El abrazo con el Papa, que lejos está de pretender avanzar en la lucha por justicia ante el terrorismo de estado en la dictadura, por parte de organizaciones que se reivindican progresistas y hoy conducen el Centro de Estudiantes de Psicología de la UBA, abre un debate sobre la pelea por los DDHH.
Miércoles 22 de marzo de 2017 14:00
El gobierno de Cambiemos, a cuyo alineamiento responden las autoridades de la facultad de Psicología de la UBA que están ligadas a la UCR, hace rato despliega una campaña negacionista del genocidio. Con este discurso pretenden mantener la impunidad de la que gozan los mismos que hoy están en el poder y que durante esa época se enriquecieron como el ala empresarial impulsora del golpe. Misma impunidad que también disfrutan, y disfrutaron en los distintos gobiernos de turno desde 1983 hasta la fecha, los miembros de la Iglesia que tenían íntimas relaciones con los funcionarios del poder militar.
Al día de hoy no son novedad los múltiples acercamientos de organizaciones a la figura del Papa encandiladas por su progresismo místico, entre ellas se encuentran Patria Grande/Motorpsico y Libres del Sur, que este año se presenta a las elecciones junto a Sergio Massa. Ambas forman parte de El Impulso, la conducción del Centro de Estudiantes de la Facultad de Psicología UBA. Tampoco son novedad, aunque pretendan ser acalladas, las denuncias a la Iglesia por sus implicancias en la última dictadura militar que llevó adelante masivos secuestros y torturas a estudiantes y trabajadores. Dentro de estas denuncias tiene protagonismo el propio Francisco, que durante la dictadura ya ocupaba el cargo de titular de la Compañía de Jesús, la orden a la que pertenecen los jesuitas.
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Iglesia y dictadura
Con el lema de defender a la sociedad cristiana de las manos del comunismo, la Iglesia participó del plan sistemático de exterminio contra estudiantes y trabajadores, los llamados “subversivos”. Los servicios de la curia iban desde la colaboración en los centros clandestinos de detención, la entrega de nombres y direcciones de los curas “díscolos” y la apropiación de bebés de las mujeres secuestradas y torturadas.
A cambio de sus servicios esta institución recibió una serie de decretos-leyes que sostienen su financiamiento por parte del Estados y que fueron firmados por Rafael Videla, Leopoldo Fortunato Galtieri y Reynaldo Bignone. Disposiciones que aún siguen vigentes en la actualidad y que han sido reforzadas por la reforma del Código Civil del kirchnerismo que le da a la Iglesia el status de “persona jurídica pública”.
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El trato preferencial hacia la Iglesia por parte del poder político es moneda corriente. Francisco, tampoco escapa a los archivos ni la incansable búsqueda de justicia por más que muchos quieran callar la verdad, tal es así que las declaraciones de Estela de la Cuadra lo implican como conocedor directo en la apropiación ilegal y robo de identidad de su sobrina: “El rol de Bergoglio fue proteger a los ejecutores de la dictadura”.
Abrazos oscurantistas
El discurso que pretende instalar Cambiemos poniendo en cuestionamiento si los desaparecidos fueron 30 mil no cayó del cielo, el kirchnerismo supo sentar el precedente de haber designado como jefe del ejército durante su último mandado a César Milani, un militar con múltiples acusaciones de participación en el plan sistemático de exterminio.
Muchos representantes políticos han salido a la luz a reivindicar al Papa “progre”. Al frente del coqueteo se encuentra Itaí Hagman, referente de Patria Grande, que en noviembre del año pasado viajó al Vaticano a participar del III Encuentro Mundial de Movimientos Populares. Por su parte Libres del Sur asistió al mismo encuentro con su referente y secretario general de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, además de sumar su presencia el pasado 13 de marzo, a tan solo 5 días del paro internacional de mujeres, en la misa que festejó los 4 años de Bergoglio al frente del Vaticano.
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Lejos, muy lejos se encuentran estos abrazos papales del camino para pelear por la memoria, la verdad y la justicia a 41 años del comienzo de un genocidio de clase que buscó destruir esa vanguardia de obreros y obreras que junto a estudiantes luchaban por una sociedad sin explotados ni oprimidos. 41 también fue la cantidad de estudiantes de psicología de la UBA desaparecidos. No es nada inocente en el escenario político actual que estas organizaciones busquen aliarse con el mismo Francisco que le pide “paz social” a la CGT, mientras miles de trabajadoras y trabajadores exigen un paro nacional y un plan de lucha para enfrentar el plan económico del macrismo.
En este 24 de marzo, los estudiantes, las mujeres, jóvenes y trabajadores tenemos la oportunidad de salir a las calles para luchar contra el intento negacionista del gobierno y el ajuste que lleva adelante junto a los gobernadores provinciales. Pero también para reclamar por perpetua para Milani y contra el intento del FPV-PJ de posar como la única oposición al gobierno nacional. Porque no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos. Desde la Juventud del PTS te invitamos a marchar con el Frente de Izquierda y el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, junto a aquellas organizaciones que se mantuvieron en la pelea por los derechos humanos de manera independiente a los gobiernos de turno.