuestionando el modelo de los 30 años, que hoy se encuentran perseguidos o directamente privados de libertad en las cárceles, y aquella prisión llamada SENAME ¡Eduardo y Rafael Toledo Vergara Presente! ¡Paulina Aguirre Tobar presente!