Ya son miles los trabajadores despedidos. La desaceleración económica que los mismos capitalistas han provocado la están descargando sobre los hombros de la clase trabajadora. Los dirigentes burocráticos nos han hecho esperar tanto, que las condiciones para salir a luchar por nuestros derechos se caen de maduras. ¡Es hora de hacer como los trabajadores de Air France!

Edward Gallardo Basay Dirigente sindical minero - Director CTC - Consejero Nacional CUT - Alternativa Obrera
Lunes 12 de octubre de 2015
Nelson Pizarro, presidente ejecutivo de CODELCO, anuncia miles de despidos en la estatal y las empresas contratistas, al unísono, responden la ordenanza. Comienzan a despedir trabajadores en todas las divisiones, principalmente aquellos que forman parte de los sindicatos más combativos en las movilizaciones por el Acuerdo Marco y también de aquellos sindicatos que históricamente han dado lucha frente a los abusos de la estatal y las contratistas.
En las privadas también han recibido el mensaje y azuzados por el gran empresariado, agrupado principalmente en la CPC y la SOFOFA, no han desaprovechado oportunidad para incitar a sus asociados a generar un clima de desaceleración, de crisis económica y así frenar cualquier reforma y en particular la laboral. Desde BHP, Anglo, El Abra, también las medianas y pequeñas mineras, y recientemente Antofagasta Minerals, Consejo Minero mediante, se han cuadrado frente a este llamado, dejando en evidencia el actuar en bloque de la patronal para defender sus intereses de clase opuestos a los intereses de la clase obrera.
Los empresarios fueron capaces de poner de rodillas al gobierno con el paro camionero, doblegando, desde el poder Ejecutivo, hasta la policía, pasando por el parlamento, los partidos del régimen y las direcciones burocráticas de los organismos sindicales, que nada hicieron para contraponer posición y lucha frente al empresariado envalentonado.
Claro, la patronal impone sus términos ante un gobierno, sus partidos y un parlamento, que no tienen la capacidad ni la legitimidad para enfrentar a quienes los financian. Por eso puede imponer una campaña del terror y el gobierno se ve presionado a retroceder en todas las reformas, doblegando las aspiraciones de los trabajadores, estudiantes y el pueblo pobre ante los intereses patronales.
¿Qué harán los organismos sindicales ante este escenario adverso para nuestra clase? Como la CUT y los principales organismos de la minería y de docentes están dirigidos por militantes de partidos de la nueva mayoría como el PC., esos dirigentes lo que han hecho hasta ahora, es responder a sus partidos antes que a las bases que representan. Han privilegiado reunirse y viajar con empresarios, pasearse por ministerios y parlamento, que atender a las demandas de los trabajadores o discutir con ellos en la base y con decisiones a espaldas de los trabajadores le dan estabilidad al gobierno.
Hagamos como en Air France
¿Qué nos queda entonces? La salida es que las bases, los trabajadores y trabajadoras tomemos la defensa de nuestros puestos de trabajo en nuestras propias manos. Que exijamos salir desde las sedes sindicales a la calle a luchar, a paralizar, a poner en acción los métodos de la lucha de clases para oponernos a la ofensiva patronal de descargar sobre los hombros de los trabajadores las políticas de “ajustes” en cada fábrica o faena.
Debemos impulsar acciones, desde culturales, deportivas y de lucha concreta, que sean discutidas y votadas en las asambleas para frenar los despidos. Y aquellas dirigencias burocráticas que se resisten a aquello, deben ser desplazadas de los organismos porque no están al servicio de la clase sino que se sirven de ella. Debemos hacer como los trabajadores de Air France que frente al anuncio de 2900 despidos tomaron en sus manos la justicia y enfrentaron a los ejecutivos que terminaron huyendo con sus ropas rasgadas por las propias manos de los trabajadores.
Hay que organizarnos en torno a una lucha común, porque sólo nosotros podemos frenar los despidos. Los trabajadores debemos tener claridad que somos la mayoría y que somos capaces de producir sin patrones y que al contrario, los patrones sin nosotros no hacen nada. Tomemos la defensa en nuestras manos, con unidad, organizados y luchando y seremos más fuertes que cualquier crisis provocada por los capitalistas.