Traslado de la embajada de EEUU a Jerusalem: legalizar la opresión militar sionista sobre Palestina.
Miércoles 23 de mayo de 2018
Desde la creación del Estado de Israel, luego de finalizar la segunda Guerra Mundial se avanzó en el socavamiento del territorio palestino en favor de la reimplantación judía iniciada por los funcionarios y militares ingleses durante tres décadas de "protectorado".
Los sionistas han presionado al mundo entero y a las principales potencias para llevar a cabo sus políticas de expansión sobre los territorios árabes por sus políticas económicas de interés global.
Las ambiciones de sionistas e imperialistas anglosajones confluían así, en la creación de un Estado opresor garante de su dominio en dicha región sobre la base de la ocupación violenta de su territorio y del exilio forzado del pueblo palestino.
Estados Unidos principal aliado del régimen de Israel y cómplice de miles de muertos y cientos de miles de palestinos desplazados desde hace 70 años, es uno de los promotores de este genocidio mediante su derecho a veto en la ONU.
En Estados Unidos se encuentra uno de los más fuertes lobbies sionistas conocidos, AIPAC (American Israel Public Affairs). Este lobby desde hace décadas es el encargado de presionar a todos los políticos estadounidenses hacia sus intereses sin importar si son republicanos o demócratas, logrando que ambos partidos a pesar de sus “diferencias” sean homogéneos respecto a su política exterior con el régimen israelí.
El traslado de la embajada de los EUA a Al-Quds (capital de Palestina también conocida como Jerusalem) significa legalizar y oficializar la desaparición violenta del estado palestino, la imposición armada de un grupo invasor sobre un pueblo inocente y desarmado.
El 14 de mayo Trump cumplió con la promesa de trasladar la embajada, la cual databa de hace dos décadas. La implementación de esta medida provocó, según medios, más de 60 muertos y más de dos mil heridos en la Franja de Gaza en el marco de fuertes protestas, pues coincidía con el 70 aniversario de la Nakba (catástrofe), el día que se anunció la creación del estado de Israel.
A casi dos semanas de esta imposición en contra del pueblo palestino, gobiernos títeres del imperialismo ya comenzaron a seguir las órdenes de Trump y han iniciado el traslado de sus embajadas también. Guatemala fue el primero únicamente dos días después que Washington. Seguido por Paraguay y finalmente por Rumania, que se convertirá en el primer país europeo en trasladar su embajada.
Los presidentes y los grupos de poder lacayos al imperialismo de estos cuatro países serán los responsables de los asesinatos y desapariciones del pueblo palestino, así como de su desplazamiento.
Tanto en Guatemala como en Paraguay se han tomado las calles para protestar en contra de las decisiones de los gobiernos.
Por una Palestina libre, debemos de salir a las calles en contra de la ilegal toma de Al-Quds por parte del régimen de Israel. La verdadera paz y un verdadero Estado donde puedan convivir árabes y judíos en plena igualdad, no será posible mientras exista un Estado sionista, que es actualmente la principal potencia armamentística –y nuclear- de la región.
Un Estado que albergue al pueblo trabajador, más allá de que profesen la religión musulmana, judía, cristiana o ninguna, podrá concretarse mediante una Palestina obrera y socialista que abarque todo su territorio histórico, defendiendo la necesidad de una Federación de Repúblicas obreras de Medio Oriente. Tarea que deberá ser emprendida por la clase trabajadora y los campesinos de toda la región.