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Red Internacional
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Acuña miente: docentes y estudiantes del colegio Pueyrredón de San Telmo desmayados por calor

Durante la jornada del jueves, diez estudiantes y cinco docentes se descompensaron y tuvieron que ser atendidos por el SAME, que tardó dos horas en llegar. Dos estudiantes y dos trabajadores fueron trasladados al Hospital Argerich. La ministra de educación Soledad Acuña no garantiza las condiciones básicas para continuar con las actividades.

Viernes 10 de marzo de 2023 13:10

Mientras que los funcionarios del ministerio de Educación tienen aire acondicionado en sus despachos, las aulas de la escuela son un horno. Durante los turnos mañana y tarde del jueves, fueron quince las personas que se descompensaron en el escuela de nivel medio N°7 Juan Martín de Pueyrredón. Dos horas esperamos la llegada del SAME. Cuatro personas fueron trasladadas al Argerich con golpes de calor. Ante esta situación, los profesores decidimos no dar clases porque no podemos avalar educar en condiciones que no son saludables.

Tenemos un techo de policarbonato que genera un efecto invernadero en la escuela, llevamos ya diez años exigiendo que lo cambien o lo quiten sin ninguna respuesta. La ola de calor viene ya desde hace diez días, la semana pasada en el colegio tuvimos situaciones similares con desmayos y llamadas al SAME. En verano siempre las temperaturas se hacen notar, pero actualmente asistimos a valores récords que nos condicionan negativamente para encarar las tareas cotidianas en la escuela.

Las familias y estudiantes también muestran una profunda preocupación por esta situación. Al respecto, Ale, mamá de un alumno del turno tarde, contó a este medio: “Mi hijo me pidió que lo fuera a buscar porque no podía respirar. El Estado no piensa que los que estudian y dan clases son humanos”. E., estudiante del turno mañana presente el día jueves en la escuela, se refirió a los problemas de infraestructura: “la pasé re mal, hace mucho calor en el colegio. Los ventiladores están sucios y no tiran viento, demasiado calor”.

Las y los docentes fuimos convocados a reintegrarnos el 7 de febrero, los y las estudiantes iniciaron las clases apenas unas semanas después, con lo cual todos estamos expuestos a asistir a las escuelas durante una buena parte del verano. Es de suma importancia, entonces, equipar a las escuelas con los recursos suficientes para afrontar las actividades en días de mucho calor como la instalación de aires acondicionados, la provisión de agua fresca y disponer con heladeras y/o freezers donde mantenerla fría. Sin embargo, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires continúa reduciendo el presupuesto educativo y los resultados están a la vista: frente a sucesivos reclamos que durante diez años hicimos los docentes del Pueyrredón para cambiar el techo del colegio, el ministerio de Educación no hizo nada.

Es provocativo que la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, escriba un tweet en el cual afirma haber tenido que reunirse con “equipos técnicos” para darse cuenta que en verano los colegios necesitan algo tan básico como la provisión de agua fresca. Y es más provocativo aún cuando el agua llega a las escuelas: en el colegio Pueyrredón recién el jueves recibimos un total de 468 botellas de agua cuando sólo el turno mañana asisten 350 estudiantes. Además, al no contar con una heladera o freezer con capacidad para guardar las botellas enviadas, el agua se mantiene a la misma temperatura con la que llegó.

Por otra parte, en lo que va de la semana, la luz se cortó cuatro veces, no sólo en el colegio sino también en todo el barrio. La situación es muy compleja para las familias de la zona de San Telmo pero también para las de otros barrios como Lugano, donde falleció un abuelo debido a la falta de suministro ylos vecinos continúan manifestándose contra la falta de suministro eléctrico. Además de colegios, hay otras instituciones afectadas por los cortes, como un geríatrico de San Cristóbal que hace tres días que está sin luz.

Mientras el gobierno nacional y la derecha pactan pagar la deuda con el FMI y garantizar la ganancia de las empresas privatizadas, el servicio se vuelve cada vez peor. Por esto, se hace urgente la expropiación y estatización de las empresas de energía eléctrica. Porque mientras en nuestros colegios se corta la luz y suspendemos las clases, nuestras y nuestros alumnos vuelven a sus casas sin luz en las cuales siguen expuestos a los efectos de la ola de calor extremo. Por eso, tenemos que organizarnos no sólo por las condiciones de nuestro colegio sino también por las condiciones en las que viven nuestros estudiantes y sus familias, que son los mismos vecinos que salen a manifestarse ante la falta de suministro eléctrico.

Mientras tanto, del otro lado de la General Paz, la situación no es tan diferente. En la zona oeste del Gran Buenos Aires son varios los colegios que ya se están organizando por mejoras en infraestructura, como está sucediendo actualmente en La Matanza. Asimismo, en Ciudad de Buenos Aires, este viernes habrá un corte planeado por la Escuela N° 12 del barrio de Barracas por las condiciones en las que se están desarrollando las clases durante días de calor insoportable.

La organización en unidad de todos estos reclamos es indispensable para exigir condiciones saludables para enseñar y aprender. Mediante la puesta en pie de comisiones de higiene y seguridad junto a las familias para comprobar las condiciones en las que trabajamos y enseñamos, asambleas junto a estudiantes para decidir qué medidas tomar, son algunas de las tantas iniciativas que podemos llevar adelante.