Martes 1ro de octubre de 2024
El sentir de descontento social se expresa en las calles, en las redes sociales y recientemente en un mínimo de participación en el proceso electoral de primarias municipales. ¿Es esto una casualidad? De un tiempo a esta parte la situación nacional e internacional ha puesto en jaque y discusión el actual régimen capitalista.
El movimiento estudiantil en Chile, el movimiento laboral en Francia, una alzada represiva a migrantes y pueblos originarios en Estados Unidos y el resto del mundo, son las expresiones de una evidente crisis que globalmente se empieza a sentir con un giro de los gobiernos actuales a reprimir y criminalizar movilizaciones, lo que lleva a que desde sectores movilizados se ideen nuevas formas de combate. El arte, es una de ellas.
Arte al servicio de la revolución
En distintos momentos álgidos de la historia mundial, el arte ha tenido un rol fundamental en la documentación de los procesos y coyunturas sociales, lo que ha llevado a cuestionar qué tipo de arte hacemos y/o al servicio de quien(es).
Hoy, en el marco de una contingente crisis de régimen que se expresa en las calles con descontento y que tiene como respuesta una constante criminalización y represión por parte del gobierno, es necesario darle una vuelta a las dinámicas del arte en la historia durante instancias de lucha o procesos revolucionarios en donde el arte logra responder a las necesidades de la realidad.
Ejemplos del arte y su vínculo necesario con la realidad en la historia
Esta política de arte-producción llevó que diversos artistas propusieran modelos mobiliarios (como muebles plegables y diseños de ropa) que facilitaran y sirvieran a la vida del pueblo. En este sentido constructivismo no solo significaba la acción de construir propiamente tal, sino reivindicaba una figura humana de construcción constante en fluida conexión con la realidad.
Algunos artistas de la época incursionaron en la técnica constructivista mediante foto-montajes y modelos arquitectónicos que se inspiraban en la simpleza de la imagen como así también en su relación con la realidad y la estética de ‘la máquina’, es decir, el modelo mecánico y real. Esta intención artística que había comenzado a emerger junto a los mismos procesos sociales no solo se expresaba en las políticas de la URSS sino en todo el sentido que se buscaba en toda expresión artístico cultural, que era además popular y con fines educativos y propagandísticos por la revolución.
Un proceso de salto y base entregado por un importante grupo de la vanguardia rusa que se vio debilitado tras la muerte de Lenin y con la asunción de Stalin, quien vuelca el arte a expresiones visuales que enaltecieran figuras del régimen, pancartas y muros gigantes con íconos o de lleno, con la cara de Stalin y/o de sus aliados. Algo que solo expresaba la tendencia burocrática, prestigista y conservadora del estalinismo, en donde se pasó de un salto artístico a nuevamente un arte iconográfico, esta vez no para la iglesia sino para un régimen autoritario, mediante matanza de artistas plásticos, poetas, compositores y fotógrafos que no se encuadraban con Stalin.
Quienes no murieron a manos del estalinismo terminaron ocultando su producción artística, exiliándose o simplemente desaparecieron. Paralelo al constructivismo estaba el suprematismo, un arte que fijaba no solo las figuras geométricas como parte de la estética sino que tomaba la ‘abstracción’ del artista y la profundizaba al máximo. Como vemos, en este proceso el arte expresaba el momento y necesidad social de un sector (dentro de la tendencias artísticas de la época habían intereses que aún se expresan, tanto algunas, luchando por romper el esquema conservador como otras, dando una contra lucha por mantenerlo.
Cabe decir que el periodo culmina con la invasión al continente americano por colonias Europeas y la apertura de un nuevo proceso social donde se cuestiona el rol del ser humano y su relación con el mundo poniéndolo al centro de la idea, emplazando el oscurantismo y haciendo surgir el ‘renacimiento’, momento donde aparecen nuevas temáticas como la mitológica o la histórica y nuevos géneros o puntos de técnicas como el desnudo.
Y así sucesivamente, la relación del arte con la realidad solo se hace evidente en la realidad misma.
Hoy, en momentos de luchas sociales en donde las manifestaciones se impregnan de creatividad en murales, lienzos, teatro, música y elementos que representan y se conectan con la realidad, con escándalos de corrupción y criminalización constante, urge un arte al servicio de la revolución, un arte revolucionario.
Pero finalmente ¿qué es un arte ‘revolucionario’?
En palabras del artista visual Jon Juanma “Arte revolucionario significa arte comprometido con la transformación revolucionaria del mundo, con la transformación/substitución radical del sistema capitalista que padecemos, que tanto dolor genera al ser humano a lo largo y ancho del orbe, por un sistema absolutamente socialista y democrático. Arte revolucionario también debe entenderse como una fuerza cultural que ayude a tomar conciencia, impulso, valentía e incluso alegría a los hombres y las mujeres del mundo, para afrontar esa noble y difícil tarea.”- Y esta concepción no dista de lo que hemos visto en las manifestaciones artísticas en marchas, tomas, o concentraciones, o los actos performáticos que se oponen a la línea adquirida por parte de la ideología burguesa.
Hoy, necesitamos ahondar en esta visión de arte, poniendo al servicio de la lucha y al calor de las masas todas nuestras expresiones musicales, visuales, corporales poniendo en jaque a la clase dominante y explotadora, a las instituciones represivas y moralistas y abriendo pasos a nuevos procesos revolucionarios que rompan las cadenas artístico-culturales y que hagan sean un bien de la clase oprimida y explotada, a para su desarrollo y recreación.
¿Por qué un arte por la revolución?
Solo es en procesos de revolución donde el arte y todo lo demás se dinamiza, y descubre nuevas formas de existencia, nuevos métodos, ideas y mensajes, como también un nuevo lugar al cual dirigirse. Hoy la clase empresarial copta el arte de distintas formas: La jornada laboral no da tiempo para la profesionalización de l@s artistas autodidactas ni de la técnica; los altos costos que requiere la producción artística solo se vincula a que el arte siempre ha sido un arma para poner en jaque a las clases dominantes, ¿te imaginas la clase explotada y oprimida tuviera acceso libre a esta arma? Hoy, o se tiene conciencia de la propia clase, o se tiene la ideología de las clases explotadoras, solo podemos liberar el arte cambiando materialmente la realidad, transformándola estructuralmente.
Es por esta necesidad, que desde la izquierda diario abrimos la recepción de materiales visuales, audiovisuales, escritos o fotográficos que pongan en cuestionamiento el régimen actual y que apoyen desde esa tribuna artística la lucha estudiantil, trabajadora, feminista y de lleno anti-régimen.
Envíanos tus colaboraciones a [email protected] con nombre, contacto y una pequeña reseña del artista.
¡Tod@s por un arte revolucionario al servicio de estudiantes y trabajador@s y de toda la clase oprimida y explotada!
Véase en http://www.laizquierdadiario.com/La-Caja-Roja
Documentos relacionados:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=77219
http://www.arteomuerte.com/artistas-de-vanguardia-y-i-guerra-mundial-ii-la-revolucion-alemana-y-el-nacimiento-del-artista-politico/
http://www.arteomuerte.com/artistas-de-vanguardia-y-i-guerra-mundial-iii-dadaismo-i/
http://espina-roja.blogspot.cl/2008/10/rodchenko-arte-al-servicio-de-la.html
Fer Morales
Antropóloga Social y poeta Slam