Los voceros de los padres de los normalistas de Ayotzinapa piden AMLO continuar los las investuigaciones sobre la desaparición de los normalistas así como la constitución de una nueva comisión.
Viernes 27 de julio de 2018
En rueda de prensa los voceros de los padres de los 43 normalistas desaparecidos afirmaron que ya tienen dialogo con el equipo de transición del presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
Melitón Ortega hizo énfasis en que el presidente electo esta abierto a volver a tener asistencia técnica internacional por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Mario Patrón, director del Centro Miguel Agustin Pro Juárez, indicó que lo que se busca es que el futuro gobierno obradorista se comprometa a continuar los las investigaciones y, como lo indica la sentencia judicial del tribunal colegiado, crear una comisión de la verdad y justicia.
Los padres de los normalistas desaparecidos hicieron énfasis en el rol que jugó el presidente Enrique Peña Nieto para evitar la constitución de la comisión de la verdad a toda costa. Hay expectativas en que el futuro gobierno obradorista cambie de parecer y constituya la comisión pero ¿esto será garantía de justicia hasta el final? es decir ¿veremos a mandos militares, políticos e incluso al propio EPN en la cárcel?
Una comisión de la verdad
La constitución de una comisión investigadora por fuera de la PGR, la institución que intentó imponer la "verdad histórica", se consiguió el propio 2014, con la constitución del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que fue clave para abatir el carpetazo que buscaba hacer el Estado para intentar cerrar la tremenda crisis con decenas de escuelas tomadas por asambleas masivas y movilizaciones populares impactantes.
Sin embargo, pese a la constitución del GIEI, no se consiguió más que refrendar lo que se sabía en todo el país: que había sido el Estado y que era el mismo Estado quien evitaría a toda costa que la movilización popular hiciera justicia, tirando al régimen de EPN y buscando avanzar en otras medidas como el juicio y castigo a los culpables.
La propia permanencia del GIEI fue producto de la correlación de fuerzas entre el movimiento de masas y el Estado.
Esto nos marca coordenadas importantes para pensar porqué la justicia no ha llegado para Ayotzinapa, ni para Nochixtlán, ni para otras masacres perpetradas por el Estado como la del 2 de Octubre de 1968. Bajo un gobierno de los empresarios la justicia depende netamente de la correlación de fuerzas entre el movimiento de masas y el Estado.
¿Cómo obtener justicia cuando sabemos que fue el Estado?
Aún no podemos saber cómo actuará AMLO frente a los reclamos obreros y populares como las huelgas mineras, la lucha de Atenco contra el nuevo aeropuerto y los padres de los 43, pero podemos voltear a ver a los gobiernos posneoliberales que llegaron al poder como los años de gobierno Kirchnerista en Argentina.
Pese a la casi década de gobiernos Kirchnerista (Néstor y Cristina) y con el antecedente de la dictadura argentina con 30 mil detenidos desaparecidos, nunca hubo una verdadera iniciativa proveniente del Estado para castigar a los principales mandos militares inmiscuidos en las desapariciones y torturas, fue justamente la movilización independiente y el actuar de la izquierda y los organismos independientes de derechos humanos como se pudo avanzar en las condenas a los militares genocidas.
Los que participamos en las masivas movilizaciones y promovimos los paros y tomas de nuestras facultades y centros de estudio así como la unidad obrero estudiantil para tirar al gobierno de EPN vía la huelga general, consideramos que es la movilización obrera y popular quien verdaderamente pueda imponer la justicia.
Es clave que la pelea por la constitución de una comisión de la verdad este acompañado de movilización en las calles, donde las direcciones sindicales opositoras tienen un rol clave para definir si se impone justicia por esta vía o se repliegan a un acompañamiento formal que extienda el plazo de impunidad, los principales sindicato tienen la posibilidad de inclinar la balanza a favor de los padres de los 43.