El 13J llegó, junto con un mar de ansiedad y expectativas respecto a qué iba a pasar en diputados; cómo lo vivimos muchas y con qué ideas vamos a continuar esta lucha para conquistar el aborto legal en las calles.
Daniela Fernández Estudiante de Psicología UBA
Jueves 21 de junio de 2018
En la semana se me habían acercado bastantes pibas que se querían sumar, hablándome de la importancia que era que haya muchas personas el día del debate, de estar presentes, ya que "es un día histórico". Y sí, iba a ser un día histórico, la marea verde iba a convertirse en un verdadero tsunami.
Me junté con algunxs compañerxs del CBC de Ramos, donde curso, para ir juntxs a Congreso, donde me esperaban amigas y mis hermanas. Una de ellas parecía tener confianza respecto a que la cantidad de gente que iba a ir podía ser crucial para pasar o no el proyecto en diputados, tenía mucha emoción por estar y poder ser partícipe.
Llegamos a congreso, con una caminata rápida para encontrar a Pan y Rosas. La agrupación estaba al lado de la valla y nos instalamos ahí. Agarramos banderas y rápidamente empezamos a agitar. Me asombró la cantidad de pibas y pibes que se acercaron con amigxs, familiares, de todas las edades, quienes rodeaban los bombos, redoblantes y banderas en un semicírculo.
Ahí se acercaron mis amigas y mis hermanas. Agus, mi melliza, vino con una amiga de Colombia, que contaba su asombro con la cantidad de gente y la cantidad de pibas luchando por sus derechos "Argentina tiene más calle”, le dijo a mi hermana, y le manifestó lo importante que era para ella estar ahí peleando con nosotras. Agus, por su lado, se quedó con que era un día de lucha, pero preguntándose cuál es el rol actual del feminismo, por qué la masa recién salía recién ahora a pelear una lucha que ya se instaló hace varios años. Ella no lo pensaba solamente como "una cortina de humo", sino que este movimiento llegaba para quedarse. Mi respuesta fue que el “Ni una menos” de 2015, con un lema básico como el “dejen de matarnos”, fue el que llevó más pibas a la calle, a que se manifiesten en sus escuelas y lugares de trabajo, que empiecen a salir a la calle. Que si no estuvo el debate instalado anteriormente, fue porque el kirchnerismo jamás tuvo el proyecto en su agenda, y además tiene como un aliado a la Iglesia, institución que se subsidia anualmente con millones de pesos de nuestros bolsillos. Concluí diciendo que nosotras tenemos que ir por más, porque si en verdad queremos que el patriarcado se caiga, no va a ser conquistando solamente un derecho, sino que queda mucho por pelear, empezando por si pasa el proyecto, tenemos que pelear para que se implemente.
El jueves, por otro lado, llegué a Congreso bien temprano con una amiga. Ahí me encontré con varixs compañerxs y pude sentir el clima de lucha. Pibas y pibes que se habían quedado toda la noche en el Congreso, tapadxs con frazadas, abrazadxs, con termos caliente para el té y el mate, sin haber dormido, armando un fuego para calentarse y escuchando el debate que se proyectaba en la pantalla gigante. Había fuerza, cada vez que alguien en contra del aborto hablaba se escuchaba un “hijx de yuta” y empezaban los cánticos. El “qué quilombo se va armar… “se hacía escuchar, amenazando por si el proyecto no pasaba.
Pero a un sector de esxs pibxs ahí en Congreso parecía que les daba lo mismo quién hablaba. Si era Cambiemos, del Frente para la victoria, o del Frente de izquierda, lo único que importaba era que pasara la ley, más allá de a quién se festejara. Incluso cuando habló la diputada del PRO, Silvia Lospennato, muchas se emocionaron hasta las lágrimas. Pero, esa diputada que las hizo emocionar es la misma que defendió la baja del impuesto a las ganancias a las empresas, y llamó “tiranos” a quienes se oponían. No voy a ser injusta; cuando el oportunismo florece, lo hace para todas y todos, porque también se abrazaban con el PJ, quien le dio vía libre al gobierno para votar la reforma previsional el pasado diciembre. Pero a mí, como a muchxs compañerxs, ellxs no me representan.
El Frente de izquierda es el único bloque que votó "todo verde" y el único que propone una salida contra de la inflación, los tarifazos, los despidos y las grandes falencias del sistema de salud pública que hace tambalear, también, los derechos de las mujeres.
Creo que ahora es cuando debemos redoblar la apuesta y reforzar por qué la lucha tiene que seguir, porque todxs quienes nos pasamos la noche en vigilia, quienes fuimos a descansar unas horas y volvimos, todxs los que estuvimos alrededor del fuego, tenemos que asumir un nuevo compromiso para que efectivamente salga y se implemente.
No voy a confiar en quienes enterraron el proyecto 12 años, ni en lxs tipxs que hoy están en el Congreso, y actúan según les convenga. Ellxs no van a pelear por nuestros derechos. Si el proyecto hoy se está debatiendo es por quienes venimos luchando hace años y por quienes nos manifestamos el pasado miércoles y jueves en congreso.
Creo que es el momento para multiplicar la lucha, y unirnos junto con los y las trabajadorxs de la salud, del subte, de la educación que pelean diariamente contra los despidos, la inflación, precarización y los tarifazos. Y mientras todxs estábamos luchando en congreso, Macri pasaba por el otro lado el lineamiento del acuerdo con el FMI, el que va a tener consecuencias directas para las y los trabajadores, que somos lo que vamos a pagar esta nueva crisis. Esa plata no va a ir para salud ni educación, sino que se va a usar para pagar la deuda externa, una deuda ilegitima y fraudulenta.
Para esto, lxs estudiantes debemos luchar en conjunto con lxs trabajadorxs y a los sectores populares, y preparar iniciativas para que no descarguen otra vez la crisis sobre nuestros hombros. Unir lucha con ellxs porque, sino, el proyecto no va a poder llevarse a cabo: sin que ganen los docentes, no va a ejercerse la educación sexual integral y menos si los pibes y las pibas deben abandonar sus estudios porque tienen que salir a laburar de forma precaria, para que ellxs y sus familias puedan pagar la factura de gas y luz a fin de mes. Y, me pregunto ¿cómo se va a realizar el aborto legal en hospitales donde no hay insumos, ni personal?
La lucha aislada no sirve, tenemos que redoblar la pelea ahora más que nunca y unirnos a la pelea de la clase obrera y a las pibas, porque las pibas queremos luchar.