Con su estrategia, Massa logró ubicar a Milei en una posición defensiva. Este último terminó teniendo que explicar sus propuestas e inconsistencias, contradiciéndose con muchas de las cosas que había dicho en campaña. El liberal falló al no poder explotar la responsabilidad del Gobierno en la dura crisis actual, tema que pasó prácticamente desapercibido. Balotaje con final abierto.
Domingo 12 de noviembre de 2023 23:18
Foto: Télam
Los dos candidatos presidenciales protagonizaron el úlitmo debate presidencial, en la Facultad de Derecho de la UBA.
En el comienzo el ministro candidato amagó a salir de su atril para el minuto de presentación, dado que era una de las novedades en las reglas y se permitía que ambos caminaran en el escenario. Sin embargo, Milei se quedó duro en su lugar y finalmente esa fue la tónica que se terminó imponiendo, con los dos hablando desde sus atriles e intercambiando ataques personales y chicanas de todo tipo.
En ese primer minuto también se insinuaron las estrategias de contenido que tendría cada uno para el debate. De un lado, Sergio Massa hizo referencia a los 40 años de democracia, sugestivamente habló de un gran cambio e hizo referencia a tener "políticas de Estado, diálogo y consenso". Más adelante se referiría a su propuesta de gobierno de unidad nacional, que incluye a dirigentes de Juntos por el Cambio. En cambio, Javier Milei eligió presentarse como "economista liberal-libertario" y pegar en el punto más débil del actual ministro de Economía y candidato: la inflación y los altos índices de pobreza. Los enmarcó en lo que él llama 100 años de decadencia argentina, atribuibles al "modelo de la casta que dice que donde hay una necesidad, hay un derecho". En esa denuncia enmarcó sus propuestas de derecha liberal, aunque luego Massa lograría que rápidamente pierda el eje.
Durante el primer bloque, debatieron sobre tres ejes temáticos: Economía; Relaciones de Argentina con el mundo; Salud y Educación.
Fue una primera parte en donde se vio a un Milei errático, algo nervioso e incluso a la defensiva ante la estrategia de Massa. Lejos de ser el ministro quien tuviera que dar explicaciones sobre la grave situación y la crisis económica actual, este logró imponer sus condiciones y poner en aprietos al candidato liberal. Con su estrategia, lo acorraló preguntándole "por si o por no" acerca de la eliminación de subsidios, la privatización de Vaca Muerta o la dolarización de la economía.
Frente a esas preguntas, Milei pareció no saber que cuando a uno le preguntan puede responder solo si quiere, o puede cambiar de tema. Lejos de eso, se la pasó defendiéndose y negando las afirmaciones de Massa, dando explicaciones sobre sus propuestas y dejando importantes baches. La tranquilidad que había exhibido durante su presentación se esfumó de golpe, algo que le remarcó el candidato de Unión por la Patria: "Te voy a dar un consejo: el debate es largo, no te pongas agresivo, los argentinos esperan respuestas".
Mientras Milei respondía con evasivas, la cuenta de X (ex Twitter) de Massa subía los recortes de las entrevistas en las que el candidato de La Libertad Avanza desarrollaba sus ideas, buscando mostrar sus contradicciones. Finalmente el candidato de La Libertad Avanza cerró reafimando su postura a favor de la dolarización y de la eliminación del Banco Central. Astuto, Massa logró enredarlo en sus preguntas y evitar tener que dar explicaciones sobre la inflación, los índices de pobreza y las consecuencias de su gestión al frente del ministerio de Economía, marcada por el ajuste y por el cumplimiento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Cerrado el punto de Economía, que claramente Milei no supo aprovechar, el eje temático de Relaciones internacionales siguió aún peor para él. Con una nueva reivindicación de Margaret Thatcher como "gran líder", habló de "nacionalismo barato" en cuanto a la causa Malvinas y hasta la comparó con un partido de fútbol, y a la expresidenta británica como si fuera Cruyff o Mbappé anotándole goles a la selección argentina. Tan ridículo como indignante. Sin duda uno de los puntos más dubitativos y erráticos de Milei, a quien Massa definió como alguien que se deja llevar por sus "prejuicios ideológicos". Mientras tanto, seguía con su estrategia de preguntar "por si o por no" mientras aprovechaba en cada oportunidad para pedir a los espectadores que buscaran en Google las declaraciones que este había dado a lo largo de su campaña. En lared X, "Google" y "Si o no" se ubicaron entre las tres primeras tendencias producto de eso.
Finalmente, el primer bloque cerró con el punto de Salud y Educación y una misma tónica, en la cual Massa se ubicó el centro del ring y acorraló con preguntas a Milei acerca del arancelamiento de las universidades. El punto había comenzado con un Milei defensivo, abriendo directamente con una aclaración: "Dada la campaña de mentiras, quiero decir que la salud y la educación van a seguir siendo públicas". La misma explicación la había dado su compañera de fórmula en el debate de vices realizado el miércoles en TN.
