En 2013, la Corte Constitucional de Guatemala anuló la sentencia a 80 años de prisión contra Ríos Montt citando supuestas irregularidades en el proceso y por argumentar demencia senil, por lo que actualmente sólo acuden a juicio los representantes y abogados del ex dictador.
Sábado 2 de abril de 2016
En ese entonces el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados de Guatemala sancionó a la juez Yassmín Barrios con una multa y sin poder ejercer su cargo durante un año por el método utilizado en el caso. Recientemente, Barrios encabezó el juicio a militares por violación sexual contra mujeres indígenas, que ahora se encuentran en prisión bajo una condena de más de cien años.
La movilización y la presión política de distintas organizaciones sociales y derechos humanos siguen resonando en la corte que celebra este juicio a puertas cerradas, para decidir el rumbo del caso que dejó como resultado más de 200,000 personas asesinadas o desaparecidas, durante los 36 años de guerra civil en Guatemala.
En el cuarto día del juicio, el Tribunal de Sentencia, querellantes y representantes de Ríos Montt y José Mauricio Rodríguez Sánchez, quien es el otro acusado, se escuchan los argumentos de los peritos de Antropología Forense sobre las investigaciones y pruebas de exhumanciones en el área Ixil, cuyos resultados confirman los actos cometidos por el ejército de manera masiva en contra sectores indígenas no combatientes durante el conflicto.
Los informes han constatado el trabajo de por lo menos nueve fosas clandestinas, que dan cuenta de restos de víctimas de las comunidades Chel, Chajul y principalmente Quiché. Los restos pertenecen a niños, niñas, adolescentes, mujeres embarazadas y adultos.
Los datos periciales detallan que las osamentas estaban cubiertas con pedazos de tela, presentaban heridas de muerte por impacto de bala, heridas cortantes en el cuello y lesiones en el cráneo. Se ha constatado también por medio de testimonios que elementos del ejército del destacamento militar La Perla, se acentuaron en las comunidades para concentrar a la población en parroquias para después trasladarlos en grupos al paso del río Chel, donde finalmente fueron ejecutados.
Aunque los peritajes antropológicos forenses han sido clave para la argumentación en el caso del ex dictador Ríos Montt, la “justicia” en Guatemala junto a los sectores de ex militares y de poder, así como el propio gobierno de Jimmy Morales han beneficiado la diletancia en el proceso para que reine la impunidad.