En notas anteriores te contamos parte del "lado B" del aeropuerto internacional de Ezeiza. Hoy nos llega la denuncia de un trabajador aeronáutico que nos cuenta que Comahue y Securitas, obligan a sus trabajadores a tomarles la temperatura a pasajeros y sin ningún tipo de capacitación.
Jueves 2 de abril de 2020 17:16
Entre el temor a enfermarse y el temor a perder el empleo, en algunos trabajadores prima lo segundo. En el aeropuerto de Ezeiza, las empresas tercerizadas Comahue y Securitas, que prestan servicios para Aeropuertos Argentina 2000, están obligando a sus trabajadores a controlarle la temperatura a los pasajeros con pistolas láser, sin ser personal especializado y sin ningún tipo de capacitación que les permita tomar los recaudos necesarios para preservar su salud y la de los mismos pasajeros. Los trabajadores describen con preocupación, que no saben a ciencia cierta cada cuánto es necesario cambiarse los guantes, quedando a criterio de cada uno y en manos de la cantidad de insumos que otorguen las empresas.
El nuevo protocolo obligatorio para vuelos hacia Argentina, que desarrolló el Ministerio de Salud a principios de marzo, estipula poner a disposición el Personal de Sanidad de Fronteras para evaluar “casos sospechosos” de pasajeros que presenten alguno de los síntomas del CV-19: fiebre, tos, dolor de garganta, dificultad respiratoria. ¿Pero en qué normativa se plantea que tienen que ser los trabajadores aeronáuticos los que examinen a los pasajeros?
Aeropuertos Argentina 2000 se desliga de esta responsabilidad ya que siempre es más barato contratar empresas tercerizadas que hacer una contratación directa del personal. Y los trabajadores no tienen otra opción que aceptar estas condiciones, por temor a perder sus puestos de trabajo, en un contexto donde vienen despidiendo a cientos de trabajadores de las empresas que funcionan en el aeropuerto. Pero si ni siquiera hay capacitación para saber cómo utilizar los guantes, un elemento básico de seguridad e higiene, ¿cómo se aseguran estos trabajadores o los pasajeros que son examinados, de no exponerse al contagio? Además, siendo los aeropuertos la puerta de entrada por donde ingresó el CV-19 al país, ¿cómo es que el Estado argentino permite estos abusos por parte de las patronales sin ningún tipo de control?
Una vez más, vemos la irresponsabilidad de los empresarios, preocupados sólo por su rentabilidad, con total impunidad.
No son héroes, son trabajadores precarizados.
Mientras se hace moneda corriente entre los empresarios del sector aeronáutico, el hecho de no tomar las medidas necesarias para evitar la propagación del virus; son los trabajadores de “la primera línea”, los que pelean por resguardar su propia salud, la de todo aquel que ingresa al país y por ende, la del pueblo en general.
En Aeroparque, los trabajadores aeronáuticos dieron el impulso y están desarrollando un significativo ejemplo. La comisión de seguridad e higiene que aglutina a trabajadores de diferentes sectores, como LATAM, GPS, Zerza, Aerolíneas Argentinas, Securitas; junto con abogados y profesionales de la salud, decidieron realizar una presentación exigiéndole al Estado nacional que garantice: test, capacitación, elementos de higiene y que se adopten medidas de bioseguridad, también que se prohíban los despidos, las suspensiones y que se garantice las licencias con el goce del 100 % de las remuneraciones, entre otras demandas.
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Desde el comienzo de la pandemia los reclamos de distintos sectores de trabajadores se hicieron sentir con fuerza. Fue en medio de estas peleas que Alberto Fernández tuvo que disponer la prohibición de despidos y suspensiones por el plazo de 60 días. Pero este decreto no contempla a los miles de despidos anteriores al 31 de marzo, la prohibición de rebajas salariales, o a aquellos 5 millones de trabajadores "informales". La prohibición de despidos debe incluir, por lo menos, todos los casos desde el comienzo de la cuarentena obligatoria.
El esfuerzo sigue siendo del mismo lado. Peleando contra los despidos y las rebajas del salario, los trabajadores toman en sus manos todos los reclamos de salud pertinentes. Por eso crece la voz que dice “no somos héroes, somos trabajadores precarizados”. Del otro lado, el Gobierno viene de destinar 250 millones de dólares en pagos de interés de la deuda odiosa.
Si a la hora de elegir, como dice el presidente, lo primordial debe ser la salud y no la economía, entonces tienen que tomarse medidas para que esta elección sea real.
En el Aeropuerto y Aeroparque, al igual que en los hospitales donde escasean insumos básicos, camas y respiradores, el Estado continúa sin dar una solución efectiva. En la puerta de entrada del virus no se refuerza el personal de sanidad, y no se realizan test de detección temprana a cada pasajero y trabajador aeronáutico, exponiendo a los más precarizados a realizar tareas sin ningún tipo de capacitación. Y ¿qué pasa con los asintomáticos? ¿Alcanza sólo con tomar la temperatura? Tanto pasajeros como trabajadores, cruzan los dedos frente a la incertidumbre.
Los test masivos, como han advertido varios especialistas en todo el mundo, son un elemento clave para “aplanar la curva de contagio”, permitiendo detectar también los casos asintomáticos.
Necesitamos un plan integral que cumpla con todas las exigencias de los trabajadores.
Resulta indispensable fortalecer la Comisión de Higiene y Seguridad, que ya se viene desarrollando en Aeroparque y comienza a confluir con Ezeiza. En estos espacios democráticos, los trabajadores pueden debatir cómo garantizar la aplicación de protocolos, las medidas estrictas de higiene y el material necesario; a la vez que se organizan para resistir los despidos y todos los ataques patronales.
La salida, como siempre, la tenemos que impulsar desde abajo. Es imprescindible la unidad y la organización de las y los trabajadores.
Contactate con la Comisión de Higiene y Seguridad de los trabajadores aeroportuarios: