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Red Internacional
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Poder Judicial. Agenda a espaldas de las mayorías: el Senado dió media sanción a la ampliación de la Corte Suprema

Minutos antes de las diez de la noche de este jueves, el oficialismo logró obtener los votos necesarios para dar media sanción a su proyecto que propone ampliar la cantidad de miembros de la Corte, de 5 a 15 miembros. El proyecto original del oficialismo proponía ampliarla a 25 miembros pero no contaba con el apoyo de sus aliados en el Senado. La propuesta de modificación consiste en un cambio superficial, mientras mantiene intactos sus privilegios y defensa de intereses opuestos a los de las grandes mayorías. En un nuevo acto de injerencia imperialista, la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham), había emitido un comunicado manifestando su "preocupación" por el tratamiento del proyecto.

Jueves 22 de septiembre de 2022 22:00

Foto: Télam

Foto: Télam

Minutos antes de las diez de la noche del jueves, el oficialismo logró obtener los votos necesarios para dar media sanción a su proyecto que propone ampliar la cantidad de miembros de la Corte Suprema, de 5 a 15 miembros.

El proyecto original del oficialismo proponía ampliarla a 25 miembros pero no contaba con el apoyo de sus aliados en el Senado.

La propuesta de modificación consiste en un cambio superficial, mientras se mantengan intactos los privilegios de sus miembros y la defensa de intereses opuestos a los de las grandes mayorías.

Luego de obtener el quorum en la Cámara Alta, contando con la presencia de algunos aliados, la oposición de Juntos por el Cambio bajó finalmente al recinto.

El proyecto original, reemplazado por el que se trata actualmente, proponía ampliar los miembros de la Corte a 25 miembros. Pero éste no contaba con el apoyo de los aliados habituales del oficialismo en el Senado para poder darle la media sanción.

El proyecto contó con el rechazo de Juntos por el Cambio, quien tiene sus intereses políticos en mantener una Corte que le es actualmente afín y que viene de dar una seguidilla de fallos a favor de sus dirigentes, unos meses atrás. El debate de este proyecto se da también en el marco del juicio por la causa vialidad, que tiene a la vicepresidenta, Cristina Kirchner entre los acusados, y que podría terminar con una condena y la inhabilitación política.

Por su parte, la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham), en un nuevo acto de injerencia política, había emitido un comunicado por la tarde del jueves rechazando cualquier tipo de reforma de esta institución. No sorprende la tensión de esta institución que nuclea a grandes empresas en suelo Argentino, en salir a expresar su "preocupación" por el tratamiento del proyecto. Los estrechos vínculos entre Estados Unidos y los poderes judiciales de países latinoamericanos son más que conocidos. No es la primera vez que AmCham injiere en asuntos de la política nacional. Su llamado en marzo a los partidos tradicionales a acompañar el acuerdo de ajuste con el FMI fue uno de los casos más simbólicos.

Uno de los argumentos que el oficialismo esgrime en defensa del proyecto, es el carácter “federal” que buscarían darle a este organismo antidemocrático desde el vamos. Otro es la paridad de género. Sin embargo, estas propuestas de cambio para la Corte Suprema, no modifican en absoluto la estructura y rol que cumple esa institución en la sociedad.

Se trata de institución antidemocrática que se alinea de acuerdo a los tiempos políticos que corren, y que se encarga de responder y beneficiar a uno u otro sector de las clases dominantes. Tanto el macrismo como el kirchnerismo mantuvieron una relación de convivencia con sectores de esa casta judicial y el entramado de espionaje que está indisolublemente ligado a ella.

Mientras al oficialismo no le fue difícil lugar la media sanción en la Cámara Alta, un escenario mucho más adverso le espera en Diputados, donde no cuentan con la mayoría para poder aprobar el proyecto.

El debate para modificar la cantidad de miembros de la Corte, no va más allá de un cambio cosmético, mientras se mantiene su verdadero rol contrario a los intereses populares.

Un verdadero cambio de la Corte y el sistema judicial comienza necesariamente por establecer que los jueces sean elegidos por el voto popular, así como su posibilidad de remoción de forma directa, terminando con todos sus privilegios de casta. A la vez, que cobren lo mismo que un trabajador o trabajadora y se implementen los juicios por jurados.

Mientras la crisis social y económica no da tregua para los trabajadores y trabajadoras, con índices preocupantes de bajos salarios y precarización laboral récord, difundidos recientemente por el Indec, el oficialismo y la oposición disputan quién tendrá más influencia en el antidemocrático poder judicial, pero ninguna medida a favor de las grandes mayorías.


Redacción

Redacción central La Izquierda Diario