Este 17 y 18 de mayo son las elecciones en la Universidad Nacional de Córdoba. Se eligen consejeros tanto al Superior como Directivo en cada facultad, como también Centros de Estudiantes. Las distintas organizaciones de izquierda conformamos el Frente Estudiantil de Izquierdas para plantear una alternativa al ajuste a la educación. Desde la Juventud del PTS y nuestra Red de Agrupaciones universitarias, te compartimos qué escenario vemos y qué propuesta hacemos.
Lunes 24 de abril de 2023 11:25
Estas elecciones universitarias se dan en un marco de aceleración de la crisis económica y social en el país producto de las políticas del gobierno nacional, en una Córdoba cada vez más desigual, donde la pobreza y la inflación son más altas del promedio nacional.
Si sos estudiante, más aún si además trabajas, sabes perfectamente que pagar un alquiler, comer todos los días, pagar los costos de los materiales de estudio cada vez se hace más difícil. Si nuestros viejos no nos pueden ayudar económicamente y trabajamos, los laburos precarizados que hay no nos dejan tiempo de estudiar. Todxs trabajamos cada vez mas por un salario que se devalúa mes a mes. La incertidumbre sobre nuestro futuro suma sobre la incertidumbre del día a día, el miedo a una devaluación aún mayor y más rápida impregna de malestar estas elecciones universitarias que además se dan en un año electoral tanto a nivel provincial, municipal como nacional.
¿Qué pasa si pensamos profundamente en qué universidad necesitamos en este marco social? o si podemos poner en cuestión la actual parálisis que la Federación Universitaria de Córdoba, y todas las conducciones de centros de estudiantes construyen todos los días.
Al malestar social, el hartazgo de la gente por salarios de hambre y precarización laboral, al desprestigio de los partidos tradicionales que ya nos gobernaron y fracasaron trayéndonos a esta crisis, se suma al cuadro general que empieza a haber respuesta de las y los trabajadores con luchas.
La gran huelga de lxs docentes provinciales muestra un camino de autoorganización, coordinación, movilización y paro para enfrentar el ajuste en curso. De las conclusiones de esta huelga que le arrancó al gobierno un aumento mayor al que quería entregar, la devolución de los descuentos por días de paro y la suspensión del diferimiento al pago a jubilados por 10 meses, las y los estudiantes podemos aprender.
Entre otras cosas, que es la lucha lo que hace retroceder las políticas de ajuste de los gobiernos.
En el área educativa el ajuste presupuestario fue enorme en los últimos 6 años. Se calcula que mediante los recortes y las inversiones que se licuaron por inflación, la pérdida del presupuesto universitario alcanza el 50%. Esto contempla los mandatos del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, que para pagarle la deuda fraudulenta al FMI sacó de nuestra educación pública, de nuestra salud, de los gastos sociales y de las jubilaciones millones de pesos.
Para ajustar no hay grietas, pero en elecciones hacen de cuenta que se pelean
Las autoridades universitarias actualmente son radicales y peronistas. El rector radical John Boretto dejó pasar con complicidad de la alianza “Vamos” (que responde al Frente de Todos) todo este ataque a la educación. Es concreto: esto implica que nos aumentaran los precios de las raciones del comedor 8600% este año- aumentos que fueron votados por unanimidad en el Consejo Superior-, que nuestros docentes tengan salarios 30% menores desde el gobierno de Macri hasta aca. Explica las aulas que faltan, las paredes electrificadas, la falta de agua o los techos que se nos caen encima, como lo vimos en Filo y en Artes. Explica el aumento de la deserción estudiantil por falta de becas y políticas integrales que den respuesta a la realidad que vivimos.
Mientras lxs estudiantes hacemos lo imposible por sostener la carrera en esta situación, las corrientes estudiantiles que dirigen los Centros y la Federación, hacen de cuenta que se pelean ahora que hay elecciones. A lista de La Franja Morada, derecha radical aliada del actual rector neoliberal, se le pretende oponer un “frente antiderecha”.
