SUPLEMENTO ESPECIAL. Aborto legal: a nuestros derechos los conquistaremos en las calles

El gobierno de Macri decidió poner el tema en su agenda, para recomponer su imagen en un momento en el que venía en crisis, especialmente después de la enorme movilización y el extendido repudio a la reforma de las jubilaciones, impuesta con represión, a mediados de diciembre.

Pero la lucha de las mujeres por el derecho al aborto en Argentina tiene una larga historia que recobró nuevo impulso en los últimos meses. El pasado 8 de marzo, se movilizaron miles de mujeres y el aborto legal fue uno de los reclamos más extendidos, al que se sumó una nueva generación de adolescentes y jóvenes que expandieron el uso del pañuelo verde, símbolo de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.

Operaciones, dilaciones y roscas

Cambiemos ya está operando para evitar que termine sancionándose una ley que, aunque tiene amplio apoyo social, molesta a las iglesias católica y evangélica, a los sectores reaccionarios y conservadores del PRO, la UCR y todas las fracciones del PJ.

Porque, en todos los bloques, con excepción del Frente de Izquierda, hay quienes están en contra del aborto legal y tienen relación con el Papa.

Por eso, diagramaron un debate que llevará semanas, dilatando la discusión y la votación de la ley. Si esto finalmente sucede, luego se girará al oligárquico y reaccionario Senado, donde es prácticamente imposible que se termine aprobando una ley que le molesta al Vaticano.

Las calles son nuestras

Las manifestaciones, como las distintas actividades que vienen desarrollando las estudiantes y docentes en sus escuelas y facultades, son apenas el puntapié inicial de la gran concentración que tenemos que preparar, desde todos los lugares de trabajo y estudio, frente al Congreso Nacional.

Todas las que nos movilizamos el 8 de marzo, las que dijimos "¡Ni Una Menos!", la juventud, las trabajadoras y trabajadores que enfrentamos los despidos y los planes de ajuste del gobierno y sus compañeros tenemos que movilizarnos por este derecho de las mujeres.

Como lo hacemos junto a nuestras compañeras diputadas, que están dando esta pelea en la tribuna pública, como Myriam Bregman y Nathalia González Seligra, como Noelia Barbeito en Mendoza, Natalia Morales en Jujuy o Laura Vilches en Córdoba. Como también lo hacen nuestras compañeras trabajadoras que son referentes del Movimiento de Agrupaciones Clasistas, como Katy Balaguer, despedida de Pepsico, Lorena Gentile, delegada de Kraft, las trabajadoras docentes o las enfermeras del Hospital Posadas.

Porque son nuestras hijas y madres, nuestras hermanas y amigas las que viven la discriminación que profundiza aun más las cadenas de la explotación que este régimen social nos depara al pueblo trabajador. Pero de esa juventud nadie habla.

Esas chicas son el 74% del más de medio millón de jóvenes que no tienen acceso al estudio ni al trabajo. Y de ellas, el 41% tiene hijos a cargo. Nadie habla de que cada 5 minutos nace un bebé de madres que son menores de 19 años en Argentina. Son esas jóvenes pobres, sin trabajo, sin acceso a la educación, las que siguen sometiéndose a prácticas inhumanas para interrumpir embarazos y siguen muriendo por infecciones generalizadas, por hemorragias y perforaciones uterinas.

Por eso Pan y Rosas en el Frente de Izquierda te invita a seguir movilizándonos hasta que el Congreso convierta en ley nuestro derecho. Sabemos que nuestros derechos se debaten allí, pero estamos convencidas que siempre los conquistamos en las calles, con nuestra lucha.
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¿Por qué feminismo luchamos?

La corriente de mujeres socialistas Pan y Rosas, impulsada por las compañeras del PTS/Frente de Izquierda, es parte y actúa en el amplio movimiento de mujeres que, en todo el mundo, se reconoce como un nuevo protagonista indiscutible de la vida política actual. Compartimos, con ese amplio movimiento, la lucha contra la opresión patriarcal. Por eso, somos feministas; pero nuestra perspectiva es clasista, revolucionaria, socialista.
Porque, ¿cómo vamos a creer que conseguiremos la igualdad de las mujeres con los hombres, en un mundo donde apenas 8 hombres, en un extremo, poseen una riqueza que equivale a lo que tienen para sobrevivir 3500 millones de personas, en el otro? No vemos ninguna posibilidad de verdadera emancipación de las mujeres ni de ningún sector oprimido de la sociedad, si no es acabando con esa explotación de millones de seres humanos por parte de un puñado de parásitos capitalistas.
Por eso, nuestra lucha es por la transformación radical de la sociedad en la que vivimos y la construcción de un nuevo sistema social, sobre las ruinas de este capitalismo patriarcal que no sólo explota nuestra fuerza de trabajo y redobla todas las formas de opresión, sino que también es brutalmente depredador del planeta que habitamos. Pan y Rosas plantea que las mujeres y los hombres que producen toda esa riqueza social que es expropiada por los capitalistas, son quienes pueden acabar con este sistema donde las opresiones redoblan la explotación y dividen a los explotados entre sí. Ellas y ellos tienen en sus manos la llave para hacer saltar por los aires los resortes del capitalismo.
Vení con nosotras, este 1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores y las Trabajadoras. Porque en esta tribuna internacionalista, también haremos oír nuestro reclamo por el derecho al aborto que hoy se debate en Argentina. Porque todas las mujeres abortan en la clandestinidad, pero son nuestras hermanas trabajadoras las que ponen en riesgo su salud y su vida.