El segundo bloque, luego del intervalo, mostró a Milei un poco más sereno de lo que se lo había visto en el anterior. Con los ejes de Producción y Trabajo , Seguridad y Derechos Humanos y Convivencia Democrática , Massa también modificó su estrategia y relajó un poco su postura. El debate se amesetó, y por momentos incluso parecía que el tiempo solo transcuría, mientras ambos se prestaban la palabra esperando que llegue el final.
En el punto de Producción y Trabajo Massa retomó el punto de la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres, sabiendo que es uno de los tantos temas que el líder de La Libertad Avanza se empecina en negar. "Si vos tuvieras razón, en las empresas tendría que estar lleno de mujeres y sin embargo eso no pasa, está distribuido equitativamente", respondió el liberal, insistiendo con un argumento flojo de papeles para asegurar que la brecha de género es un invento.
El eje sobre Seguridad fue tal vez el más llamativo de todos. Milei comenzó recitando el libreto de Juntos por el Cambio, hablando contra Zaffaroni y asegurando que "el país es un baño de sangre". Massa contraatacó ponderando su gestión al frente de la Intendencia de Tigre, hablando de las cámaras contra el delito que se instalaron en su gestión y desarrollando su propuesta de instalar en Rosario una agencia federal "para atacar la corrupción, el narcotráfico y la trata". Curiosamente, Milei reivindicó su gestión en ese punto y remarcó: "Cuando las cosas se hacen bien yo las reconozco. Y reconozco lo que has hecho en materia de seguridad".
Esa no fue la única coincidencia. Milei insistió con su propuesta de que "el que las hace las paga" y destacó a Rudolph Giuliani, exalcalde de Nueva York entre 1994 y 2001 que se hizo famoso por su plan de "tolerancia cero": un símbolo de las políticas que reivindica la derecha en materia de seguridad, y un apologista de la "mano dura". Pero lo que aparentemente ignoraba Milei es que Giuliani es un referente para Massa, con quien ha trabajado en común y a quien ha traído a la Argentina durante la campaña presidencial de 2015, cuando como candidato del Frente Renovador pometía llevar a las Fuerzas Armadas a los barrios populares. No sólo eso, sino que el candidato de Unión por la Patria le recordó: "El libro que cuenta lo que hice en Tigre está prologado y fue presentado acá en la Argentina por Rudolph Giuliani".
"Este desastre ya había ocurrido en Nueva York en los 70 y fue resuelto por Rudolph Giuliani"
Javier Milei destacó las políticas de seguridad aplicadas por el exalcalde republicano y Sergio Massa recordó: "El libro que cuenta lo que hice en Tigre está prologado por Giuliani". pic.twitter.com/YdOFVxLTQi
— Corta 🏆 (@somoscorta) November 13, 2023
El úlitmo eje temático fue el punto de Derechos Humanos y Convivencia Democrática. Milei se cuidó de cualquier exabrupto negacionista y volvió a repetir el libreto de Juntos por el Cambio, recordando el caso del fiscal Nisman, la trillada frase de "las 14 toneladas de piedra" ante la reforma previsional que se hizo durante el macrismo en 2017 y el tema del jucio político contra la Corte Suprema que fue impulsado principalmente por el sector alineado a Cristina Kirchner. Massa, que había elegido abrir el tema hablando de derechos humanos, evitó indagar en la opinión de Milei sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura y su reconocido negacionismo. Por el contrario, insistió en preguntarle por su experiencia durante los años que compartieron en la Cámara de Diputados. "¿Cuando yo era presidente de la Cámara sentiste en algún momento que yo no te respetara y que no aceptara la convivencia democrática?", consultó, buscando quedar como un hombre de diálogo y volviendo a insistir hacia el final con que si es elegido encabezará un gobierno de unidad nacional, con una convocatoria amplia y sin importar de qué partido político provenga cada uno.
El final, marcado por el minuto por el cuál cada uno explicó por qué quiere ser presidente, volvió a repetir la estrategia del inicio, dando por cerrado el último de los tres debates electorales de cara a la definición del domingo que viene. Un debate que estuvo lejos de centrarse en las propuestas para salir de la crítica situación actual y de dar respuesta a las necesidades que vive la gran mayoría de la población, o de plantear como resolver las causas estructurales de una crisis económica muy profunda, que tiene los destinos del país atados al ruinoso acuerdo con el FMI. Todo lo contrario: a pesar de las marcadas diferencias en la estrategia de cada uno, ambos coincidieron en plantear como eje el rechazo a las ideas del otro.
Los análisis de la mayoría de los medios, incluidos los encolumnados detrás de Milei, coinciden en su floja performance y en el mejor rendimiento del ministro de Economía, quien lejos de quedar en un lugar de dar explicaciones sobre la situación actual terminó marcando la cancha y haciendo que sea su oponente el que tenga que explicar sus propuestas y su programa. Incluso en los medios más afines a este último, como LN+, se notaba cierta decepción con el desempeño del candidato. Habrá que esperar una semana para conocer si esto inclinará o no la balanza de una disputa que, al menos hasta ahora, parece tener un final abierto.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario