La Corte Suprema sufre convulsión interna y manifiesta su total conformidad por el rechazo desde la cámara de diputados a la acusación constitutional contra tres de sus ministros (Hugo Dolmestch, Carlos Kunsemuller, y Manuel Valderrama) tras otorgarles libertad condicional a genocidas de la dictadura militar.
Lunes 17 de septiembre de 2018
La impunidad judicial se expresó nuevamente con el rechazo a la acusación constitucional contra los ministros de la Corte Suprema: Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller y Manuel Valderrama, que fue votado por 73 votos contra 64.
Sin embargo, previo a estos resultados la Corte Suprema sufría una especie de “convulsión interna” motivado por el rechazo a la acusación, en que se propusieron renuncia masiva de la corte, paro por un día, incluso p neutralizar la ofensiva parlamentaria de oposición ca través del Consejo de Seguridad Nacional, organismo asesor de la presidencia de la república en materias vinculadas a seguridad nacional, que también tiene su historial en su actuación en conformidad con la derecha en materia de derechos humanos.
Otra situación de convulsión interna se debió por las vacaciones de Haroldo Brito, presidente de la Corte Suprema, en medio de la discusión contra los tres supremos, donde Sergio Muñoz asumió como presidente subrogante del tribunal que rápidamente denunció la acusación por “romper con al imparcialidad” e “independencia” de los jueces. Lo que fue aprovechado por la oposición a la conducción de Brito al interior de la corte, buscando posicionar la figura de Muñoz que ya salió a señalar que no tiene inconvenientes de re asumir el rol de presidente dentro de la corte.
Lo cierto es que tanto como Brito como Muñoz defendían a los ministros interpelados con la acusación constitucional, manifestandoles su apoyo y expresando su conformidad con el rechazo desde la cámara de diputados donde actuó en bloque Chile Vamos acompañado de parlamentarios de la DC.
Una vez más se evidencia que esta legislación defiende la impunidad y legalidad que favorece a aquella casta política vinculada a la dictadura militar y/o a los negocios que se asentaron tras esta, donde el mismo parlamento actuó en este sentido y la corte suprema se preparaba para defender su posición.
Tampoco hay que olvidar que si bien hoy sectores de la concertación se posicionan contra los delitos de “lesa humanidad”, durante los años que fueron gobierno que junto a la derecha administraron la impunidad manteniendo por ejemplo la cárcel de lujo de Punta Peuco, ley de amnistía que mantiene a genocidas sin ser procesados, pactos de silencio y leyes secretas en FFAA.
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