La cancelación “por razones económicas” de la tira de ficción Separadas (Polka-Clarín), reabre el debate sobre la crisis del sector y las ansias empresarias por flexibilizar a los trabajadores.
Miércoles 13 de mayo de 2020 09:11
Foto: elenco de Separadas. (Télam)
Polka, que durante años ha generado cuantiosas ganancias para sus accionistas con un número importante de ficciones -la mayoría emitidas por Canal 13- pagó los sueldos de marzo en dos cuotas, la última a fines de abril a sus 400 empleados.
Este martes fue tendencia en Twitter al dar por concluida la grabación de la tira Separadas, que había sido estrenada en enero de este año y contó con 35 capítulos. El hecho tuvo trascendencia porque la tira donde todas sus protagonistas eran mujeres, era la única ficción nacional que se estaba grabando.
El grupo Clarín tiene el 55 % de las acciones en la productora, Adrián Suar el 27 % y Fernando Blanco el 18 %. Sin embargo, esta patronal chantajea: “Polka o se cierra o se achica”.
Haciendo leña del árbol caído, algunos productores ven en el convenio colectivo de trabajo de los actores el chivo expiatorio de la crisis de la industria. Enrique Estevanez, empresario productor, hizo declaraciones y abrió la polémica. El padre del actor Sebastián Estevanez, opinó: “Para mí, el actor es muy caro para una novela, no lo podés pagar porque se te van los valores, hay que poner voluntad en todos los rubros”(...)“Hay que ajustar algunas cosas en Actores porque tienen un convenio colectivo de trabajo de los setenta”(...)“Hay que terminar con algunas cosas como que los actores tienen que trabajar seis horas porque es insalubre. No, si estás grabando en un estudio o en exteriores no es insalubre, y si no, en todo caso, habría que hacer que no lo sea. No pueden trabajar seis horas y después que haya que pagar más”.
“Un artista nunca es pobre”
Esa frase de la película El festín de Babette me resuena como un eco al pensar en los miles y miles de trabajadores de la industria audiovisual que desde el inicio de la cuarentena obligatoria no están trabajando, es decir, no generan ingresos por su trabajo.
Lo cierto es que la crisis en este sector no es nueva (tampoco la teatral). Pero la pandemia ayudó bastante a profundizarla.
Se estima que a nivel nacional se perdieron 4 mil puestos de trabajo solo del sector técnico, sin contar con los directores, guionistas, actrices, actores, extras, maquilladoras, vestuaristas, etc. Ese número, tranquilamente, podría duplicarse. Se cancelaron las grabaciones de 16 ficciones, 15 documentales y 15 publicidades. Se perdieron 50 millones de pesos en sueldos, un promedio de 60 mil pesos por cada trabajador, según el sindicato de trabajadores de la industria cinematográfica (SICA).
Sin embargo, la industria venía en picada desde hace años. Flora Alkorta, guionista y humorista tuiteó en julio del año pasado: “llevo 23 años y medio de guionista de televisión. Nunca jamás vi la industria parada como ahora. La mayoría de mis colegas están sin trabajo. Nunca viví algo así en las 2 décadas y media que llevo en esta profesión. Atravesé mi carrera con Carlos Saúl, De La Rúa, Duhalde, Kirchner y CFK x 2. Nunca vi algo tan desesperante como lo que vive hoy en la industria audiovisual. Y eso que en el medio pasó el 2001. Nunca estuvo todo parado como ahora. Jamás estuvimos así de mal. Ni por aproximación”.
La industria audiovisual argentina está totalmente paralizada. Cines y teatros cerraron sus puertas y suspendieron sus funciones y proyecciones. El coronavirus alteró planes de producción y de estrenos.
Guido Valerga, secretario general del SICA, en un reportaje a Télam manifestó: "La primera problemática es que los trabajadores y las trabajadoras del audiovisual, en un noventa por ciento, son trabajadores eventuales. Tienen trabajo registrado, hay contrataciones, no son monotributistas y el gran problema es que son todas personas que cuando no tienen trabajo no cobran el sueldo. Ese es el primer problema serio que estamos teniendo. En un gran porcentaje son sostén de familia, con lo cual ahí también tenemos un problema serio. Tenemos datos concretos de que el 60 por ciento alquila. Esto también tiene un impacto fuerte en la salud de todas estas personas porque cuando no hay aportes ni están registrados en AFIP, dejan de estar en el padrón de la obra social, con lo cual hasta corren riesgo de quedarse sin cobertura médica. Nosotros, en particular, lo contemplamos y no vamos a dejar sin cobertura a la gente que tiene la obra social de la industria cinematográfica, pero es un tema serio”.
El gremialista por su parte instó a sus representados a gestionar el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), ya que “el gran problema es que son todas personas que cuando no tienen trabajo no cobran el sueldo".
El Frente de Izquierda viene levantando la propuesta de un impuesto a las grandes fortunas. Impuesto que tanto el oficialismo como la oposición vienen negándose a debatir. Así lo demostraron al dejarlo fuera del temario de la primera sesión de la Cámara de Diputados que se realizará en el marco de la cuarentena.
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Para los trabajadores de la industria audiovisual, como a millones de trabajadoras y trabajadores se hace imperioso conseguir un salario de emergencia. Ese impuesto podría garantizarlo y evitar que la crisis se descargue sobre ellos.