Te contamos de qué se trata.
El Frente “ La Fuerza Estudiantil”, es una alianza que desde agrupaciones kirchneristas como La Mella y La Bisagra, pasando por Sur -que el año pasado militó por el actual rector John Boretto que ahora dicen enfrentar con esta alianza- el PJ provincial y sus agrupaciones schiarettistas, terminando por la UEU, una agrupación menemista y neoliberal que sería prácticamente lo mismo que la Franja Morada pero con otro nombre. Con esta alianza para el superior, que como vemos incluye a variantes derechistas y neoliberales, se proponen “avanzar contra la Franja y la derecha”.
Después entre esas mismas agrupaciones se enfrentarán a su vez en cada facultad, disputando por tu voto acá o allá, lo que confirma que es una alianza oportunista entre agrupaciones estudiantiles burocráticas que se unen o separan, militan o dejan de militar para tal o cual sector, según la conveniencia y el negocio del momento. Por eso decimos que son parte junto a la derecha de esa “casta universitaria” que no tiene nada que ver con las preocupaciones reales de lxs estudiantes.
Veamos cómo intentan justificarlo. En una carta abierta hacia lxs estudiantes de la Facultad de Comunicación la agrupación “Caleuche” ( La Mella) plantea la necesidad de “construcciones amplias” para ir “por todo lo que soñamos”. En ella, hablan de “ lo jodida que está la situación del país” , que no se puede conseguir trabajo digno ni llegar a pagar un alquiler, planteando que la salida es “en unidad”.
Dicen pelear por una “universidad feminista y popular”. Al margen de que su alianza incluye organizaciones que lejos están de ser feministas y populares ( más bien diríamos que están más cerca del neoliberalismo rancio y de la Franja Morada) hay algunas cosas que se deberían aclarar.
No pueden lavarle la cara con palabras inclusivas a un frente con sectores mercenarios y de la derecha universitaria. Tampoco puede ocultarse quienes son los responsables del ajuste que estamos viviendo. Hay que ser claros: si llegamos a esta situación en el país es porque el Frente de Todos, que prometió revertir el ajuste macrista, lo siguió profundizando para cumplir con el FMI. Y corrientes como La Bisagra o Patria Grande, de la que es parte la Mella, apoyan al gobierno nacional. Si la juventud trabaja cada vez más y no hay para pagar el alquiler, es porque su gobierno nos trajo hasta acá. Pero como si esta falta de independencia política del gobierno no fuese suficiente, ahora nos quieren convencer de que con sectores de la derecha universitaria pueden enfrentar a la derecha universitaria de la Franja Morada. Raro.
El gran avance de la Franja en los últimos años tiene varias explicaciones políticas, pero una central es que el kirchnerismo universitario convalidó en todas sus variantes al ajuste, incluso votando de manera directa ataques a nuestros derechos. Ellxs hablan de políticas de inclusión, pero aprobaron el aumento del precio de las raciones al comedor universitario por ejemplo, algo que La Bisagra argumentó que era “irrisorio”, como si nuestros ingresos no lo fueran cada vez más frente a la inflación.
Nada dicen de desde hace años, incluyendo el periodo en el cual el Rectorado estuvo en manos del Kirchnerismo, el presupuesto universitario destina centavos por estudiante para combatir la violencia de género, o de que actualmente haya solo 3 profesionales destinados a la atención de la salud mental para una población estudiantil de 130.000 estudiantes.
Cuando les docentes dieron la pelea mas grande en los últimos años, dando un ejemplo de cómo defender la educación; mientras nosotros comprobamos el gran apoyo estudiantil con nuestra campaña solidaria de fondo de huelga, estas corrientes nada hicieron para apoyarles.
Que no vengan con que esta unidad burocrática y oportunista implica una “salida colectiva” como dice “La Mella”. La salida colectiva se construye impulsando la organización activa y democrática para enfrentar esta situación.
