Andrés Manuel López Obrador busca fortalecerse rumbo a las elecciones presidenciales de 2018. Ahora busca apoyo del Ejército y les promete mayores ingresos en caso de llegar a la presidencia.
Martes 21 de marzo de 2017
A partir de 2018 “lo único que no se va a hacer es utilizar al Ejército para masacrar al pueblo, no se va a utilizar al Ejército para reprimir a los mexicanos, no vamos a seguir con la misma política injusta e inhumana de querer enfrentar el problema de la inseguridad y de la violencia con medidas coercitivas, con el uso de la fuerza, con masacres, como lo han venido haciendo, quitándole la vida a seres humanos”, declaró Andrés Manuel López Obrador. A su vez, aseguró que el Ejército es base fundamental para la estabilidad política en México.
Esta postura dada a conocer por el líder del partido Movimiento por la Regeneración Nacional (Morena), durante la firma del Acuerdo por la Unidad y la Prosperidad del Estado de San Luis Potosí, se da pocos días después del escándalo acontecido en Nueva York, donde López Obrador acusó de provocador a uno de los padres de los normalistas de Ayotzinapa, que había denunciado sus vínculos con José Luis Abarca, alcalde de Iguala.
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Fueron numerosas las personas que simpatizan con el Morena y se sumaron a las movilizaciones por la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Que gritaron en las calles "¡Fue el Estado!" y que se indignaron con la colusión entre el gobierno, el Ejército y el crimen organizado. ¿Pueden confiar en que López Obrador si llega al poder cambie la función social de los militares? ¿Que de un día para otro cortará los vínculos del Ejército y de la policía con el narcotráfico? ¿Que estas instituciones dejarán de cumplir con la función social de defender al costo que sea los intereses del imperialismo estadounidense, el gobierno y los empresarios?
El Ejército fue cómplice de la desaparición de los 43 normalista y el brazo armado del gobierno perredista con los Abarca en Guerrero y de Peña Nieto a nivel nacional. Es el brazo ejecutor de la guerra contra el narco desatada por el panista Felipe Calderón y financiada por la Iniciativa Mérida, un programa del gobierno estadounidense.
Hoy López Obrador, quien ha generado ilusiones en amplios sectores de los trabajadores y la juventud, busca devolverle la confianza a un aparato represivo profundamente cuestionado. Un aparato acusado de ejecuciones, masacres y torturas, como el caso de Tlatlaya, por citar sólo uno.
En el marco de las crisis del PRI y del PRD, para fortalecerse como alternativa "responsable" ante el imperialismo estadounidense y los empresarios, el dirigente del Morena está dando un franco giro a la derecha rumbo a 2018.
Mientras todos los partidos con registro -incluido el Morena- buscan aliados en distintos sectores de los empresarios, es necesario dar pasos hacia forjar una herramienta política de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud, que en verdad luche por la defensa de sus derechos.