Opinión. Dauno Totoro: A 4 años de la rebelión, no olvidamos la verdadera historia

Fuimos millones. Y eso lo muestran todas las fotos. Sé que todos tienen algún pariente que participó. Ahora nos quieren decir que quienes salimos a marchar somos los culpables de la crisis que se vive en Chile, económica y social. Siempre se quiere culpar al pueblo y a los pobres.

No hay que olvidar las razones de por qué se salió: por los miles de muertos en listas de espera, porque después de décadas trabajando las pensiones son humillantes para jubilados, porque hay que partirse el lomo en el trabajo, que se mate a mapuches impunemente, como Camilo Catrillanca.

Una de las grandes lecciones que hay que sacar: esas exigencias no se van a resolver en un proceso constitucional sometido a los poderes constituidos. Hay que aprender de la experiencia. Cuando los dueños del país se ven atacados, harán de todo para defender sus intereses, desde la represión, hasta tomar la bandera de la nueva Constitución para escribir una nueva constitución a su talla.

Hay que romper la ingenuidad: el proceso actual es contra las mayorías. El anterior no iba a cambiar la realidad del país, fue para desviar la movilización y que esos anhelos profundos fueran desviados a la institucionalidad.

Esas demandas no fueron resueltas. Y el mundo muestra el capitalismo decadente. Contra la resignación: No basta con una revuelta. Hay que organizarse e ir más allá, cuestionar el conjunto del orden de los poderosos y sus ganancias.

Es increíble como tratan de reescribir la historia. Al igual que la derecha lo quiso hacer con la dictadura de Pinochet. Macaya dice que quiere borrar el legado del estallido social, porque en el fondo quiere defender la herencia de la dictadura, de la desigualdad, del saqueo al medioambiente, de la precarización. Hablan de un “estallido delictual”, de bandas de delincuentes, de golpe de Estado no tradicional, de KPoper, de Extraterrestres.

Pero lo que fue, fue un movimiento de masas, fuimos millones en las calles. Y de eso no me olvido. Una gran mayoría de la población que se hastió de los salarios de hambre, de las pensiones que no llegan a fin de mes, de los abusos, de los malos tratos, de la prepotencia de los políticos empresariales.

Y hoy esas demandas no han sido resueltas. Peor aún, se ha profundizado la crisis económica y social. Y por otro lado, se ha mantenido la total impunidad a los represores.
Este gobierno ha tenido una línea de continuidad con Piñera en esa materia: ha garantizado la más absoluta impunidad para los responsables materiales y políticos de la represión. Trata de Demócrata a Piñera, lo invita en su avión a Paraguay, deja en su lugar a Ricardo Yáñez cuando es llamado a declarar como imputado por responsabilidad de mando en casos de torturas, y ahora esto de las pensiones y del programa de reparación.

Es tal el nivel de abandono por parte del Estado que hace pocas semanas Jorge Salvo, trauma ocular, se quitó la vida. Y es el 4to víctima de trauma ocular que lo hace. Es brutal.