Con cientos de tractores los agricultores comenzaron este lunes a bloquear los accesos a París, mientras que se mantienen cortes de ruta en todo el país. Se espera que este martes hable el primer ministro, Gabriel Attal, para anunciar nuevas medidas tras el fracaso de las anunciadas la semana pasada.
Martes 30 de enero de 2024 10:44
Varios centenares de tractores se concentraron desde este lunes en los ingresos de París con el objetivo de "bloquear la capital", mientras que distintas acciones lideradas por los agricultores continúan con cortes de ruta en el resto del país. El movimiento, que tiene múltiples reclamos, es liderado por la Federación Nacional de Sindicatos Agricultores (FNSEA, organización dirigida por empresarios del agrobusiness), que se bien quiere intentar frenar las acciones más radicales se ve permanentemente sobrepasado por la bronca desde abajo. El primer ministro, Gabriel Attal, prepara nuevos anuncios para la tarde de este lunes tras el fracaso de lo ofrecido el jueves pasado que fue considerado insuficiente.
Acciones en todo el país
Como se anunció hace unos días, tras los anuncios insuficientes del Gobierno, la movilización de los agricultores continúa en toda Francia, siendo la principal acción la convergencia de cerca de 800 tractores hacia la capital desde este lunes. El objetivo declarado es bloquear las principales carreteras que permiten el acceso a París, y especialmente su suministro de alimentos. La FNSEA anunció, bajo presión de sus bases, que la acción no terminará hasta que el gobierno haya hecho suficientes concesiones.
Début du siège de Paris par les #agriculteurs. Les 8 autoroutes menant à la capitale sont bloquées par des centaines de tracteurs pour une durée indéterminée. Des agriculteurs de plusieurs départements vont venir renforcer les barrages dans les prochains jours. #BlocusDeParis pic.twitter.com/puz1Le6XfZ
— Anonyme Citoyen (@AnonymeCitoyen) January 29, 2024
En total, treinta departamentos se encuentran afectados por acciones y dieciséis carreteras están bloqueadas desde este lunes. Los agricultores, sobre todo de Grenoble y de Caladans, han bloqueado, por ejemplo, la A7, principal vía de acceso a Lyon, mientras que un convoy liderado por la Coordinación Rural partió en la mañana del lunes de Agen con destino a Rungis, donde se encuentra el mercado agrícola más grande del mundo, con el objetivo de bloquear el suministro a la ciudad. Otras ciudades también son objeto de bloqueos, como Bayona, Langon (cerca de Burdeos), Poitiers, Nimes e incluso Alès . También se están cortando varias rutas en la frontera franco-belga, tras acciones conjuntas de los agricultores de ambos lados de la frontera, como así también en la frontera con España (en este último caso organizada por camioneros independientemente del sindicato de agricultores).
Blocage surprise des camions à la frontière espagnole sur l'autoroute A9 au péage de Boulou, entraînant des bouchons monstres. L'action a été organisée indépendamment des syndicats agricoles. #AgriculteursEnColeres #AgriculteursEnColere #agriculteurs pic.twitter.com/KOVPvWgFig
— Anonyme Citoyen (@AnonymeCitoyen) January 30, 2024
Bloqueo de París
Pero, la principal acción de los agricultores lanzada este lunes consiste en el "Bloqueo de París", es decir el bloqueo estratégico de las principales vías de la capital. Cerca de 800 tractores, algunos procedentes de fuera de Île-de-France, se encontraban ayer en la cuenca de París. Este bloqueo se lleva a cabo principalmente bajo la dirección de la FNSEA y la JA (Jóvenes Agricultores), la mayoría entre los agricultores franceses y, en particular, entre los grandes agricultores de Île-de-France, que han acordado con el Estado una serie de "líneas rojas" que no se podrían pasar en cuanto a los bloqueos.
