Han pasado 3 meses de aquel fatídico 3 de mayo en el que colapsara un tramo de la estructura del metro en la línea 12. La tragedia, producto de la negligencia gubernamental y la avaricia empresarial, cobró la vida de 26 y dejó 79 lesionados. ¿Qué ha pasado hasta ahora con víctimas y responsables?
Miércoles 4 de agosto de 2021
La noche del 3 de mayo en las redes sociales y medios de comunicación, sólo se hablaba de una cosa: el colapso de la línea 12 del metro entre las estaciones Olivos y Tezonco. Las imágenes eran impactantes: enormes pedazos de concreto colapsados y sobre ellos el convoy en el que viajaban rumbo a casa decenas de personas.
La indignación brotó, las razones sobraban: porque se inauguró y echó a andar a pesar de las deficiencias, porque usuarios y vecinos ya lo habían advertido desde 2017, porque las constructoras multimillonarias se ahorran unos pesos restando seguridad en las obras, porque pudo ser cualquiera de los que andamos a pie en esta ciudad monstruo.
Investigación oscura: se ha negado información a víctimas
Este lunes los abogados de 18 de las víctimas hicieron públicos tratos que revictimizan a las familias, así como irregularidades en la investigación a cargo de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) y el espaldarazo por parte de la titular.
La opacidad del proceso es tal, que los abogados de las víctimas aseguran que no conocen siquiera el nombre del funcionario responsable de la investigación.
Tampoco han tenido posibilidad de conocer la carpeta de investigación, misma que contiene peritajes y dictámenes. Ante la negación de la Fiscalía, las familias buscaron una reunión con la titular de esta dependencia, Ernestina Godoy, quien se negó a recibirlos.
Puertas abiertas para Slim e impunidad para políticos implicados
Mientras las víctimas reciben negativas, Slim ha tenido las puertas de Palacio Nacional abiertas de par en par. Como bien se sabe, el tramo que colapsó en mayo, fue construido por una de las empresas del magnate Carlos Slim, y existe además un peritaje oficial publicado por la revista Proceso que lo confirma: existen deficiencias en las columnas de acero del tramo elevado de la línea 12, construido por una empresa de Carlos Slim.
Lejos de pensar en fincar responsabilidades contra este empresario, el presidente no ha dado más que elogios y su respaldo al hombre más acaudalado del país.
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El acuerdo con presidencia es que dicho tramo sea reconstruido “sin cargo para el erario” por parte de una de las constructoras de Slim, acuerdo que no se ha cansado de agradecer. Lo que se agradece al empresario es que subsane el daño que él mismo generó, como si dicho daño se limitara a la caída de una viga y no hubiese de por medio 26 muertes de la clase trabajadora.
Mientras tanto Marcelo Ebrard, quien fuera Jefe de Gobierno durante la construcción y prematura inauguración de la línea, sigue al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y no ha habido consecuencia alguna para el canciller ante la brutal tragedia que impidió el regreso a casa dos decenas de habitantes en Tláhuac.
Miguel Ángel Mancera, su sucesor y actual senador, fue señalado por un sector del MORENA quién pedía su desafuero, sin embargo, las aguas en el partido guinda se partieron y al final no pasó a mayores. Esto pese a que durante la administración de Mancera se conociera de las fallas generales de la línea y el deterioro que generó el sismo del 19S en 2017.
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A su vez, Claudia Sheinbaum, quien gobierna desde diciembre de 2018 y a quien se le informó igualmente de los daños en la línea, no ha sido cuestionada y es, además, quién se ha encargado de enviar mensajes vacíos en los que promete justicia para las víctimas.
Empresarios y gobiernos en un mismo equipo
La línea 12 –como muchos otros casos- tienen como origen la avaricia y contubernio de empresarios y gobiernos. Esta obra que costó a los mexicanos 26 mil millones de pesos –casi 10 mil millones más del presupuesto original-, sumado a los millones que costaron las reparaciones de 2014, significó un millonario negocio para constructoras como Slim.
Se han publicado ya peritajes que demuestran no sólo fallas en la obra, también el uso de materiales de bajísima calidad, hecho que, en su momento, fue señalado por diversos trabajadores a los responsables de obra.
¡Justicia para los 26 que no llegaron a casa!
Esta ambiciosa alianza de políticos y millonarios les costó la vida a 26 personas humildes, obreras, de las de abajo. Por eso es ingenuo esperar que venga de los mismos responsables la justicia para las víctimas, y como se ha demostrado en estos tres meses, no se tocarán ni un pelo entre ellos.
La verdadera justicia para los que hoy no están, tampoco pasa por dádivas como casas o indemnizaciones... ¿Cuánto vale la vida de uno de nosotros? ¡Con su dinero no alcanza!
La verdadera justicia vendrá del pueblo pobre y trabajador organizado y luchando en las calles. Es la movilización la que puede garantizar el juicio y castigo para los culpables y arrancar el presupuesto necesario para hacer realidad la seguridad, no sólo de la línea 12, sino de todo el transporte público de la Ciudad y el país, para que ninguno se quede a medio camino nunca más. A la par de lograr la expropiación a los empresarios responsables, de la inmensa fortuna que han generado a costa de la explotación, precarización y la vida de las y los trabajadores, así como de sus familias.
