Con una goleada por 3 a 0 (tantos de Garate, Peñalba y Wilchez), Tigre derrotó a Lanús en los 45 minutos que restaban para completar el partido correspondiente a la 14va. fecha que fuera suspendido en el entretiempo debido al temporal. Con este resultado, el equipo del mellizo Guillermo pierde una gran oportunidad de mantenerse cerca de la punta.
Augusto Dorado @AugustoDorado
Jueves 13 de noviembre de 2014
Fotografía: DYN
De aquel primer tiempo nublado que había terminado 0 a 0, el partido se completó con baile de Tigre al granate. El equipo de Alfaro dominó en todo momento y mostró pasajes de buen nivel.
De un tiro de esquina a los 16 minutos llegó el primer gol, la pelota rebotaba en el área como un pinball, Canuto remató al arco y tapó Marchesín; Garate recibió el rebote, pifió una media chilena pero pudo pegarle desde el piso a una pelota que pegó en el travesaño y picó apenitas adentro. Gol confuso y embarullado, pero que ponía en ventaja a los de Victoria.
A los 19 minutos, Lanús salía jugando desde abajo y la pelota –larga- quedó dividida entre Velázquez y Garate. El defensor quiso llevárse el balón con un planchazo descalificador. Roja directa, el granate con 10.
Con ventaja en el marcador y un jugador más, el matador tomó confianza. Empezó a toquetear y florearse, y en una de esas combinaciones Peñalba quedó a las puertas del área, se acomodó para su mejor perfil y sacó un derechazo a colocar. Al ángulo, golazo para el 2 a 0.
Al ratito, en otra llegada de Tigre, Wilchez la cambió para Itabel que se la picó a Marchesín para convertir un golazo. Aunque el travesaño le dijo que no a Itabel, el rebote lo recogió Wilchez, que aseguró el 3 a 0 con un zurdazo ante un arco vencido.
Alguna más tuvo el matador, pero Marchesín evitó que se transformara en un papelón para Lanús.
La parcialidad local, más que contenta: resultado y buen fútbol. Y en sólo 45 minutos. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. O tres, como en este caso.