En total, los agricultores bloquearon diez puntos principales: la A1 en dirección París, cerca de Chennevières-Lès-Louvres, la A1 en dirección a la provincia, cerca de Épiais-lès-Louvres (95), la A4 en dirección París entre Serris y Jossigny, la A4 en dirección a provincia en Ferrière-en-Brie, la A6 en dirección París en Villabé, la A13 en ambos sentidos cerca de Mantes-la-Jolie, la A10 en ambos sentidos cerca de Dourdan, la A15 en dirección París cerca de Argenteuil, la A5a en dirección París cerca de Réau, la A5a hacia la provincia de Moissy-cramayel, la A16 hacia la provincia cercana a Isle-Adam y la N184 cerca de Nerville-le-Forêt.
Sur l’autoroute #A4, le #BlocusDeParis a commencé. Au niveau de #Jossigny, des tracteurs ont été positionnés dans les deux sens de circulation. Les #AgriculteursEnColere sont prêts à y rester pour une durée indéterminée. pic.twitter.com/YX3MQBSVLR
— CLPRESS / Agence de presse (@CLPRESSFR) January 29, 2024
La A4, que une Estrasburgo con París y por la que transitan una parte importante de mercancías procedentes de Alemania y de Europa del Este, se bloqueó completamente en ambos sentidos en Jossigny.
En coopération avec la police les agriculteurs s’avancent pour se poser à un point fixe sur l’autoroute A15 en direction de Paris en amont du pont de Gennevilliers #AgriculteursEnColere #BlocusDeParis pic.twitter.com/7E9QOTzCPZ
— AB7 Média (@Ab7Media) January 29, 2024
Los bloqueos de la autopista A15, que conecta principalmente París con el noreste de Francia, se llevan a cabo bajo la dirección de los dirigentes de la FNSEA, en estrecha colaboración con la policía.
Les agriculteurs installent un campement sur l’autoroute A15, ils s’apprêtent à y passer la nuit. « On bougera pas tant qu’on n’aura pas ce qu’on veut » explique un agriculteur. #BlocusDeParis #AgriculteursEnColere pic.twitter.com/5xXpVJVNpO
— AB7 Média (@Ab7Media) January 29, 2024
El objetivo declarado de los agricultores es mantener el bloqueo hasta obtener una respuesta satisfactoria a sus demandas, aunque eso signifique quedarse a dormir allí.
Se trata de momento de una movilización controlada por las direcciones que representan a los grandes agricultores pero en cuyo marco el Estado teme posibles excesos, mientras que el movimiento supera en escala a las movilizaciones de los últimos años. Suficiente para abrir una crisis importante para el gobierno, que busca mantener un diálogo complaciente con los agricultores movilizados y encontrar una salida para calmar la ira, sin cuestionar obviamente los fundamentos de un sistema agrícola que mantiene estructuralmente una parte entera de los agricultores en la pobreza.
Las demandas
Las demandas son diversas e incluye también la movimización de agricultores de otros países como Alemania, España, Polonia, Rumanía e incluso Países Bajos.
En Francia, el enojo de sectores del mundo agrícola ha aparecido en la escena política en los últimos días.
La movilización de los agricultores comenzó a finales de 2023 para protestar contra los retrasos en el pago de las ayudas de la PAC (Política Agrícola Común). Los motivos del enfado se refieren a diversas reivindicaciones específicas según el sector de actividad. Sin embargo, en general, encontramos demandas para el mantenimiento de las subvenciones al GNR (diésel, cuya eliminación está prevista que sea escalonada entre 2024 y 2030 para los sectores agrícola y de obras públicas), contra normas administrativas y contra medidas ecológicas (obligaciones de dejar porciones de tierra en barbecho, restricciones al acceso al agua). Por parte de los ganaderos, surgen demandas de una mejor compensación por los problemas de salud que afectan a las explotaciones ganaderas (gripe aviar, MHE para el ganado). Por último, muchos manifestantes denuncian la "competencia desleal" de productos que se desvían de las normas medioambientales de la Unión Europea.
