Los maestros y el pueblo de Oaxaca conmemoran a los caídos durante la masacre luchando nuevamente contra la Reforma Educativa. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Jan Jarab, urgió al gobierno de Enrique Peña Nieto a esclarecer plenamente los hechos de represión ocurridos hace dos años en Nochixtlán.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Martes 19 de junio de 2018
La masacre de Nochixtlán significó un punto de inflexión en la lucha magisterial contra la mal llamada Reforma Educativa, que logró la unidad entre maestros, padres de familia y amplios sectores populares, así como numerosas muestras de solidaridad a nivel nacional e internacional.
Así, 2016 se caracterizó por la salida multitudinaria del magisterio mexicano contra los ataques del Pacto por México. En varios estados y en la capital del país, cientos de miles de maestros realizaron paros, movilizaciones y bloqueos en defensa de la educación pública y gratuita, y en defensa de los derechos, atacados por el gobierno de Peña Nieto en representación de intereses empresariales y del imperialismo.
Bajo un contexto donde los gobiernos estatales y el federal respondieron –y continúan respondiendo– a los intereses de los de arriba reprimiendo la lucha es que el 19 de junio de 2016 la policía de Gabino Cué y la federal, fuertemente armada, reprimió violentamente a los maestros y a la población de Nochixtlán después de una heroica resistencia, resultando 11 muertos y decenas de heridos.
Si Oaxaca no fue la misma después del proceso insurreccional del magisterio en 2006 contra el autoritarismo del gobernador priista y asesino Ulises Ruiz, diez años después Nochixtlán tampoco volvería a ser la misma. A dos años de estos hechos, el crimen del gobierno continúa impune.
Recientemente, el representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Jan Jarab, urgió al gobierno de Enrique Peña Nieto a esclarecer plenamente los hechos de represión ocurridos hace dos años en Nochixtlán, Oaxaca, toda vez que “las autoridades siguen sin aclarar lo ocurrido, por lo que aún está lejos de alcanzarse la verdad y la justicia que tanto las víctimas como la sociedad demandan”.
En un comunicado, Jarab apuntó que la sanción a los responsables “es indispensable para que el caso no quede en la impunidad”. Sin embargo, para que el pueblo oaxaqueño logré hacer justicia contra los ataques del gobierno, es fundamental sacar las lecciones del pasado y confiar en las propias fuerzas del magisterio y del conjunto de la población en Oaxaca, que sin duda a dado muestras de combatividad y lucha.
Frente al escenario de las próximas elecciones marcadas por el contexto de renegociación del TLCAN, donde los planes del imperialismo estadounidense buscan preservar sus intereses e imponer mayores ataques de hambre y miseria para el pueblo pobre y trabajador, es necesario plantear una salida independiente tanto respecto al gobierno actual y los partidos responsables de las reformas estructurales (PRI-PAN-PRD), como frente al Morena y su proyecto de gobierno que no cuestiona los intereses de los grandes empresarios ni a las instituciones a su servicio.
Por ello, es necesario apostar por un plan de lucha unificado; apoyado en la movilización de las masas trabajadoras por demandas sindicales, salariales, contra el saqueo de recursos y la represión, así como incluir las demandas de los sectores estudiantiles, de las mujeres y de la juventud.