Al no apostar a la organización combativa del movimiento estudiantil, a la coordinación de sectores populares que salen a luchar, a la organización democrática si no a profundizar modelos de Centros de Estudiantes de gestión, directamente lxs estudiantes eligen a los grandes aparatos tradicionales como lo es la Franja Morada. Ahora, sin sacar conclusiones sobre esto, buscan revertir su retroceso electoral con este frente, aliándose a aparatos burocráticos, de gestión y derechistas, profundizando el mismo camino que fortaleció a la Franja Morada.
Queremos enfrentar en serio a la derecha
Al igual que los sindicatos a nivel nacional, los centros de estudiantes dirigidos por el Kirchnerismo universitario (La Bisagra) construyeron el inmovilismo estudiantil. Al apoyar el gobierno del Frente de Todos ni siquiera se expresan públicamente por el ajuste, no pisaron una movilización en el marco de la lucha docente. Durante toda la pandemia y mucho más en los últimos años, profundizaron el modelo de “centros gestión” que te avisan de fechas de examen y sacan fotocopias, pero son indiferentes a los principales acontecimientos de la realidad y los problemas profundos que atraviesan a lxs estudiantes. Esta práctica es la que siembra el individualismo que hace crecer a la derecha universitaria. La Franja Morada avanzado con la complicidad de todas las agrupaciones que ahora arman este frente mercenario. Asi como el kirchnerismo intentará convencernos de que la mano de Massa, Scioli o algún peronista derechista será el “mal menor” para enfrentar a Milei y la derecha de Juntos por el cambio, ahora inventan este frentón que solo busca un recambio de personajes para continuar con la misma política, avalar el ajuste construyendo inmovilismo desde nuestros centros de estudiantes. Que no sorprenda después que las ideas de ultra derechistas demagógicos crezcan.
La única forma de enfrentar a la derecha es por izquierda, desarrollando la más amplia participación y organización estudiantil, uniéndonos a las luchas de lxs trabajadores que enfrentan estas condiciones de vida que vivimos, como lxs docentes, los trabajadores de la Salud, Coca Cola o Bagley. Defendiendo nuestros derechos, no entregándolos como lo hacen con el comedor universitario o nuestro presupuesto. Esa salida planteamos y a esa pelea nos jugamos en estas elecciones universitarias.
La salida es por Izquierda
Opuesto a la práctica de estas organizaciones burocráticas que construyen alianzas oportunistas año tras año, desde nuestras agrupaciones en las facultades impulsamos un modelo opuestos de universidad, de militancia estudiantil, de centros de estudiantes y consejos que te queremos contar mejor.
La universidad actual no pone los conocimientos al servicio de las mayorías populares si no de los empresarios, no contempla que aumenta la explotación y la precarización laboral en la juventud, no comprende que se profundizan problemas de estrés, salud mental, género y otras problemáticas. No le aporta a una sociedad que sufre una crisis social, económica, ambiental muy profunda si no que entrega nuestro conocimiento a empresarios poderosos que nos explotan y destruyen nuestro ambiente. No tiene políticas sólidas contra la deserción, si no que nos va expulsando de a poco a nosotrxs, volviéndose elitista, donde cada vez menos pueden sostener sus estudios y recibirse.
Por un modelo de universidad democrática, con perspectiva de género y de alianza con lxs trabajadores y las mayorías populares
Desde la Juventud del PTS cuestionamos profundamente el modelo de universidad actual. Peleamos para que se pueda repensar al servicio de quienes vamos a poner nuestro conocimiento: las ciencias, nuestro rol social, deben ser puestas a disposición de las mayorías populares para el beneficio del pueblo trabajador. Para que eso suceda debe ser repensada desde abajo, mediante la organización democrática y abierta a les trabajadores, como lo intentaron hacer les estudiantes de la UNC en los años 70 con el Taller Total o en los grandes procesos de lucha de organización previos y posteriores al Cordobazo. Todos los claustros pueden integrarse en instancias asamblearias y de coordinación para pensar una educación que se ponga en función de, por ejemplo, las necesidades socioambientales de las comunidades, de los barrios populares y en general de los grandes problemas estructurales que atañen al pueblo trabajador.
