Por medio de la distribución de una declaración firmada por Fuad Chahin (DC), Carlos Maldonado (PR), Alvaro Elizalde (PS), Heraldo Muñoz (PPD), Catalina Pérez (RD) y Luis Felipe Ramos (PL), la oposición buscaba emplazar al Gobierno, con quienes se encuentran negociando un acuerdo, para enfrentar las críticas condiciones económicas y sociales que se han agudizado con la pandemia del nuevo coronavirus.
Domingo 14 de junio de 2020
Buscando un llamado “a legislar de inmediato sobre el Ingreso Básico de Emergencia (IBE), y concordar un marco fiscal y de reactivación que pueda ser profundizado en las semanas venideras”, como expresa el texto enviado en medio de las negociaciones entre Ignacio Briones (Hacienda) y los parlamentarios de la comisión de Hacienda de la cámara alta y baja.
Luego de que el COLMED convocase a un grupo “transversal” de economistas para “emplazar” al Ejecutivo para disponer de un fondo de emergencia por $12.000.000.000 de dólares, a lo cual cedió el Gobierno, que está actualmente en la encrucijada creada por ellos mismos con su apuesta por volver a la falsa normalidad y las medidas insuficientes ante la crisis socio-sanitaria gestada desde marzo.
Hasta ahora el punto más conflictivo ha sido el Ingreso Familiar de Emergencia, lo que evidentemente es una necesidad básica para las familias en medio del aislamiento y la cuarentena, en Chile donde el trabajo informal alcanza cifras sobre el 28% (INE diciembre-febrero) y que se encontraba en aumento hasta febrero de este año, o donde se dice que el desempleo ha alcanzado 20% de la fuerza laboral (JP Morgan junio, 2020).
En ese punto el Gobierno ni siquiera ha accedido al monto de 80 y 90mil pesos por persona -360mil pesos para una familia de cuatro personas- sosteniendo su postura inicial de 75mil a lo que la oposición insiste en que se mantiene por debajo de la línea de la pobreza. Esto último no deja de ser mentira, pero aspirar a 60mil pesos por sobre el sueldo mínimo no parece muy alejado de condiciones menos que mínimas.
“La actitud de la oposición quiebra las reglas del juego y pone en riesgo el éxito del acuerdo”, decían en Chile Vamos, mientras que desde la oposición buscaban aclarar que el objetivo de la declaración era “presionar” por la falta de señales para consensuar en puntos centrales del acuerdo. Dimes y diretes, pero ¿qué gestos se pueden esperar de un Gobierno empresarial y asesino? ¿qué clase de presión buscaban hacer a través de una carta circulando sin sustento en las millones de familias desempleadas, las bocas hambrientas que hoy viven en carne propia la crisis socio-sanitaria, las y los trabajadores desorganizados por acción de la burocracia dirigida por esos mismos partidos?.
Ejemplo de esto es que, finalmente se acercan los acuerdos a la propuesta de Ingreso Familiar de Emergencia propuesto por economistas que nada tienen que ver con lo cotidiano de una canasta familiar y los vaivenes de la economía del hogar, los malabares con un sueldo mínimo en una familia chilena. Una vez más acuerdos entre cuatro paredes que desenfocan la realidad, para poder firmar un acuerdo nacional y abrazarse oposición y oficialismo ante los noticieros como en noviembre pasado.
Frente a esto, no puede haber ninguna confianza en la derecha, que no sólo es responsable de más de 400 lesiones oculares en medio del estallido social, sino que de 5mil muertes por COVID-19. La derecha, y hasta incluso sectores de la "oposición" afirman que el Estado debe endeudarse para financiar las "necesidades sociales". Es decir, ¡nos quieren hacer pagar los platos rotos por la misma crisis de la cual ellos son responsables! Es inaceptable. La única garantía de dar una salida a la crisis no es pactando con sus responsables, sino que retomar la lucha por acabar con el Chile capitalista y neoliberal.
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