Trabajadores y trabajadoras de AASANA (Administración de Aeropuertos Servicios Auxiliares de la Navegación Aérea) en huelga hace 8 días por 1000 despidos y el cierre de la institución. Edgar Montaño, ministro de Obras Públicas, determinó el fin de la empresa con el Decreto Supremo 4630, en un cálculo administrativo y empresarial, al destruir los sindicatos con la imposición del Estatuto del Funcionario Público y creando la nueva empresa NAABOL (Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos).
Martes 7 de diciembre de 2021
Foto: El Deber
El Gobierno de Luis Arce Catacora empieza mostrar el carácter tecnócrata y administrativista que lo acerca a solucionar los problemas económicos con una visión empresarial donde las y los trabajadores tienen que pagar la crisis económica.
La "quiebra" de AASANA (Administración de Aeropuertos Servicios Auxiliares de la Navegación Aérea) fue promovida desde hace varios años, las federaciones y sindicatos a nivel nacional siempre fueron un problema para los gobiernos de turno. Tanto para gobiernos de derecha fue un lugar para el cuoteo político, para el MAS también fue un lugar para poner a sus militantes. Sin embargo, por el grado de responsabilidad técnica y conocimiento del área fue muy difícil “acomodar” a sus militantes. A esto se suma que la institución logró conformar una poderosa organización sindical hace 50 años. Por esos factores de estabilidad laboral y la especialización de la carrera aeronáutica los beneficios sociales de los trabajadores y trabajadoras fueron creciendo y se convirtió en un inconveniente para el Gobierno.
Los administradores o directores de AASANA eran designados por el Gobierno cuyo plan fue terminar con esta institución. Las vías por donde el Gobierno empezó esa tarea fueron con la cooptación de los dirigentes quienes dejaron ingresar la Ley 2027 del Estatuto del Funcionario Público, que flexibiliza las relaciones de trabajo, en áreas administrativas con el compromiso que no pasaría a áreas técnicas, una primera división. Estos dirigentes son los que rechazaron a la gerente puesta por el MAS con declaraciones discriminadoras y racistas, debilitando aún más la lucha de las y los trabajadores de base por sus fuentes de empleo, toda vez que amplios sectores populares toman distancia ante dichas declaraciones reaccionarias.
Luego, los directores estuvieron envueltos en una serie de malos manejos y pérdidas millonarias por el poco conocimiento en el área aeronáutica, evitando la renovación de equipos y servicios para garantizar su continuidad, pese a los constantes pedidos de los trabajadores. Esto hoy le sirve al Gobierno para decir que AASANA está en quiebra por culpa de las y los trabajadores porque tienen salarios altos y no existe inversión en los aeropuertos administrados y manejados por AASANA.
El Gobierno y sus ministros aplican un plan profundamente liberal al atacar los derechos de los trabajadores y trabajadoras conquistados hace muchos años. El MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) en 1999 implementó la Ley 2027, del Estatuto del Funcionario Público, para atacar los derechos conquistados por los trabajadores y de de esa manera ir avanzando contra los derechos conquistados por los trabajadores estatales. Con esta ley se flexibilizan los contratos que son de corta duración. También anula derechos de la Ley General del Trabajo en cuanto a salario, el pago por horas extras, bonos nocturnos o dominicales, entre otros. Y sobre todo prohíbe la organización sindical.
Hasta el día de hoy son pocos los sectores estatales con organización sindical. Los maestros y salud son los que sufren y aguantan los constantes ataques por todos los gobiernos contra sus organizaciones sindicales. Hoy vemos los despidos de enfermeras y trabajadores manuales en el ministerio de Salud. Actualmente la gran mayoría de las reparticiones estatales que surgieron no cuentan con organización sindical para hacer respetar los derechos de los trabajadores, los rige la Ley 2027.
Ingresando la crisis económica al país los empresarios están tomando medidas de despidos como en cerámica Santa cruz y cierres de fábrica como la panadería San Luis, y la fábrica de ladrillos INCEROR, o sin pagos de salarios en SALI LTDA de Cochabamba. Los trabajadores y las trabajadoras son quiénes están pagando el inicio de la crisis económica, con la mirada cómplice de la burocracia de la COB (Central Obrera Boliviana).
Hoy el Gobierno de Luis Arce Catacora muestra su giro claramente antiobrero y precarizador del trabajo con una COB entregada a los designios liberales del mercado contra los derechos laborales. El ataque a las y los trabajadores es la etapa de Gobierno duro para los trabajadores y el pueblo pobre y blando y conciliador con la derecha empresarial.
Los trabajadores y trabajadoras de base tenemos que pelear para solidarizarnos con cada fábrica o empresa que cierre. El apoyo a la reincorporación de trabajadores y enfermeras de salud, como también con los trabajadores de AASANA. Debemos, mediante asambleas, recuperar nuestros sindicatos de dirigentes vendidos y racistas que están en su seno. Los dirigentes burócratas postrados en sus cargos muchos años han dejado de reclamar derechos laborales de la base, son gente que muchas veces comulgan con los patrones, han desvirtuado la función de los sindicatos. Por este actuar de los dirigentes burócratas no se logra que haya solidaridad de la población.
Hoy los derechos laborales son atacados por el Gobierno y los empresarios profundizando las condiciones precarias de trabajo y aumentando los niveles de desempleo, situación más crítica con el desarrollo de la pandemia. Pero lo hacen con un discurso demagógico que habla de la recuperación de la economía a costa de despidos a las y los trabajadores.
Hay que organizar la pelea contra la ley del Estatuto del Funcionario Público, que precariza las fuentes de trabajo en el marco que todos los empresarios usan esta forma de explotación laboral, empezando por el rechazo a cientos de despidos en AASANA para establecer una nueva empresa sin derechos laborales y aplicando las medidas neoliberales impulsadas por el gonismo y que el MAS ha mantenido y profundizado en sus ya 15 años de Gobierno.