Este domingo se conmemoran 201 años dese el natalicio de Karl Marx, revolucionario creador, entre otras obras, del Manifiesto Comunista y El Capital.
Lunes 6 de mayo de 2019
“Cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, y con ella, la oposición entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués, y la sociedad podrá escribir en sus banderas: ¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según sus necesidades!“. (K. Marx. Crítica del programa de Gotha,1875.)
Queremos partir ante todo planteando nuestra profunda valoración de la importancia del legado que dejó Marx a los obreros y obreras del mundo, ya que nos ha permitido tener una visión de nosotrxs mismos como sujetos políticxs, es decir como clase social independiente de la burguesía y de sus partidos.
A lo largo de la historia moderna, la burguesía y sus aliados han buscado acabar con las ideas de Marx, no hay que buscar muy atrás para encontrar. Uno de los principales ejemplos lo vemos recientemente con Bolsonaro, quien dentro de sus primeras medidas ha implementado la persecución del marxismo y de la libertad de cátedra en las universidades de Brasil, persiguiendo a estudiantes y docentes que defiendan o integren dichas ideas.
Luego del reciente encuentro en la casa blanca donde se comprometieron con Trump a fortalecer en el continente un eje con una ferviente condena al “Socialismo”, y el acercamiento del gobierno brasileño a alianzas multilaterales y militares más robustas con la OCDE y la OTAN, Trump declaró: "El crepúsculo del socialismo ha llegado a nuestro hemisferio, y espero que, por cierto, también haya llegado esa hora del crepúsculo, a nuestro gran país… Lo último que queremos en los Estados Unidos es el socialismo". Esto, ante toda una nueva generación de jóvenes que en el corazón del imperialismo comienzan a reivindicar el socialismo como vía posible para la transformación social.
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A pesar de todos los ataques e intentos de eliminación del marxismo y de las personas que militamos dichas ideas, las ideas de Marx siguen vigentes, hasta la BBC de Londres sacó un artículo en el 200° aniversario del natalicio de Karl Marx, en el cual reconocen la vigencia de los planteamientos del que llaman “ideólogo de la revolución”, quien inspiró a su vez a dirigentes como Rosa Luxemburgo, Lenin, Trotsky y tantos otros. Dicha experiencia de militancia revolucionaria y de consolidación de las ideas del Marxismo, forjó un gran legado para la formación de las nuevas generaciones de obreras y obreros, que luchamos para formar partidos marxistas revolucionarios en todo el mundo.
Esto último, es muy importante para nosotrxs, ya que al contrario de las corrientes reformistas que describen a Marx fundamentalmente como un filósofo, separándolo mecánicamente de su experiencia política militante. Pasando por alto su rol como unos de los principales fundadores de la 1era internacional comunista, con lo cual terminan sacándole el filo, el fundamento principal, el sustento, que propició el desarrollo de toda su creatividad política y teórica.
¿Cuál es ese sustento entonces? Su basto aporte teórico con obras como el Manifiesto Comunista o El Capital sólo se explica por una práctica revolucionaria y su lucha incansable en pos de la destrucción del sistema capitalista y la abolición de la explotación, por ende, de la sociedad de clases y la conquista del comunismo.