Vecinos de la Delegación Benito Juárez marcharon a seis meses del terremoto para exigir acciones prontas y concretas para la reconstrucción de sus viviendas colapsadas o dañadas por el movimiento telúrico.
Óscar Fernández @OscarFdz94
Martes 20 de marzo de 2018
La acción inició a la 1PM en la esquina de Viaducto y Cuauhtémoc donde se guardó un minuto de silencio por las víctimas del siniestro.
El lugar no es coincidencia: allí donde hoy está un centro comercial antes había un estadio de baseball propiedad del Seguro Social que en 1985 sirvió de morgue para los cuerpos sin identificar que llegaban de los escombros.
A pocas cuadras de allí, frente al Metro Etiopía, uno de los primeros videos de aquel 19 de septiembre del año pasado captó cuando las paredes de un edificio gubernamental caían a la banqueta.
Posteriormente, los vecinos partieron del predio de Álvaro Obregón 286, donde murieron varias personas en la colonia Condesa, para terminar la protesta en el Ángel de la Independencia.
Los damnificados denuncian la tardanza con que les asignan recursos, la falta de reubicación habitacional (muchos viviendo a pocos metros de lo que antes fue su hogar) y el incumplimiento de las autoridades de solucionar su situación, así como la continuidad de las asociaciones con compañías constructoras que ayer se enriquecieron construyendo edificios deficientes que le costaron la vida a sus seres queridos.
En su recorrido se pudo escuchar “Peña, Mancera, la misma chingadera” y demás consignas contra el Jefe de Gobierno y autoridades de la Ciudad de México.
Algo está cambiando en la Benito Juárez
El terremoto no sólo demostró la ineficacia del gobierno para solucionar los problemas más básicos requeridos en un momento de emergencia como aquél, sino que cambió la percepción de varios en la demarcación Benito Juárez.
Viejo bastión panista desde que se puede votar libremente, la población juarense viene siendo más crítica con respecto al gobierno; tan sólo por dar un ejemplo de este cambio, en las elecciones pasadas el Morena quedó en segundo lugar en las votaciones.
Pero eso no es todo, sino que las marchas de inconformidad se han vuelto más cotidianas, incluso llegando a organizar asambleas para solucionar la falta de respuesta al gobierno. Los mismos juarenses señalan que no tienen confianza en el gobierno, sus consignas sólo demuestran ese sentimiento de defraudación que les trajo el terremoto.
Por otra parte, es importante resaltar que la coyuntura del terremoto también trajo importantes muestras de solidaridad y autoorganización en distintas colonias de la Ciudad.
Quienes asistimos a las brigadas de rescate y a los centros de acopio podemos dar testimonio de ese sentimiento de ayuda mutua y camaradería que nos unió.
Esa es la clave para que los damnificados puedan tener pronta solución, sobre todo porque no son los únicos, sino que, hasta el día de hoy, todavía existen campamentos de damnificados por el terremoto del 19 de septiembre… de 1985.
Solamente confiando en nuestras propias fuerzas y no en el gobierno que puso trabas con el reparto de víveres (cuando no los destinó a despensas políticas para las elecciones) es que la reconstrucción de la ciudad podrá llevarse a cabo, a la vez que debemos exigir un plan de obras públicas financiado por la expropiación a las constructoras responsables de los colapsos.
A 6 meses del sismo, insistimos que éste fue natural, pero no la tragedia, y nuestras vidas valen más que sus ganancias.
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana