Comienza el proceso de inmunización en países ricos que se aseguraron las dosis para parte de sus poblaciones. Mientras que los países de África dependen del financiamiento de una empresa para que su población pueda recibir la vacuna antes del segundo trimestre 2021.
Viernes 11 de diciembre de 2020 10:18
Desde el inicio de la pandemia del Coronavirus hasta la actualidad, se han registrado más de 69.5 millones de contagios y 1.58 millones de muertes, a nivel mundial. La pandemia del Covid-19 dio inicio hace varios meses una carrera entre las diversas y principales empresas farmacéuticas del mundo, respecto a la producción de una vacuna con la mayor eficacia posible y menor efectos adversos en la población que sea inmunizada. Es en este contexto que el pasado sábado comenzó el proceso de inmunización en Moscú, Rusia, a través de la vacuna Sputnik V, siendo esta la primera vacuna registrada y certificada para el Coronavirus. Durante esta semana comenzó la vacunación en el Reino Unido, uno de los países europeos más afectados, a través de la vacuna Pfizer-BioNTech.
De esta forma se abrió el proceso de vacunación, con las diversas vacunas que existen creadas por diferentes laboratorios y comercializadas en primera instancia por los países más ricos del mundo. De esta forma cabe recordar que, por ejemplo, Reino Unido, meses previo a la certificación de la vacuna Pfizer, había comprado millones de dosis. Con esto vemos que los países más ricos fueron los primeros en asegurarse las dosis suficiente para inmunizar a sus poblaciones.
El innumerable listado tanto de vacunas ya certificadas, como en proceso de certificación, como las diferentes empresas farmacéuticas han generado polémicas, puesto que en primer lugar las grandes y multimillonarias empresas farmacéuticas a través de la pandemia del Covid-19, han utilizado este contexto para hacerse aún más ricos, lucrando con las vacunas, subiendo las acciones a medida que van certificando cada vacuna. Los diversos gobiernos del mundo ante un pésimo manejo de la pandemia (incluyendo Chile) buscan con este proceso de vacunación una especie de "lavado de cara", una crisis sanitaria que dejó cientos de miles de muertos, pero no solamente eso, sino que abrió las puertas a una crisis mundial que se venía arrastrando desde el 2008, donde la crisis económica la paga la clase trabajadora y no los multimillonarios que en medio de la pandemia se hicieron aún más ricos.
Antonio Guterres, Secretario general de la ONU denunció que el "vacunacionalismo" está avanzando a toda máquina, esto en el contexto del inicio de las vacunaciones en dos países y la próxima apertura en otros países como por ejemplo EE.UU. Guterres en una conferencia de prensa dijo: "Es cierto que lo que estamos viendo hoy es un enorme esfuerzo por parte de varios países para asegurar vacunas para sus propias poblaciones”. Todo esto en el marco de que los países ricos han asegurado las dosis, mientras que para África se prevé que no hayan dosis disponibles hasta el segundo trimestre del próximo año.
Ante esta situación, el secretario general de la ONU defiende que la única forma de asegurar que la población de los países de África pueda ser vacunada antes del segundo trimestre del próximo año, sea que los países donen ayuda financiera una empresa externa Covax, la cual fue creada por la OMS, no siendo llamada empresa, sino una "iniciativa público privada". Es decir, si los diferentes países no financien dinero suficiente a esta empresa, África no verá la vacuna hasta pasados del año 2021.
Frente a esto, es importante discutir respecto a, ¿por qué se tiene que pagar a una empresa como Covax para que la población de África pueda ser vacunada, siendo que la inmunización es un componente esencial del derecho humano a la salud?
Este es un debate que se abre nuevamente a raíz de la crisis sanitaria y la carrera por las vacunas, que se actualiza debido a la abismal diferencia entre la situación sanitaria para aquellos países que pueden asegurar la vacuna, mientras los países pobres dependen de la buena voluntad de los países ricos, siendo que a nivel mundial existen recursos de sobra para asegurar la inmunización de la población mundial.
La pandemia del Coronavirus nuevamente viene a reflejar la miseria del capitalismo, donde la salud se le asegura a los ricos, mientras se deja morir a la clase trabajadora y el pueblo pobre.