A través del debate democratico se puede modificar el estatuto universitario para que deje de ser expulsivo, elitista y antidemocrático terminando, por ejemplo, con la ponderación en las votaciones y se garantice la mayoría estudiantil en los órganos de cogobiernos.
Debemos cuestionar la ideología neoliberal que impera hoy en la sociedad, incluyendo la universidad. Una ideología que supone un proyecto para la transformación del sentido común que considera la competencia entre las personas como la condición natural de la sociedad, y que ve a los individuos como los únicos responsables de sus propios destinos sociales, de modo que los perdedores de la competencia solo tengan que culparse a sí mismos, como buscan profundizar proyectos reaccionarios como el de Javier Milei donde directamente la educación es una mercancía más.
Esto nos llevaría a cuestionar las formas de evaluación meritocrática, donde no se toma en cuenta el contexto material de cada estudiante, si no que se abstrae de los mismo buscando estandarizar un rendimiento sobre el cual cada estudiante individual debe cumplir a como dé lugar. Se repensarían las relaciones jerárquicas entre la docencia y lxs estudiantes para ponernos objetivos superiores de construcción colectiva del conocimiento.
Un modelo que busque aportar a la construcción de una nueva subjetividad que ponga en cuestión el carácter de clase de la universidad y de la sociedad en su conjunto.
Una universidad así, democrática y realmente construida desde abajo, pensaría verdaderas medidas contra la deserción. Combatiría el ajuste en curso en vez de convalidarlo, lucharía por el salario docente y presupuesto por infraestructura edilicia. Garantizaría becas para todo estudiante que no cobre la canasta básica. Pensaría de manera integral las problemáticas de la precarización laboral, con regímenes de alumnos que no sobrepasen las 6 horas por jornada, que contemplen los ritmos de trabajo en las regularidades, promociones y mesas de exámenes. Garantice el acceso integral a la salud mental, con gabinetes interdisciplinarios en todas las facultades y comisiones de seguimiento que elaboren protocolos profesionales en común con docentes y estudiantes para evitar que problemática lleve al estudiante a desertar. En el mismo sentido integral e inclusivo, abordaría las problemáticas de género dentro de la UNC.
Para pelear por este modelo de universidad opuesto al actual, democratico, al servicio de las mayorías populares, peleamos por recuperar nuestros centros de estudiantes y bancas en los Consejos para ponerlos al servicio de estas batallas.
Centros de estudiantes que no dependan de quien gobierne para actuar, pronunciarse o defender un derecho estudiantil. Donde no sean un puñado de militantes que decidan por todxs y que no nos tengan inmovilizados frente a luchas obreras que enfrentan el ajuste.
Que enfrenten las políticas represivas de los gobiernos y los poderosos, que intentan criminalizar la protesta social, los procesamientos a lxs estudiantes y luchadores.
Que enfrente a los poderosos que usan nuestro conocimiento para sus negocios y sus planes extractivistas.
Que busque recuperar la verdadera tradición estudiantil que forjó la Reforma del 18 y el Cordobazo construyendo una poderosa alianza obrera estudiantil y popular.
La unidad que logramos con el Frente Estudiantil de Izquierda fortalece la pelea.
Desde la Juventud del PTS y nuestras agrupaciones, Ceprodh en Derecho, Andamio en arquitectura, Juventud del PTS en Exactas, Tesis XI en Filosofía y Sociales, La Izquierda Diario en Comunicación, La imaginación al Poder en Artes te invitamos a ser parte de esta campaña para llegarle a miles de estudiantes con esta perspectiva.