La Izquierda Anticapitalista de los Trabajadores comienza proceso de recolección de firmas para constituirse como partido legal dentro de las regiones de la Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Así continuará impulsando una alternativa revolucionaria de las y los trabajadores para enfrentar el próximo Gobierno de Piñera.
Viernes 19 de enero de 2018

La crisis de los partidos del régimen
El escenario en que se desarrolla esta legalización está lleno de contradicciones, ya que perduran cuestionamientos a distintos aspectos estructurales, como al sistema de pensiones, la educación de mercado, la violencia machista. Este cuestionamiento se ha expresado en descontento en las calles con los justos reclamos por poner fin a las AFP, la lucha por la gratuidad del 2011, y en el movimiento de mujeres #Niunamenos.
Así como con la indignación ante los distintos casos de corrupción, y abusos medio ambientales por parte de empresas, entre otros múltiples aspectos, a los cuales el Gobierno de Bachelet intentó dar respuesta con reformas moderadas, calmando las aguas en lo inmediato, pero dejando sin resolver ninguno de los aspectos de fondo. Más bien, se manifestó su impotencia para dar respuesta a aquellos.
Esta contradicción de la Nueva Mayoría la capitalizó, electoralmente, el Frente Amplio en las parlamentarias y en primera vuelta presidencial, mientras que en segunda vuelta quien se fortalece de esta debilidad es la derecha, ganando Piñera con una diferencia de casi un 10%.
Aunque no todo es color de rosas ahora para la derecha, pues hay una crisis más de fondo que se expresa en que menos de la mitad de los chilenos habilitados, fueron a votar, y en que sólo un 3% de la población se encuentra afiliada a algún partido político.
En realidad, nadie tiene un escenario fácil, ya que el Gobierno de la derecha debe enfrentarse a todos estos cuestionamientos, la Nueva Mayoría se encuentra dentro de una enorme crisis que pone en jaque su razón de ser expresado en el hundimiento de la DC, lo cual pone más dificultad para articular un proyecto político de oposición ante Sebastián Piñera, quien parece dialogar más con el centro.
Por otro lado, el Frente Amplio tiene como desafío no terminar siendo una coalición ligada a la Nueva Mayoría en crisis, pero se sigue moderando con Revolución Democrática a la cabeza. Esta contradicción la expresa Sharp en una entrevista al dinamo, “El Frente Amplio no está llamado a reemplazar a la élite concertacionista, está llamado a refundar, junto a otros actores, la política en Chile (…) Nosotros no estamos en contra del sistema económico ni de la inversión privada, creemos que el actor privado en los territorios juega un rol muy importante, el problema se produce cuando dicho actor no cumple con la ley”.
Ante este complejo escenario es que urge una alternativa, que rompa con la adaptación a las miserias de lo posible del FA, que se debate entre la moderación y caer en la crisis de la “vieja política”, pero finalmente sin enfrentar con claridad el actual sistema económico y a quienes lo sostienen, no hay reformas profundas sin doblarle la mano a los empresarios, es así que el Frente Amplio está lejos de ser una alternativa para superar esta sociedad capitalista, para conquistar las demandas de las y los trabajadores y el pueblo.
¿Para qué un nuevo partido?
La formación de este nuevo partido es a partir de figuras como Dauno Totoro, ex candidato independiente a diputado por el distrito 10, quien no salió electo, pero superó en cantidad de votos a Natalia Castillo y Gonzalo Winter, diputados electos del Frente Amplio en el mismo distrito (10), quienes se vieron favorecidos por el sistema de arrastre.
El objetivo principal es extender las fuerzas de quienes vemos la necesidad de enfrentar esta sociedad de explotación y miserias para las y los trabajadores, la que oprime a las mujeres, diversidad sexual, y pueblos originarios. Este modo de funcionar en la sociedad, es indispensable para que el quintil más rico concentre el 72% de la riqueza en Chile, donde las leyes heredadas de la dictadura continúan intactas.
Las firmas por una nueva voz son para darle continuidad a la existencia legal del Partido de Trabajadores Revolucionarios, la cual se ve en riesgo por la posibilidad de disolución, al no haber alcanzado un 5% de la votación nacional o un mínimo de cuatro parlamentarios en (al menos) dos regiones distintas.
Los requisitos nombrados anteriormente son un obstáculo para la emergencia de una nueva fuerza que no tiene el apoyo de los empresarios, y que está compuesta por trabajadores, mujeres y estudiantes. Además, por primera vez tiene participación dentro de las elecciones parlamentarias, con todas las desigualdades en cuanto a presupuesto y discriminación por parte de los medios, entre muchas otras dificultades.
Esto es lo que hace necesario el camino a fusionarse con el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) y extender en tres nuevas regiones la legalidad fortaleciendo una alternativa anticapitalista de las y los trabajadores, avanzando a construir una organización a nivel nacional con estos propósitos.
Algunas de las propuestas de este nuevo partido de trabajadores son poner fin a las AFPs, que la pensión y el sueldo mínimo sean equivalentes a la canasta familiar; levantar una ley de emergencia que prevenga la violencia hacia las mujeres, la diversidad sexual y los femicidios; educación y salud pública gratuita y de calidad financiada por la renacionalización de los recursos naturales, bajo la administración de las y los trabajadores; y la repartición de las horas de trabajo donde la jornada laboral tenga una duración de 6 horas diarias y que sea 5 días a la semana, así habría tiempo y trabajo para todos.
¡Suma tu firma para impulsar esta nueva voz!