Si el movimiento se centra en diversas cuestiones que afectan a la vida del agricultor, encuentra su origen en un hartazgo generalizado de los pequeños agricultores, que exigen “poder vivir dignamente de su trabajo”. Aunque los agricultores trabajan una media de 54 horas a la semana, muchos dicen que ya no pueden vivir con dignidad. Una gran parte de los 400.000 agricultores franceses sufren una precariedad importante: el 25% de los agricultores viven por debajo del umbral de pobreza, una cifra que “ha ido aumentando en los últimos años, pasando del 13% en 2006 al 25% en 2015”, como se señala el "Informe Solidarité Paysans" (Informe Solidaridad Campesina. NdT)
Estas dificultades financieras pueden explicarse, por un lado, por el coste excesivamente elevado de la maquinaria y las infraestructuras, las materias primas y la energía, que empuja a muchos de ellos a un enorme endeudamiento. Al mismo tiempo, los precios de venta se ven comprimidos por la gran distribución y la industria alimentaria, que imponen sus precios de compra con descuento. Los agricultores tienen así una tasa de exceso de mortalidad por suicidio del 30% en comparación con el resto de la población. Una situación que, sin embargo, no afecta por igual a todos los agricultores, ya que se trata principalmente de pequeños agricultores (menos de 50 hectáreas) y de agricultores que trabajan solos, como señala la MSA (mutual social agrícola. NdeT.)
Una situación de crisis para el gobierno
Si bien el primer ministro Attal había aceptado hace unos días entregar algunas migajas a los agricultores, estas no fueron suficientes para debilitar el movimiento, liderado por el FNSEA, tradicional aliado del Estado. La FNSEA y la JA son en realidad organizaciones dirigidas por empresarios agrícolas y grandes agricultores, cuyos intereses no tienen nada que ver con los de los pequeños agricultores que desempeñaron un papel central en el surgimiento del movimiento en Occitania.
Sin embargo, ante la presión de sus bases, estas organizaciones fueron empujadas a continuar y expandir el movimiento, buscando así aprovechar la ira para extraer demandas, particularmente contra las normas ambientales, pero también para canalizar la ira en la base para evitar que lo hiciera. Las principales organizaciones aprovechan los métodos radicales impulsados desde las bases para tratar de imponer en primer lugar las reivindicaciones de los sectores más concentrados, en torno a un programa antiecológico, proteccionista y sobre todo favorable a los grandes agricultores y grupos agroalimentarios.
Los dirigentes de la FNSEA y de la JA fueron recibidos el lunes por el Ministro de Agricultura, Marc Fesneau, que anunció que "Dentro de 48 horas, tendremos un cierto número de cosas que presentar mesa", mientras que Macron y sus ministros se reunieron para preparar "anuncios importantes" para este martes. Como ya adelantó el Ministro de Agricultura, el objetivo de estos anuncios será "seguir proponiendo una simplificación", es decir, seguir respondiendo a las exigencias antiambientales y desreguladoras del FNSEA.
Como señala un artículo editorial de Revolution Permanente, para de la Red La Izquierda Diario en Francia, "Frente a este programa que de ninguna manera resolverá los problemas de los agricultores pobres, es fundamental luchar por otra perspectiva, que rompa con la FNSEA y cualquier orientación capitalista para la agricultura. En este nivel, el llamado de la CGT a vincularse con los agricultores así como el de las organizaciones ambientalistas constituye un punto de apoyo. Pero para completar la alianza será necesario disponer de un programa y una perspectiva común, que busque luchar por objetivos que conciernen a toda la población, rechazando divisiones artificiales y reaccionarias entre "consumidores" y agricultores, ecologistas y pequeños productores, y también las tendencias nacionalistas y chovinistas. Una cuestión tanto más importante cuanto que el gobierno prepara una represión que podría acabar recayendo sobre los agricultores más radicales. Las señales de advertencia ya son visibles: sólo este lunes se movilizaron 15.000 policías y gendarmes y Rungis, así como los dos aeropuertos de París, están rodeados desde el domingo por la tarde por vehículos blindados de la gendarmería".