Un nuevo capítulo del conflicto de la línea aérea de bandera.
Miércoles 5 de diciembre de 2018 00:00
En día lunes 3 de diciembre, se llevó a cabo finalmente la ansiada reunión entre la gerencia de Aerolíneas Argentinas y los gremios aeronáuticos. Por lo que trascendió en medios Malvido reconoce la legitimidad del reclamo, la deuda salarial y las suspensiones ilegales.
Pero, para retrotraer todo, la moneda de cambio con los gremios es la deseada paz social después de 6 paros en los últimos meses. Una reunión sin nada concreto, salvo un pedido difícil de aceptar, de tregua.
No por nada, el macrismo metió por la ventana a la PSA y a la Fuerza Aérea para que puedan carnerear paros. Fue excepcional por el G20 dijeron, pero firmaron por 30 días la habilitación. Quien se prepara así parecería no tener muchas intenciones de paz.
Después de casi mes y medio de demonizar a los trabajadores, y buscar con una violenta campaña avanzar contra los laburantes, el macrismo parece haber visto en las encuestas que efectivamente queda en el imaginario social el “Todos somos Aerolíneas”.
Malvido tira lastre con algunas concesiones, pero la guerra contra los trabajadores aeronáuticos va a seguir, porque pueden usarnos para mostrarle disciplina al resto de los laburantes. Según trascendidos de los medios, un punto que el macrismo no está dispuesto a ceder es el de la “productividad” de los trabajadores.
El macrismo no puede detenerse porque lo que no pudo implementar en el Congreso en diciembre pasado con la reforma laboral, quiere hacerlo por convenio y por rama para conseguir la “revolución de los aviones”.
Esto nos muestra que tenemos que prepararnos mucho porque no frenaron, probablemente estén tomando impulso.
Un ataque semejante necesita una respuesta redoblada. Hoy más que nunca tenemos que coordinar uniendo todas las reivindicaciones de los aeronáuticos poniendo la defensa de Aerolíneas como una lucha central para ir por todo.
Necesitamos no solo salir a ganarnos el apoyo de toda la sociedad planteando que “Queremos una aerolínea para que todos puedan volar” sino que si avanzan contra los trabajadores aeronáuticos el resto de los laburantes estará en peores condiciones para resistir el embate de los empresarios y su gobierno. Aerolíneas somos todos en su profundo significado, es que el poder aeronáutico puede ser la primera barrera para frenar los planes del macrismo contra los trabajadores.